Hace días, se llevó a cabo la celebración del Día Nacional, y en ese panorama voces ligadas al ámbito dieron su visión sobre si existe una identidad a nivel país.
Gabriela Burgos Morales
Partió el mes y como cada 4 de octubre, este año se conmemoró nuevamente el Día Nacional de la Música Chilena, fecha que nace como homenaje al natalicio de la exponente y cantautora nacional, Violeta Parra. En esta nueva edición, artistas, bandas y expositores, ofrecieron diversos espectáculos musicales a lo largo del todo el país, con actividades para que el público de todas las edades disfrutara.
Por su parte, en la ciudad penquista, el domingo 9 de octubre, se llevó a cabo la jornada principal que celebró la fecha, con siete espectáculos de bandas e intérpretes que se presentaron en el escenario del Teatro UdeC. En este contexto, es que exponentes artísticos y expertos en el área del Gran Concepción, analizaron qué es lo que distingue a la música chilena y si tiene un sello propio, característico.
Para Ignacio González, experimentado saxofonista local y director de la Big Band de Concepción, “lo que distingue a la música chilena es su cercanía con la comunidad, con la gente, nace desde el pueblo. La música chilena, se puede decir que no tiene esa cosa clásica, tiene un sello de música popular, de tierra, fiesta, cueca, de Violeta Parra y Víctor Jara… del pueblo, y por mucho que quieran sacarla de ahí, ese es el sello y nosotros disfrutamos la música en ese contexto, un contexto popular”.
Asimismo, Rodrigo Pincheira, periodista, investigador y docente, dijo que “hoy en día, a diferencia de hace 50 años, la música chilena es mestiza, con una paleta gigante de diversidad de géneros. Desde la música, mal llamada clásica, hasta la música urbana, que actualmente es la que tiene más popularidad. La música chilena, a diferencia de otras, de otros países, en América Latina y de Estados Unidos, no tiene flow, no tiene esa cosa bamboleante, el swing, que tiene la música de raíz negra, eso que pasa en Brasil, Uruguay, en Chile no lo tenemos. Yo creo que si hay una cosa que caracteriza la música chilena, es una cierta melancolía y tristeza, claro porque viene de la música de raíz… por eso somos un país de poetas y no de narradores”, mencionó.
Por su parte, para la folclorista a cargo del Archivo de Cultura Tradicional de Artistas del Acero, Patricia Chavarría, “Chile es un país larguísimo con una diversidad geográfica y humana, y por lo mismo, una diversidad musical y de gustos de acuerdo con cada zona. La diversidad está siempre presente y nosotros los chilenos tendemos a homogenizar, es bueno o malo, no hay términos medios. Es blanco o es negro, existe muchos colores entre el blanco y el negro, diversidades entre niveles de música”.
Para Nicolás Masquiarán, musicólogo y docente del Departamento de Música UdeC, la música chilena vive en un contexto que “por supuesto que existen rasgos locales, pero pueden ser muy diferentes según el tipo específico de música que observemos. Quizá el problema es, justamente, que cometemos el error de intentar relacionar los asuntos de identidad con rasgos demasiado concretos: un ritmo, un giro melódico, una progresión armónica, cuando la identidad es una cuestión humana. Es decir que, desde mi punto de vista, más que escarbar en la música deberíamos hacerlo en los colectivos que se identifican con ella y preguntarnos qué necesidades satisface la música en la que se llegan a representarse -y de qué forma lo hace-”, dijo.
La historia de la música nacional se ha visto envuelta dentro de una serie de transformaciones a lo largo del tiempo, lo que ha permitido incluir una amplia gama de estilos en repertorio, con múltiples géneros que conforman la paleta musical.
Así lo mencionó Pincheira, quien dijo que “estos últimos años con la información, con la globalización, con la mundialización de la música, Chile no está ajeno a ese proceso y tenemos más bien una música que está llena de cruces, de vasos comunicantes. Con quienes hacen una cueca, pero meten un tango. Hay una frontera bastante abierta del pulso actual de la música chilena”.
En ese sentido, agregó que antes había una “asociación directa de música, con identidad y con territorio, que venía del basamento folclórico, de la música de raíz. Pero hoy en día eso está mucho más abierto, está fusionado, integrado”.