Cultura y Espectáculos

Cortometraje “La colorina” va en rescate de la memoria de cantora de Los Álamos

El trabajo del realizador Freddy Rojas Matamala da a conocer la historia de su abuela, quien fue cantora popular entre los años ‘20 y ‘30 , y que en su corto trayecto ya ha sido reconocido y seleccionado en importantes festivales.

Por: Mauricio Maldonado 24 de Diciembre 2021
Fotografía: cedida Freddy Rojas Matamala

Por medio de una conversación informal confirmó lo que había escuchado de pequeño como una especie de leyenda. Una historia inusual que el realizador audiovisual Freddy Rojas Matamala , no quería que quedara más en el olvido y merecía el ser contada.

Se trata del cortometraje “La colorina”, trabajo ganador de la sección Filma Biobío de la última versión del Festival Internacional de CIne de Lebu y que también quedó seleccionado dentro del Festvial In-Edit Chile que se realizó hace unas semanas, el cual es un relato de la abuela de Rojas, Olimpia Lagos Figueroa, cantora popular de la comuna de Los Álamos conocida como La colorina y quien animaba las ramadas del pueblo, con un extenso repertorio de payas y cuecas.

“Un profesor nos encomendó la tarea de hacer un cortometraje con algún elemento que tuviéramos en casa, y yo siempre andaba con el carnet de mi abuela en mi billetera, que es el único gran recuerdo que tengo de ella y se me ocurrió contar esta historia y desde ahí comenzó a tomar relevancia hasta llegar al Cine de Lebu y luego al In-Edit”, señaló Rojas, quien está concluyendo sus estudios en la Escuela de Cine Eliseo Subiela de Buenos Aires, Argentina.

A lo que añadió que “la historia es muy rara, porque mi mamá nunca me contó de ella siendo que yo tocaba guitarra y me atraía mucho el tema, era como algo tabú que ni siquiera mi papá sabía. No era un relato para divulgar ni contar, era algo de su pasado que quería ocultar sobre todo por su religión”.

Lo otro interesante de esta trabajo -cuya duración es de poco más de 8 minutos- es que fue grabado y montado en plena pandemia a través de un celular, “La historia la cuenta mi madre Malvina Matamala Lagos a través de audios que me mandó durante la cuarentena. Cuando quedó para el In-Edit quedó muy impresionado debido a que se trata de un trabajo igual con ciertas limitaciones técnicas. Fue un trabajo súper artesanal en su génesis, sacando algunas cosas de por aquí y por allá de internet. Cortometraje que ahora es más profesional, ya que en la misma escuela donde estudio y gracias a una conexión con Tecson, una de las escuelas de sonido más importantes de Argentina, alumnos de ahí le realizaron la posproducción de sonido y mejoraron los audios. Se escucha todo muy nítido en altavoces, prueba de ello fue la presentación en el Cine de la Universidad Católica y se escuchó espectacular”.

Más allá de lo técnico, el director atribuye a lo potente de la historia el que el material haya quedado seleccionado en dicha prestigiosa cita fílmica capitalina, “nuestra idea como Décimafilms es rescatar su música -la de mi abuela- desde el imaginario colectivo, para devolverla al folclor nacional, recuperar la memoria de Olimpia Lagos Figueroa. Sólo seleccionaron a 3 trabajos a nivel nacional, lo que para mí oriundo también de Los Álamos, provincia de Arauco, es todo un logro”, afirmó Rojas.

Hacia el documental

Logro que el realizador espera profundizar, ya que está en planes el poder extender el cortometraje y convertirlo en un documental, el cual iría más allá en cuanto a las cantoras populares. “A partir de este significativo trabajo, quiero el tomar otro rumbo y forma, es decir, queremos convertirlo en un documental. Trabajo que estaría ligado a Gabriela Pizarro, recopiladora de canto popular lebulense, la segunda más importante del país luego de Violeta Parra. Estoy casi seguro que ella conoció a La colorina”, dijo el realizador.

Palabras a las que añadió que “nuestro fin como Décimasfilms es llegar más al fondo con esta historia, tratar de recuperar alguna canción o grabación de mi abuela. En general es tratar de comprender cómo Pizarro junto a Violeta Parra decidieron empezar a investigar sobre las cantoras populares, que en esos años -veinte y treinta- eran parte de la cultura chilena cotidiana. Estamos a la espera de los resultados del Fondart para ver si ocurre”.

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