Si bien hay una responsabilidad importante de la SCD -en el cobro de derechos de autor- también el músico debe cumplir con registrar sus composiciones. Punto aparte es la transparencia -en la entrega de las respectivas planillas programáticas- con que actúan las radios en este sentido, las cuales en número son cientos a lo largo del país y hace difícil el poder fiscalizarlas a todas.
Hace poco más de una semana, la SCD (Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales) definió su nueva directiva, quedando como presidente de la organización Rodrigo Osorio, más conocido como Don Roro, vocalista de la banda Sinergia.
En este contexto, el músico local, Fernando Vásquez Alarcón, le envió a esta nueva configuración organizativa una carta abierta expresándoles distintas inquietudes y preocupaciones, entre ellas, “La SCD no solo debe cobrar el pago mínimo mensual a cada radio -como sucede hoy- sino exigir la entrega de planillas y detalles de lo que las radios emiten, salvaguardando y respetando así, el cumplimiento del 20% de música chilena. No es posible que quienes nos dedicamos enteramente a nuestro oficio, no generemos derechos de autor, porque no se les exige cumplir con un requisito básico legal”, es parte de lo que señala el músico en la misiva.
Consultado por Diario Concepción al respecto, el nuevo presidente de la SCD comentó que “tenemos un sistema de monitoreo radial, que es el estándar de la industria, y que tiene a su haber más de 300 radios de todo el país en su catastro. Y nosotros también el criterio que asumimos, es que el toque de un tema en una radio regional, equivale al de una repetidora en una radio grande. Es un criterio igualitario en lo que respecta al toque de canciones, y ahí lo importante es que los músicos tengan sus obras declaradas. Tenemos una plataforma en nuestro sitio web para que puedan hacerlo, y es muy importante que ellos como músicos lo tengan presente. Si no hacen este trámite, declarar su grabación profesional a través de nuestras plataformas, no tenemos la atribución legal como para poder monitorear su toque o emisión”.
En este último punto, Osorio hizo hincapié en que más allá del sistema de monitoreo -que claramente no alcanza a cubrir todas las emisoras que existen a lo largo del país- lo importante es que los artistas, compositores o bandas inscriban sus temas en la SCD, de lo contrario, “no tenemos forma de identificarla ni tampoco podemos gestionar el derecho de autor de una obra que no ha sido declarada”.
Más allá de este deber de parte de los músicos y rol fiscalizador de la SCD, hay una responsabilidad de quienes emiten las creaciones de los artistas, ya que “hay emisoras y dueños de locales en que derechamente no pagan por tu música, o sea, no te incluyen en las planillas que hacen de declaración de programación o se hacen los ‘choros’ -los dueños de pubs o locales para tocar- y no pagan derechos de autor”, apuntó Rodrigo Álvarez, músicos de jazz y también académico de música.
A lo que agregó que “no es algo generalizado, pero como que en el ambiente -bohemia penquista- está normalizado y es así. La pesquisa que se realiza para poder cobrar derechos de autor, tengo entendido, es por voluntad del emisor. Cada cierto tiempo recibo algún dinero, pero bien distanciado en el tiempo. La SCD como que tiene un espíritu de no ser centralista, pero en la práctica no lo es. Nosotros al estar más lejos y no tener una formación como administrativa o de gestión de las creaciones, no lo hacemos, no andamos completando formularios. En cambio en la capital, donde hay academias y escuelas profesionales de música, en donde aquello está incluido, está más interiorizado el tema y se cumple”.
Para Andrés Oreña, músico y frontman de la banda Mister O -también socio de la SCD– fuera de aquel centralismo, que es cierto y molesta en alguna medida y no hay un contacto tan directo con quienes conforman dicho organismo- la recolección de los dineros por derecho de autor es una responsabilidad compartida, desde los músicos, pasando por los locales o radios, hasta la SCD. “ Las radios tienen que pasar sus parrillas programáticas, no sé si de forma mensual o eligen a radios al azar, pero no son todas. Eligen a algunas emisoras cada cierto tiempo, y solicitan dicho documento para ver cuánto es lo que tienen que pagar. Lo mismo que con los locales o espacios donde se toca en vivo. Igual uno tiene que ser responsable en ese sentido, es decir, ordenado con el tema de las planillas y el cobro de los respectivos derechos, cuando se podía tocar en algún espacio”, expresó.
A lo que completó que “se supone que uno apela a la honestidad y voluntad con la gente que se trabaja o quienes utilizan tu música, o sea, con quienes se encargan de emitir o difundir tu trabajo, ya sea en radios, bares o en cualquier lado donde se escuche música. En el caso de las emisoras, son muchas en el país y la SCD no va andar fiscalizándolas una por una”.