Cultura y Espectáculos

El desafío de la creación artística en medio de la pandemia

Como para todo el mundo, las condiciones cambiaron de golpe. Hubo que repensar, reordenarse. En ese panorama, voces del mundo cultural cuentan de qué manera todo lo vivido influyó en su inspiración y su trabajo

Por: Ricardo Cárcamo 07 de Febrero 2021
Fotografía: Rocío González

El coronavirus cambió el orden mundial. Todas las actividades, en mayor o menor medida, se vieron afectadas por la pandemia. Por su naturaleza, el ámbito artístico no sólo fue golpeado en términos en términos económicos, por la suspensión de muchos eventos, sino también por la necesidad de reordenarse y adaptarse a una nueva realidad, donde puede costar volver encontrar la inspiración para crear.

Obviamente, en cada disciplina la situación es distinta. En el caso de las letras, el poeta Tulio Mendoza aseguró que “lo primero que me gustaría decir es que, en estados de emergencia, de desazón, de catástrofe, el arte y la cultura, surgen como antídotos naturales. ¿De qué otro modo enfrentar el encierro, las distancias, la incomunicación?”.

En ese sentido, añadió que “las manifestaciones artísticas tienen la palabra. Entonces es ahora cuando uno debiera decirles a aquellos que los ningunean y los consideran como los parientes pobres de todo cuanto se haga, que están completamente equivocados. Eso lo sabemos nosotros, pero es necesario, precisamente en estos momentos, hacerlo notar a los burócratas y funcionarios. Ya Hölderlin se preguntaba ¿Para qué poetas en tiempos de penuria?”.

En cuanto a su experiencia personal, detalló que “tal vez el poeta, el artista, siempre se ha sentido en tiempos de pandemia, frente a una sociedad cada vez más en abierta descomposición. Podría decir que he seguido escribiendo y que por eso estoy vivo, como afirmó el poeta Enrique Lihn en su clásico poema: ‘Porque escribí’”.

El poeta agregó que “para mí la creación poética, que incluye la música, la pintura, el cine, la literatura, la danza y toda manifestación artística, es algo muy activo y vivificante, algo que da vida, que anima, que conforta. Es lo que me genera entusiasmo, que es tener un dios interior. Imagínese, entonces, cómo ha sido mi experiencia personal: intensa, productiva, verdadera.

TULIO MENDOZA indicó que “toda manifestación artística es algo que da vida, que anima y conforta”.

Saliendo de a poco

Para Rocío González, bailarina y profesora, la pandemia llegó en un momento donde se proyectaba a desafíos mayores. Recién estaba trasladando su academia a otro espacio, por lo que el coronavirus echó por tierra este proyecto.

“A todos esto nos pilló en momentos súper complicados. Yo había abierto las matrículas de mi nueva academia en marzo pasado, y perdí todo ese trabajo. Entonces, estar en esa situación anímica, tener que adaptarte al formato online y crear sin dudas que fue todo un tema. Imagino que en otras áreas puede ser similar”.

En este momento, ya está más acostumbrada a la rutina virtual. Sigue con su Escuela de Arte Flamenco Rocío González ( flamenco_rocio_gonzalez en Instagram, contacto en +5698803 6002), y reconoce que el proceso de adaptación fue complicado en un comienzo.

“Lo estuve conversando con mi mamá hace unos días, y le contaba lo difícil que ha sido para mí crear cuando estás en una situación psicológica y económica compleja, sin el espacio adecuado. Tuve que cerrar mi academia, y terminé haciendo clases en el living de mi departamento de un momento a otro”.

En ese sentido, agregó que “fue complicado crear. En condiciones normales, para ese proceso también me resulta muy importante tener a mis alumnas al lado, pues creo muchas coreografías en el momento. Tengo su retroalimentación, veo sus estados de ánimo, les preguntó cómo se sienten ese día. Todo eso influye”.

Con el paso del tiempo, Rocío se fue acostumbrando al nuevo escenario. Y en ese camino, sentirse más cerca y conectada con sus alumnas fue muy importante.

“Hacer esto a distancia es complicado, pues se necesita esa cercanía con las alumnas, y además estar en un espacio adecuado. Pero tuvimos que adaptarnos. No es una elección, había que hacerlo, y probablemente seguiremos igual, por lo menos, durante todo el primer semestre de 2021”.

De todas maneras, valoró lo vivido en este periodo, destacando que el interés que vio en sus clases también fue un factor relevante para ir adaptándose mejor.

“Igualmente, este proceso ha tenido sus retribuciones. Por ejemplo, con algunos cursos que me costaba más avanzar, y la asistencia fue mucho mejor que en otros años. Se notó esa necesidad de distraerse, de poner la mente en otra cosa. Igual, siento que necesito un descanso, replantearme, pues uno tuvo que adaptarse sobre la marcha. Jamás imaginé que haría clases online, fue un aprendizaje en todo sentido. Ahora ya hay que proyectar cómo lo haremos, se puede tener una mejor organización en este sentido, con lo que ya realizamos esta temporada”.

Además, agregó que “con Juanita Toro lo conversamos, que es difícil inspirarse, crear, cuando estás anímicamente mal. Eso costó, salir de ahí para empezar a hacer cosas. Pero después vino la satisfacción de ver a tus alumnas motivadas, que esperaban con ansias la clase para poder distraerse. Eso me ayudó mucho”.

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