Orgullosa y emocionada, Alejandra Costamagna recibió Premio Atenea 2019

27 de Enero 2021 | Publicado por: Ricardo Cárcamo
Fotografía: La Tercera

La ceremonia, antes de la pandemia, estaba programada para mayo 2020. Finalmente, se realizó de manera virtual en el marco de la reciente Escuela de Verano UdeC. Fue reconocida por su novela "El sistema del tacto".

Memoria, intimidad y soledad, emociones y situaciones que vienen rondando desde octubre de 2019, son parte fundamental de la novela “El sistema del tacto”, con la que la escritora Alejandra Costamagna ganó el Premio Atenea 2019.

Debido a la crisis sanitaria esta es la primera vez en que tanto la deliberación del jurado, compuesto por académicas y académicos UdeC y expertos externos, como la entrega de este reconocimiento, se realizaron en modalidad virtual. La ceremonia se realizó con participación de la autora, el rector Carlos Saavedra, y la directora de la revista Atenea, Cecilia Rubio, en el marco de la reciente Escuela de Verano.

En la ocasión, el rector Saavedra destacó que, pese a las adversidades que se están enfrentando, la UdeC ha realizado un esfuerzo especial por desarrollar todas sus actividades. Por ello, manifestó su satisfacción por mantener la continuidad en la entrega del reconocimiento.

“Son ya muchos años en la entrega de este Premio, en esta versión alternada entre actividad de creación literaria y de ámbito científico. Este año ganó Alejandra Costamagna, la séptima mujer en recibirlo. Con ello quiero destacar, además, nuestra preocupación institucional por ir construyendo paridad en todos los ámbitos, construyendo equidad de género en todos los espacios posibles, más allá de la calidad absoluta de la obra”, señaló.

Por su parte, Cecilia Rubio valoró la importancia de cuidar y preservar la Revista y el Premio Atenea. “La flexibilidad y el vínculo con la comunidad son valores que no debemos dejar de practicar a partir de los nuevos aprendizajes que experimentamos en cada realización”, señaló y comentó que, entre esos aspectos aprendidos, se determinó restringir la convocatoria 2019 a obra literaria de narrativa, de manera de no evaluar a la par libros tan distintos como poesía, ensayo y novela o cuento. Además, dijo, se contó nuevamente con un comité de búsqueda para ampliar el número de postulaciones y dar a conocer el premio a más escritores.

La decisión del jurado fue unánime. En esta ocasión estuvo compuesto por la Dra. Patricia Espinosa, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile y crítica literaria de Las Últimas Noticias; el Dr. Hugo Herrera, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y crítico literario de Grado Cero, como expertos externos, y, por parte de la Universidad, por el jefe de gabinete, Dr. Jaime Soto —en representación del rector—; el director de Extensión y Pinacoteca, Rodrigo Piracés, y Cecilia Rubio.

La directora de la revista Atenea destacó que la obra premiada es “compleja en su factura y ambigüedades, pero se deja leer con fluidez dada la llaneza del estilo narrativo. Por eso, valoramos, especialmente, la madurez del oficio escritural”.

Rubio destacó que “resulta curioso que la novela ganadora se refiera a la importancia del tacto justo el año en que nos ha tocado realizar casi todas nuestras actividades en modalidad virtual”.

Los huesos de las palabras

Para agradecer a la UdeC y a la revista Atenea por su reconocimiento, Alejandra Costamagna leyó un texto titulado “Huesos y jardines”, sustentado en 10 escalones, como ella quiso llamarlos. Allí revisó algunas escenas de su propia historia familiar y de otras autoras nacionales, poniendo en evidencia la naturalización de unas reglas implícitas y diferenciadoras hacia las mujeres, que ya vivió Gabriela Mistral en su época, y que aún permanecen en la sociedad. En ese marco, recordó los versos de Mistral ganadores de los Premios florales de 1914, donde menciona “el puñado de huesos”.

“Los premios literarios no están ajenos a eso. El premio Nacional de Literatura, desde su fundación en 1945, ha reconocido a 55 escritores y 5 escritoras y, de ellas, Gabriela Mistral ha sido la única poeta en recibirlo, hace 70 años además. Después del Nobel”, dijo.

Por otra parte, en otro escalón, señaló que “me emociona y atesoraré el Premio Atenea, recibido aun en pandemia, aun con un país en revuelta, aun con el mundo pendiendo de un hilo. Me conmueve por su tradición y por quien lo otorga. Es una gran felicidad compartir espacio con escritores y escritoras que admiro tanto. Me alegra contribuir a emparejar un poco la cancha, en términos de género”.

Chela Reyes, Marta Brunet, Luz de Viana, María Flora Yáñez, Guadalupe Santa Cruz y Pilar García, fueron las anteriores ganadoras del Premio Atenea. Y, al referirse a ellas, la reciente galardonada evidenció cómo, de alguna manera, existe una cierta concordancia entre el inicio de “Puertas verdes y caminos blancos”, novela con la que Reyes obtuvo en 1939 este reconocimiento, y el final de “El sistema del tacto”.

Finalmente, refiriéndose a su novela, señaló que “ahora que existe y hablo de ella en público y celebro este reconocimiento, entiendo que es un libro sobre identidades torcidas, sobre palabras indóciles, sobre la resistencia a una normalidad que se quiere imponer. Sobre pensamientos alojados en tiempos sin tiempos, en horrores que trascienden épocas, en puñados de huesos que buscamos sin descanso. Y, también, en la proyección de un jardín que esconde otro jardín y otro, y otro. Todo esto no lo sabía mientras lo escribía. Pienso que escribimos para entender qué es lo que hay dentro de lo que escribimos. Para encontrarnos con los huesos de las palabras”.