Aniversario de Coro UdeC coincide con partida de su director

23 de Agosto 2020 | Publicado por: Mauricio Maldonado
Fotografía: Corcudec

La interpretación online de la obra de Rossini “Il carnevale di Venezia”, que será liberada hoy en redes sociales de Corcudec, viene a celebrar este nuevo cumpleaños. Lo que también se enmarca como una sentida despedida a Carlos Traverso, quien luego de 12 años al frente de la agrupación coral, emprenderá un nuevo rumbo en tierras italianas.

Fue el 23 de agosto de 1954 cuando Heles Contreras, estudiante de Pedagogía en Inglés juntó a un grupo de amigos prepararon una presentación especial de canto, bajo el marco de la “Semana del Cahuín”, fiesta universitaria de aquella época. Con el paso del tiempo, aquel conjunto pasó a llamarse Coro UdeC, agrupación coral que se ha posicionado como todo un referente a nivel regional, así como también ha significado un verdadero semillero de destacadas voces, que incluso brillan en la escena internacional.

Todo un hito que pese a las restricciones y distanciamiento social que conlleva la actual pandemia, tuvo su celebración el viernes, con la interpretación en modo virtual de la pieza “Va, Pensiero”, de la ópera Nabucco de Verdi, y hoy con la obra “Il carnevale di Venezia”, de Rossini.

Sin duda, un cumpleaños sumamente especial y emotivo para Carlos Traverso, director del Coro UdeC, ya que la interpretación de esta pieza será su última vez al frente del conjunto coral, pues dejará su dirección una vez finalizado el mes. “Un aniversario rarísimo desde diferentes aspectos. Primero, que estamos encerrados y no estamos trabajando codo a codo, como lo hacíamos habitualmente. Y segundo, será mi última intervención que tendré como director”, acotó el también cantante lírico.

Traverso tomó la batuta del Coro UdeC en abril del 2008, doce años en que ha sido testigo en primera línea de la positiva evolución que ha sufrido el conjunto, manifestando que “en lo coral me voy súper satisfecho, porque dentro de todo este tiempo hicimos muchas obras, algunas típicas de repertoria, aunque igual nos atrevimos -tanto el coro solo como acompañando a la Sinfónica- a ampliarnos e ir mucho más allá, haciendo obras más exigentes y novedosas, nunca le tuvimos miedo a enfrentar nuevos desafíos”.

A lo que completó que “el coro progresó, notablemente, dentro de estos doce años. Lo cual no es solamente mérito mío, sino de todo un equipo. En la misma medida que la Orquesta progresó desde la época de Luis Gorelik, teniendo un crecimiento sostenido en su calidad, el coro no se podía quedar atrás. Afortunadamente, esas exigencias encontraron eco en el coro y estuvimos siempre a la altura. Hay mucho orgullo de parte mía por el trabajo que hemos realizado con el coro, ya que este en definitiva, amplió su repertorio, mejoró su calidad de sonido, mejoró sus habilidades para el aprendizaje y, con todo ello, sigue siendo un coro amateur que no pierde esa mística de coro amateur”.

Un período complejo

Para Traverso estos últimos meses con la batuta del Coro UdeC no han sido fáciles, primero, por el estallido social de octubre del año pasado y, luego, con la pandemia.

“Cuando la efervescencia social disminuyó, pensamos que íbamos a retomar nuestras actividades normales, lo que sólo duró por algo más de una semana. Habíamos programado una temporada propia del coro, pero así, como a todo el mundo, nos sorprendió la epidemia y hubo que cancelar todo”, confesó.
A lo que hizo hincapié en lo complejo que fue, en un principio, el reanudar la actividad a través de la virtualidad. “Hubo una parálisis absoluta de nuestra actividad coral, aproximadamente, por cerca de un mes y medio. No hicimos absolutamente nada, a lo más unos WhatsApps de manera interna. Después cuando pudimos vislumbrar el cómo venía la cosa para el resto de los meses, nos reactivamos y aprender de hacer las cosas de manera virtual, lo que fue bastante difícil para el coro. Fue complejo para mucha gente, puntualmente, en el uso de la tecnología, un aprendizaje complejo, pero que a la fecha ya hemos realizado seis grabaciones, incluyendo las de celebración del viernes y la de hoy”, sostuvo.

En promedio, cada temporada, el coro parte con una dotación de entre 80 a 70 integrantes, la que con el correr de los meses se estabiliza y queda en 60 voces, una cifra para nada menor y que conlleva una labor organizativa importante. “Es un grupo humano bastante variopinto, este último año lo integran personas entre los 18 y 80 años, como sesenta años de diferencia. Cuatro generaciones y de diferentes estratos culturales. Gente sin profesión y otras con mucha preparación, en general, es muy variada la gente que tenemos y cada una con su carácter determinado. Es una proeza el mantener una cohesión y respeto, bases para mí fundamentales de todo trabajo”, puntualizó el maestro.

Recalcando que “cuando llegué a la dirección sabía el dirigir a una agrupación coral, pero no de una magnitud tan grande y relevante como el Coro UdeC, sin duda, este ha sido el coro más importante que he dirigido en mi vida, tanto pasada como futura”.

En este sentido, aclaró que su partida se debe a motivaciones personales -se irá a vivir junto a su pareja a la localidad de Torriglia, provincia de Génova, Italia- y en ningún caso por disconformidad con el trabajo o conflicto con la actual administración de Corcudec, “por el contrario, un vez que finalice mi período igual pueden contar conmigo para lo que necesiten. Doce años es bastante tiempo, a veces uno se queda corto de ideas para el coro, quizás, sin ser la razón principal de mi partida, pero siento que no estaba siendo tanto aporte como al inicio. Me voy esencialmente por partir un nuevo proyecto personal y de pareja, que también coincide con el hecho que se me reconoció la nacionalidad italiana. Lo que abrió automáticamente muchas puertas”, concluyó la batuta.