Cultura y Espectáculos

Despejado: Con espíritu de cantautor por los márgenes del indie rock contemporáneo

Juan Pablo Moreno desde el 2016 emprendió esta propuesta sonora, de la cual ya ha facturado los discos “Despejado” y “Un nudo, una rama”, liberado en febrero pasado. Antes que concluya este 2020, marcado por la pandemia, promete novedades.

Por: Mauricio Maldonado 09 de Agosto 2020
Fotografía: Cedida

El nacimiento de Despejado coincide con un momento especial en la vida del músico Juan Pablo Moreno. Un período fértil y prolífico en lo creativo, “en que sentía que tenía un campo abierto por donde moverme. Pensaba, metafóricamente, en un lienzo en blanco donde pintar, o un camino ‘despejado’ por donde transitar, de ahí el nombre”, comenta.

Pero más allá de este tema compositivo creativo, el nombre de esta propuesta sonora guarda también relación con nuestra ciudad. “Al imaginarlo, también me evocaba esas mañanas de invierno en Concepción, cuando sale el sol después de una noche lluviosa. Un día despejado, pero frío. Me agradaba esa idea para describir la música que estaba componiendo”, confesó.

De ahí en adelante, 2016, cuando el músico residía en Santiago, y por la cierta influencia del ajetreo artístico cultural capitalino, brotaron una serie de canciones diferentes a todo lo hecho antes de aquel año. “Quería que esta nueva música estuviera dentro de los márgenes del rock, que es el estilo que más me gusta y con el que me siento más cómodo, pero que fuera más cuidada, haciendo énfasis en los arreglos, la producción musical y las letras”, dijo.

Completando que “tenía la idea también de que fuera un proyecto que reuniera mis canciones, sin ser una banda propiamente tal, ni tampoco un solista con nombre y apellido”.

De este camino de cuatro años y contando, se desprenden los discos “Despejado” (2016) y “Un nudo, una rama”, estrenado en febrero de este año. “Ambos fueron íntegramente grabados en mi estudio casero, y el más reciente cuenta con colaboraciones de Dulce y Agraz, Javier Barría y Pablo Orellana de Parálisis del Sueño. Las letras de ‘Un nudo, una rama’ tratan temas como el paraíso perdido, el viaje, la soledad, la confusión, el cambio y la búsqueda de sentido. La imagen del árbol (el nudo y la rama) en ese contexto es crucial: si el tronco representa a una persona, las ramas son sus vivencias, sus experiencias, sus viajes y la extensión necesaria para encontrarse con otros”, detalló Moreno.

Música de guitarras

Una propuesta sonora que el músico define como indie rock con espíritu de cantautor, es decir, “música que suena a indie rock o rock alternativo por su instrumentación, pero que en el fondo están basadas en la voz y la guitarra acústica. Me inspiro en el rock alternativo de los años noventa, como también en el indie rock contemporáneo, por lo que es, por sobre todo, música de guitarras”.

Es dentro de ese estilo, que si bien hay distintos exponentes en el ambiente musical penquista que también lo profesan, lo de Moreno tiene un sello distinto. “Creo que uno de los elementos de mi música que la distinguen levemente de otras propuestas locales, es el uso de las dinámicas. Las canciones suelen tener variaciones importantes de intensidad, mostrando momentos muy tranquilos y otros que son ruidosos, tormentosos”.

A lo que añadió que “hay una búsqueda por representar, a través de la música, paisajes de soledad. Estos pueden ser espacios íntimos o enormemente abiertos, pero que en última instancia tienen como fin propiciar un ambiente de reflexión, pues las letras son principalmente introspectivas”.

En cuanto a sus planes futuros, marcados por la contingencia pandémica, el guitarrista comentó que “pronto lanzaré una sesión acústica en video, y a fin de año tengo planeado publicar dos canciones nuevas, gracias a la adjudicación de un Fondo de la Música. Para el 2021, si todo mejora, me gustaría dedicarme a tocar en vivo el material que ya he editado, y ojalá llevarlo a muchos lugares”.

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