Libro profundiza en los eventos organizados por Gonzalo Rojas y que dieron pie a la actual Escuela de Verano.
Al consultar por las actuales Escuelas de Verano, muchos dicen que su origen estuvo en estas citas. Eventos donde vinieron figuras de talla mundial de las letras, con tertulias hasta hoy comentadas por quienes están ligados al mundo de las letras. Esa historia la recoge “Cambiemos la aldea. Los Encuentros de Concepción. 1958, 1960, 1962”, libro escrito por Fabienne Bradu y presentado en la Casa del Arte de la UdeC.
El acto de lanzamiento, además de la autora, contó con la presencia del rector Carlos Saavedra, de Cecilia Rubio, directora de la Revista Atenea; Rodrigo Rojas Mackenzie, de la Fundación Gonzalo Rojas; y el poeta y crítico Pedro Lastra.
“El libro demuestra que su autora se tomó el trabajo de buscar, leer y organizar comprensivamente el material, para poder seleccionar los documentos que se publicarían. Pese a que se trata de una antología, es decir, a una selección, da la impresión de ser exhaustiva. Es el trabajo más completo del que disponemos hasta hoy para conocer de los encuentros organizados por Gonzalo Rojas”, comentó Cecilia Rubio.
Además, la directora de la Revista Atenea agregó que “permite a los lectores hacerse una idea bastante cercana de las interacciones y diálogos que se produjeron entre los escritores al restituirles la palabra”.
Óscar Lermanda, director del Sello Editorial de la UdeC, comentó que “su lanzamiento, en Santiago y Concepción, sin duda, es una de las actividades de mayor simbolismo para la UdeC en el marco de su Centenario. Esta obra reconstruye de forma minuciosa la historia de los famosos encuentros de escritores organizados por Gonzalo Rojas en nuestra universidad, desde finales de los ‘50 hasta 1962”.
Además, agregó que “se trata de uno de los periodos más fructíferos y creativos donde el cultivo de las artes y el pensamiento pusieron a la UdeC en primerísimo lugar en Chile y el extranjero. Por diversas razones, que en parte explica el libro, esta etapa importante de logros de la UdeC fue quedando en el olvido. Su publicación representa un acto de rescate de la memoria perdida”.
En la ceremonia, también, se realizó la firma del convenio para el desarrollo de la cátedra Gonzalo Rojas. “Su relevancia está en el hecho de que él ‘pertenecía’ a la Universidad, aquí inició su carrera como académico, fundó el Departamento de Español, dirigió Extensión y creó las escuelas de temporada y los encuentros de escritores, y lo hizo para la Universidad y para Concepción”, dijo Cecilia Rubio.
La directora de la Revista Atenea indicó también que “su labor fue la de crear y construir, y particularmente, la de conectar a los actores del campo cultural, intelectual, científico y artístico entre sí y también con el público. En este sentido, fue una de las personas que más aportó a poner en primer plano a la Universidad, en Chile, Latinoamérica y el mundo. Todo esto lo convierte en uno de los nombres más legítimos e idóneos para nominar una cátedra de la UdeC, que represente su espíritu y vocación de diálogo, de encuentro y de proyección del conocimiento y del pensamiento universitario hacia la comunidad”.