Pese a su tremenda fama, René Ríos Boettiger no aceptó discursos en su despedida de esta tierra. Así lo manifestó un mes antes de partir, en medio de su agonía, en el epílogo de su existencia. No hubo un continuará al pie de página ni tampoco un plop, solo cerró sus ojos para luego descansar en el mar que tanto amaba, como fue también su último deseo.
Luis Yáñez Morales
Periodista e impulsor de Pepo es de Conce
A un año de su fallecimiento, el periodista e investigador Jorge Montealegre, en su artículo “Pepo, mucho más que un Condorito” relataba, con sentimiento, como fue la partida del maestro. “En julio del recién pasado año 2000, falleció Pepo a los 88 años. «Tras la paletada nadie dijo nada», pero no por la ingratitud de sus admiradores. El largo silencio fue para cumplir con la voluntad de Pepo, quien pidió que no hubiera discursos de despedida y que sus cenizas fueran lanzadas al mar, frente al Quisco. Quedaron muchas palabras sin decirse. Palabras necesarias para acusar la pérdida del autor de un patrimonio iconográfico fundamental que ilustra la «chilenidad cotidiana» de al menos medio siglo de nuestra historia”.
El colega Montealegre continúa su texto señalando que “Pepo fue grande. Probablemente el dibujante humorístico chileno más completo del siglo XX. Se destacó en el humor político, deportivo, picaresco y para niños. También en la ilustración de libros y en la publicidad. «Condorito», su personaje de mayor trascendencia y que le reportó más reconocimientos, no es la única huella de Pepo en la historia del Humor Gráfico de Chile”.
El sábado 15 de julio de 2000, en portada, El Sur de Concepción despedía a Pepo, señalando en un pequeño titular en la esquina superior derecha “Dibujante Pepo murió en la capital”.
En su caricatura editorial, Omar Campos, Oniri, le dedicó también un dibujo donde los personajes de Condorito vestían de luto, frente a la tumba de su creador. En interiores dedicó dos artículos a la muerte del maestro. En el desaparecido diario Crónica de Concepción, hoy La Estrella, en su página 24 tituló “Condorito invitó al cielo a su amigo Pepo” con una foto de René Ríos y dos caricaturas del plumífero.
Emol fue más directo y tituló “Falleció Pepo, creador de Condorito”, destacando en sus primeras líneas que “René Ríos se encontraba en su domicilio y estaba en delicado estado de salud desde hace un mes, según señalaron sus familiares”. Continuaba detallando que a “las 15.00 horas de hoy (14 de julio) comenzarán a ser velados en la capilla del cementerio Parque del Recuerdo, los restos del destacado caricaturista”.
La mayoría de los medios latinoamericanos, en los países donde circulaba la revista, hizo referencia a la muerte de Pepo, sin embargo, El Comercio del Perú, el decano de los medios escritos de ese país, puso en portada su fallecimiento y le dedicó sentidas líneas sobre su partida en un suplemento.
Según la hermana de Pepo, Amanda Ríos, su querido René amaba el mar. “Su lugar favorito siempre fue la Desembocadura del Bío Bío. Hasta allí llegaba con su familia –compuesta por sus padres, y sus tres hermanos Amanda, Julio y Marcelo- para contemplar la mesura del río y la fuerza del mar, dos actitudes que resumen el ímpetu de su trazo hasta el fin de sus días” destacaba en revista Nos.
Tal vez por eso Pepo eligió, antes de que el cáncer nos robara su genio, que sus cenizas fueran arrojadas al Pacífico en el balneario de El Quisco, en la región de Valparaíso, frente a su casa. Era su lugar preferido, pues allí compartió junto a su familia y a su amada Olive momentos felices y porque ahí, en ocasiones, acostumbraba dibujar mientras observaba el atardecer del mar que tanto amaba.
Esta historia
continuará…
(Artículo parte de la campaña ciudadana fb.com/PepoesdeConce)