Verónica Torres, pianista de la Sinfónica UdeC: Una mujer enamorada de la música de cámara y de Concepción

26 de Mayo 2019 | Publicado por: Ignacio Abad Parraguez
Fotografía: Cedida

Inició su romance con el piano a los cinco años y ha recorrido mundo gracias a su talento. Desde 2008 ha deleitado a miles de penquistas en sus presentaciones con la Orquesta Sinfónica UdeC.

“Soy mamá de seis hijos y abuela de diez nietos. Y, bueno, desarrollar mi carrera en paralelo a la crianza de mis niños fue bastante difícil, ya que tocó viajar mucho al extranjero por giras con cantantes o con el coro del Teatro Municipal (de Santiago). Hubo viajes en que me quedaba por semanas y meses. Fue complicado, pero se pudo. Mis hijos siempre lo valoraron y, gracias a eso, somos un verdadero clan y disfrutamos los momentos en familia”.

“Comencé a estudiar piano desde los cinco años. Partí en Chillán, pero me fui a los 14 años a Santiago y tuve el privilegio de aprender de Elena Waiss en la Escuela Moderna de Música. Ella me guio a definirme a la música de cámara y acompañar a instrumentistas o cantantes, dado que leía muy bien todo lo que tenía por delante, pero no tenía buena memoria. Fue una proposición que me encantó, que me llevó a perfeccionarme en esa área y después en ópera”

“También fui tutora o profesora. Comencé con ayudantías en la Escuela Moderna de Música y, posteriormente, dictando clases. Después, me vine a Concepción e impartí clases en Conservatorio Laurencia Contreras y con el maestro Helmut Obrist en el Conservatorio Concepción. Tiempo después volví a Santiago y estuve doce años como pianista de ópera en el Teatro Municipal”.

“En 2017 recibí un Premio Ceres, que fue muy importante para mí. Fue algo que sentí como un reconocimiento a mi carrera y todo el sacrificio que uno hace realmente por amor a la música”.

“Llegué hace once años a Concepción. En abril de 2008, para ser más específica. Yo igual venía todos los años a preparar la ópera, pero después ofrecieron venir definitivamente para ser parte de la Sinfónica de la Universidad de Concepción como pianista de la orquesta y coro”.

“Al llegar a la Orquesta Sinfónica de la UdeC quedé impresionada de la calidad de los profesionales y, sobre todo, del buen ambiente que se daba, algo que no se daba con frecuencia en otras orquestas. Eso lo puedo afirmar, porque siempre percibí rivalidad y otras actitudes en otros lugares donde trabajé, pero acá no se generaba este tipo de situaciones. Otra cosa que me encantó es el desafío de hacer harto repertorio y preparar obras muy interesantes, que no pude desarrollar antes en mi paso por el Municipal. Eso y preparar la ópera, como todos los años, me ha provocado mucha alegría y satisfacción”.

“Volví a Concepción, supuestamente, para bajar las revoluciones, pero igual me ha tocado trabajar muchísimo. Aun así, no puedo quejarme, pues amo Concepción. Concepción es una ciudad que me encanta por su tranquilidad y porque ofrece un sinfín de panoramas culturales. Disfruto mucho vivir acá”.