Desde pequeña, la vida de Ariana Riffo ha estado cruzada por la música, como ella misma plantea “No sé si yo elegí a la música, o ella me eligió primero”. De potente voz, hipersensible y extrema, ha sido parte de diversas bandas y estos últimos años ha dividido su tiempo en ser madre, cantante y estudiante. Es así que actualmente está al frente del promisorio grupo Mr. Pilz, canta para diversos eventos y está en el quinto semestre de Producción Musical en Santiago. “Canté en bandas y en bares desde los 15 años, pero siento que me decidí por la música un poco tarde, luego de fracasar en mi primer paso por la universidad. Las vueltas de la vida me llevaron a aparecer en televisión, una etapa que hizo darme cuenta lo poco que creía en mí, pero que me llevó a escenarios muy bonitos, y comencé a estudiar canto, vinieron los eventos, canté con artistas connotados, di espectáculos con la orquesta UdeC, gané festivales, hice shows en gran parte de Chile, viajé incluso a cantar a Toronto. Comencé a hacer clases de canto y me di cuenta que quería desarrollarme y crecer como artista, no solo como cantante”.
Precisamente, con un rumbo plenamente definido, Ariana se encuentra trabajando de lleno en la música, con planes y proyectos que van más allá de su banda. “Estoy coproduciendo mi propio proyecto musical junto al músico y productor penquista Marcelo Melipil, También estoy preparando junto al equipo de Loica el lanzamiento de nuestra revista digital dedicada a promover proyectos musicales independientes. Estoy haciendo registro en estudio de bandas, componiendo, enfrentando el piano, la guitarra, los sintetizadores, el sonido, la armonía, el mundo, la incertidumbre económica y el miedo al fracaso”.
Sobre la valorización de la mujer, puntualmente, en la industria musical, la cantante es clara en señalar que esto parte, en primer lugar, desde una misma, lo cual influirá en la calidad y en la confianza que se proyecta, “hay que tener una visión clara en esto, porque estamos expuestas a gente que no entiende ciertos códigos, a mentalidades arcaicas, a hombres y mujeres machistas. Pero me quedo con lo positivo, hay un grupo de mujeres en la industria musical penquista que está unido, se levanta y apoya, queremos ser visibles a través de la colaboración, todas podemos ser reinas, sin necesidad de competir, hay profesionales del sonido, producción, y músicas con proyectos muy bonitos, y nosotras mismas lo estamos levantando con trabajo y actitud”.
En este mismo sentido son sus palabras en relación a la igual de oportunidades entre ambos sexos, destacando el gran momento, de tintes históricos, en el cual estamos viviendo. “, creo que la mujer ha tenido que demostrar que es buena en algo a punta de trabajo, más allá de su físico, somos nuevas en muchas disciplinas que antes desempeñaban solo hombres, y estamos demostrando que el ‘toque femenino’ plantea una nueva visión de las cosas, otros puntos de vista. No creo en una competencia hombre-mujer, creo en que podemos avanzar hacia el complemento, y el hombre también está aprendiendo, aunque hemos sido ‘hijas del rigor’, y eso nos aporta un power extra”.