Los premios SAG son los grandes pronosticadores de los Premios de la Academia. Hoy se conocen los ganadores de los primeros, a menos de una semana de las nominaciones de los segundos, de las más volátiles en unos cuantos años.
Gaga no se interpreta a sí misma en el filme de Cooper. No tanto. En general, pensamos en ella vestida de carne de res y sostenes de escopetas, ergo, la cotidiana Ally nos provee una visión donde está casi irreconocible durante gran parte del metraje. Bien puede ser considerado un papel autobiográfico, ¿y qué hay de malo en eso? ¿Qué les impide a los artistas utilizar su propia vida como lienzo? Es lo que todos hacen alguna vez. Cualquier actriz sería acusada de hacer de sí misma en Nace una estrella. En una película sobre música, no puedes tener a una actriz desconocida como la protagonista, porque el ascenso a la fama de su personaje no sería creíble; necesitas a alguien que ya haya recorrido su propio camino, para que el público asuma al personaje como alguien verosímil, y en especial, si canta, la actriz debe tener una voz probada. El trabajo de Gaga es excepcional.
Ahora veamos el caso de Colman. La favorita no es lo más comercial de Yorgos Lanthimos (está lejos de ser convencional), pero Colman ganó la Copa Volpi en Venecia, por interpretar a la Reina Anne de Inglaterra, una monarca oscurecida, casi olvidada, por la historia de su país. ¿Quizá porque es mujer? Tal vez. En ese caso, Anne es una mujer postergada tanto como la Joan Castleman de Close, y estos personajes son emblemáticos del sentimiento general en la industria el año pasado. Hay quienes arguyen que Joan es un personaje autobiográfico para Close, dado que es una mujer cuyo marido recibe un prestigioso premio en lugar de ella. Mas ese análisis es muy forzado y no creo que Close lo vea de ese modo; en otras palabras, es justo lo que pensó la Academia antes del martes pasado.
El problema es que Gaga y Colman están en dos cintas mejores que La esposa, donde, por el contrario, Close está peleando sola: la suya es la única nominación del filme, y eso le juega bastante en contra. El único argumento válido aquí es la deuda de la Academia para con ella. Colman es británica, y es muy probable que eso le conceda el Bafta. SAG podría vislumbrar esto y aprovechar de honrar a Glenn. Aunque será un baño de sangre.
Prefiero que Close pierda, pues ansío ver la versión fílmica del musical Sunset Boulevard donde interpreta a Norma Desmond, la protagonista de la magistral película homónima de Billy Wilder. La única razón para producirla sería darle a Glenn un Óscar, el cual ganaría fácilmente. Hasta el momento, sólo han habido conversaciones al respecto, y de perder ella, tal vez se esfuercen en respetar la calidad del material fuente. O sea, sería buenísimo.
Rami Malek es el gran favorito del público para ganar por su trabajo en Bohemian Rhapsody. Y, aceptémoslo, al hacer que despidieran al negligente Bryan Singer fue la decisión más ejecutiva que pudo haber tomado alguien de ese equipo; Malek, al cabo y al fin, vendría siendo el director oficial de esa película, dado que su actuación ya lo posiciona como el autor de ésta. El guion homófobo y trillado no es su culpa, tampoco la prótesis dental que no lo ayudó mucho, y no se parece a Freddie Mercury, pero consigue personificarlo al punto de que no podamos imaginarnos a ningún otro actor en el papel. Tampoco es su culpa no poder cantar como Mercury (nadie podría), mas su interpretación trasciende los obstáculos de la producción. Lo natural es que SAG reconozca su enorme esfuerzo en sacar adelante el proyecto y que se traduzca en un Óscar.
Si no, caería en manos de Christian Bale en El vicepresidente como Dick Cheney. El filme de Adam McKay cuenta con 8 nominaciones al Óscar. pero no es un éxito de taquilla (aún no se estrena en Chile) y no es popular en SAG: la única otra nominada es Amy Adams como su esposa. Tanto Bale como Malek actúan ayudados por un elaborado trabajo de maquillaje protésico, interpretan a personas reales, y eso les gusta a sus colegas.
Mas quien podría arruinarles la fiesta es Bradley Cooper como Jackson Maine en Nace una estrella, que él mismo dirigió, coescribió, etc. La Academia lo ignoró como director, y tal vez los actores reconozcan el tremendo mérito detrás de una de las mejores películas del año con un premio; él es tan o incluso más autor de Estrella como Malek de BoRhap. Ambas son éxitos de taquilla y cuentan con elencos nominados, y podrían dividirse el voto.
Locamente millonarios no fue considerada por la Academia, así que no hay necesidad de que el SAG reitere los elogios generales del filme con un elenco asiático. Pantera Negra es el primer filme de superhéroes/cómics, con un elenco compuesto en su mayoría por prestigiosos actores afroamericanos, en ser nominado; no creo que pase más allá.
BoRhap podría asomarse aquí de no ganar Malek; también sería un premio al esfuerzo colectivo, sobre todo por conseguir que el filme fuera el taquillazo que es (lo único de verdad sobresaliente son las actuaciones). Nace una estrella tiene interpretaciones descollantes, y es un logro impresionante para un remake. Su popularidad también le suma ventaja, y tomando en cuenta de que Cooper y Gaga no están seguros en sus categorías, ellos tienen la delantera.
Mas yo le doy mi voto a BlacKkKlansman. Es mi película favorita de 2018, ha conseguido todas las nominaciones necesarias para tener una oportunidad seria en los Óscar; aún no ha ganado nada, pero John David Washington y Adam Driver están nominados como Mejor Actor y Actor de Reparto, respectivamente. A SAG le gusta la cinta de Spike Lee, y por fin podría ganar un merecidísimo premio.
La categoría que más me intriga es la de Mejor Actriz Principal. Sobresalen tres nombres que las juegan por el Óscar, SAG y Bafta: Glenn Close por La esposa; Olivia Colman por La favorita; y Lady Gaga en Nace una estrella. Close es una de las grandes actrices del cine. ¿Es meritoria de un Óscar? Seguro. ¿Este año? Lo dudo. Mas sus colegas podrían darle el galardón para presionar al resto de la Academia.