SCD da vuelta la página y proyecta un año cargado de actividades

29 de Abril 2018 | Publicado por: Mauricio Maldonado
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Tras un año 2017 marcado por la polémica “Scaramelli”, la Sociedad Chilena del Derecho de Autor sigue con su incansable labor de apoyo a los músicos nacionales y tiene por delante una serie de interesantes iniciativas.

Se ha convertido en una especie de tradición que va más allá de sólo cumplir como asociación, sino más bien en generar pertenencia y cercanía, ofreciendo siempre algo más que lo meramente protocolar.

Hace un par de días,  los representantes de la Sociedad Chilena de Derecho de Autor (SCD), René Calderón -secretario regional- y Andrés Pérez-consejero- estuvieron de visita por Concepción para reunirse con los socios locales y además ser protagonistas de una charla en la Ucsc. “Hace como cuatro años que decidimos hacer estas giras de regiones para conocer las falencias y carencias de nuestros músicos, por un lado, y por otro, a través de los distintos medios de comunicación dar a conocer y comunicar a la gente, que los músicos, cuál es la labor realmente de la SCD, que es más que esta entidad que cobra derechos, administra y les paga a los músicos. Tenemos una labor que tiene que ver con un aspecto social y con lo que respecta a la difusión y creación”, señaló Calderón, quien además es director de orquesta, productor musical y arreglador.

En esto último, Pérez, destacado compositor y saxofonista de jazz, hizo hincapié en que se “cumple una función social, de ayuda al músico, de impulsar la industria que estuvo digamos cabizbaja y que estos últimos 30 años se ha trabajado duro en impulsar con el premio Pulsar, por ejemplo, de reconocer en vida y también de visibilizar el trabajo de muchos creadores de distintas vertientes estilísticas y también de posicionar la música en el sitial que se merece. La SCD es más que una agencia de cobranzas, sino que es una aliada dentro de todas las plataformas que ayudan a difundir la música”.

Es así como dentro de fortalecer la labor de los músicos a nivel nacional, esta sociedad organiza y produce no tan sólo los Pulsar (cuya ceremonia de premiación será la segunda semana de junio), sino además una serie de interesantes y destacadas actividades. En lo más próximo, se mantienen abiertas las postulaciones al Premio Margot Loyola a la Música de Raíz -hasta el 14 de junio-, la cual a la vez este 2018 se celebran los 100 años de su natalicio.

Las 10 obras ganadoras serán parte de una producción discográfica de 500 ejemplares, a lo que se suma la entrega de un único premio en dinero y cuya ceremonia será durante septiembre. También, está la Feria Pulsar para noviembre, premio Vicente Bianchi, el cocnurso de música infantil Vittorio Cintolesi, la celebración el 4 de octubre del Día de la Música Chilena, entre otras cosas. “Todas estas iniciativas, que  buscan fortalecer la industria, también visibilizan esta suerte de bienestar cultural, hace fortalecer el sentido de pertenencia, de lo propio, de creernos el cuento”, reforzó Pérez.

Nuevos socios y daño de imagen

Para los interesados en ser parte de la SCD, ahora sólo es necesario contar con una grabación, sencillo o EP y acercarse a las oficinas en Santiago -Avenida Condell 346- o por medio de las visitas que realizan por regiones anualmente, en donde aparte de los consejeros siempre vienen ejecutivos que se encargan de ese tema.

“Teníamos cinco categorías de afiliados e implementamos el año pasado una nueva categoría, la cual pide lo menos posible a los músicos para poder ser socios. Antes era requisito que tuviese difusión, hoy en día es suficiente con la grabación para poder incorporarse. A medida que pasan los años se va ascendiendo como socio”, aclaró el secretario general.

No cabe duda que el 2017, la SCD vivió uno de sus años más polémicos cuando algunos de sus consejeros y socios -encabezados por el actual diputado Florcita Motuda- criticaron duramente al entonces presidente de la sociedad Álvaro Scaramelli, por excesivo enriquecimiento debido a lo abultado de sus ingresos -cerca de $130 millones en un año y medio-por conceptos de derecho de autor para composiciones para espacios televisivos.

“Fue un episodio polémico, pero hubo demasiada desinformación al respecto. Finalmente, lo que Álvaro hizo es tomar una pega y le ‘pegó el palo al gato’, condenarlo porque hizo una canción, que a lo mejor son cuatro acordes con una letra fácil, pero la hizo, y cuando a alguien le va bien no te tiene porque dar rabia. Debiéramos alegrarnos cuando a un colega le va bien y eso fue lo que él hizo, generó mucha plata, porque la música para televisión es así, pero fue producto de su trabajo. Para mí lo que se hizo con él fue un ‘asesinato’ de imagen”, aclaró Calderón.

En este caso, se realizó una profunda investigación consistente en dos auditorías externas y una interna, a las que se llegó a la conclusión que el dinero que se le pagó era lo correcto. Resolución que es pública y que fue subida al sitio web de la SCD.

“Nosotros representamos a muchos socios, a muchos colegas, y de alguna u otra manera es importante seguir con la rigurosidad en la transparencia. El resultado de esto es público, está en nuestra página web y cualquier persona puede acceder a ella. Es un episodio lamentable y que habla un poco en general de nuestra idiosincrasia, debemos alegrarnos del éxito de los otros y no hacer lo contrario”, añadió Pérez.

A lo que el secretario general añadió que “no sólo se dañó su imagen sino también la de la SCD. Él como presidente fue extraordinario, se lograron cosas muy importantes”.