Guido Nisenson es un ingenio en sonido y productor musical argentino que tiene un currículum, en el mundo de la música popular, que cualquiera lo quisiera.

Fue bajista de la legendaria banda argentina Las Pelotas (también fue parte de Fricción, grupo que tuvo entre sus filas a Gustavo Cerati), y frente a la consola ha trabajado con los grandes del rock transandino: Charly García (“Say No More” y “Alta Fidelidad”), Andrés Calamaro (“On the Rocks”) y el fallecido Luis Alberto Spinetta (“Silver Sorgo”).

Pero como si lo anterior fuera poco, su nombre está asociado a discos clásicos como “Big Yuyo” de Los Pericos y, en Chile, “La Espada & La Pared” de Los Tres y “Vivo” de Joe Vasconcellos.

Hace unos días Nisenson estuvo en la zona, invitado por la Corporación Cultural de San Pedro de la Paz, donde junto a su hijo Dan, dictó una clínica de producción y composición musical. Además, ambos Niseson grabaron y produjeron un par de canciones en Estudios Artefacto con los ganadores del Cuarto Festival Estudiantil de Bandas y Voz que cada año organiza la citada corporación. El material, con la banda Nadir, y las voces de Sofía Abarca, Macarena Jerez, todos ganadores del concurso, será parte de una disco que pronto verá la luz. En el registro también participaron talentos locales como Bastián Flores, María Ignacia Rojas, Milagros Guíñez y Fernanda Moroni.

Pese a lo apretado de su agenda, en conversación con Diario Concepción, el argentino habló de su visión sobre el futuro de la música y, obvio, opinó sobre el presente el rock local y nacional (sin ir más lejos estuvo detrás del disco que significó la resurrección de Chancho en Piedra, “Funkybarítico, hedónico, fantástico”).

“Para mí no es una sorpresa (encontrar buenas agrupaciones), porque para mí Concepción es un semillero de música, siempre. De hecho, el primer grupo con el cual trabajé en Chile, durante la década de los ‘90, es de Concepción, Los Tres. La cantidad de música, grupos y cantantes con potencial que hay aquí no es sorpresa. Sí, me sorprendió que siendo un municipio pequeño, haya tanto desarrollo cultural en San Pedro de la Paz. Es una sorpresa agradable, porque casi a contramano de los tiempos en que vivimos, esa inversión en cultura no sólo es bueno, es un reclamo para el turismo y muchas otras cosas”, comentó al ser consultado por el nivel musical con el cual se encontró.

La frase sobre el trabajo que se realiza en San Pedro, por cierto, no es gratuita. El argentino trabajó en el EP de los sampedrinos Club Calaca y hace un año había estado en la zona acompañando a Manuel García en un show del ariqueño en el Anfiteatro (hoy trabaja con el cantautor en el sucesor del disco “Harmony Lane”).

“Escuchamos a muchos chicos y chicas, y me tocó grabar con la banda ganadora del festival (Nadir) y la influencia británica sigue presente en lo que se hace aquí (…). Ahora, lo que creo que falta en el desarrollo de la música, para competir en las ligas mayores, es terminar de plasmar esa identidad que ya existe. Y para ello se necesita apoyar el trabajo que hacen instancias como la Corporación Cultural de San Pedro… Talento sobra, lo que falta es apoyo e infraestructura”, sostuvo.

– ¿Dónde crees que está el futuro de la música desde el punto de la difusión y el soporte? Preguntó porque parece que el CD ya está en retirada y ha renacido el vinilo.

– Está claro que el futuro está en la red. Lo que no está en la red es como si no existiera, aunque se toque en vivo. El CD está por desaparecer y el vinilo es para los melómanos, los fanáticos como yo. Lo que pasa es que la red no está dando dinero, a menos que tengas millones de vistas o visitas.

– Trabajaste con los grandes de Argentina y me pregunto si ves a alguien que pueda tomar ese lugar aquí en Chile, ves algún músico que pueda ser referente para las próximas generaciones.

– Sí. Algunos ya están dando la vuelta y empiezan a aparecer los nuevos grupos y músicos que van a ocupar ese lugar. Hay una generación que ya está establecida como Camila

Moreno o Pablo Ilabaca que lleva muchos años tocando, y que en estos años se ha rebelado a otras expresiones. Chinoy, me parece, es algo absolutamente único.