Para los productores locales la obtención del Oscar responde a la calidad de la obra y del posicionamiento en el mercado audiovisual de Daniela Vega.
Sin dudas, el domingo 4 de marzo, pasará a la historia como el día en que el cine chileno se elevó a una nueva categoría, una de excelencia y madurez. La obtención del Oscar por Una mujer fantástica en la categoría Mejor Película de habla no inglesa, no sólo posicionó a la industria nacional como la segunda en Latinoamérica en lograr la distinción -después de Argentina- sino en poner sobre la mesa la reivindicación de la identidad de género, personalizado por la actriz transgénero Daniela Vega.
En cuanto la actriz Rita Moreno declaró a la cinta dirigida por Sebastián Lelio y producida por los hermanos Larraín (Juan de Dios y Pablo) y Gonzalo Mora, no tardaron en llegar las felicitaciones y reconocimiento por el trabajo realizado y es que el cine chileno lleva media década siendo nominados a varios premios de la academia. Logrando su primer triunfo con Historia de un Oso en 2016.
Justamente, para el productor del Mejor Cortometraje Infantil, Patricio Escala, éste nuevo logro audiovisual es en respuesta a la “excelencia detrás de la película, tanto del mensaje como de la forma en que fue dirigida y narrada. Tampoco se puede dejar de mencionar la destacada campaña que hizo el equipo de producción, presentándose en todos los medios especializados del mundo, posicionando a Daniela Vega como actriz”.
Una temática universal
Otra de las características que les permitió coronarse con el máximo galardón de las artes visuales es, a juicio de Marcelo Ferrari -fundador de Buen Puerto, director y fundador de la Carrera de Cine de la Universidad del Desarrollo- que el cine chileno está en plena madurez y “sigue preocupado de temas sociales y humanos. Ésta no es sólo una película que logra conectarse con el público a nivel internacional, sino que es una valiente que pone un tema complejo que debería preocupar a la sociedad”.
Para el estudiante de derecho que ganó un Emmy por el premio Young Creative Award, Roberto Almeyda, la pelea por la estatuilla estaba compleja, de hecho pensó The Square sería la elegida, pero el filme nacional tenía un mérito diferente y es que “atendieron una temática que no estaba explorada en el mundo del cine”.
A pesar de lo anterior, aseguró que afirmar que esa fue la razón determinante para el logro “es menospreciar el fondo de la película, porque técnicamente y como temática, tenía lo necesario para ganar”.
Las críticas desde la transfobía
Autoridades, actores, artistas y amantes del séptimo arte ocuparon las redes sociales para expresar su alegría y felicitaciones al elenco, en cambio, otros centraron sus críticas no precisamente en la calidad del filme, sino en la orientación sexual de la protagonista.
Ante eso, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Valentina Medel, dijo que “los comentarios homófobicos siempre dan la nota baja en estos casos, pero lo importante es que el país está avanzando hacia la equidad de género”.
Además, agregó que “este premio no es sólo el reconocimiento de un director por el arte de la película sino, también, un reconocimiento por las vivencias y las discriminaciones que se ven expuestas las personas trans por no tener derecho a una identidad de género. Ella representa la voz de todos los que pasan por eso”.
Una oportunidad para el cine
Para el penquista y productor de Historia de un Oso, esta nueva distinción debería venir de la mano con el apoyo a los creadores que se grafique en “contar con espacios de exhibición del cine chileno en las salas nacionales e internacionales y para el reforzamiento de los fondos del Estado”.
Y es que todos los entrevistados apelan que en Chile el talento está, pero falta la segunda parte de la ecuación, el financiamiento. A pesar de eso, aseguran que este éxito es la confirmación del mejor momento para el cine nacional.