Con una carrera que comenzó por herencia familiar, su propuesta se mueve entre varios géneros, como el jazz, la trova y el bossanova. Radicado en México hace años, su trabajo lo desarrolla principalmente en un circuito de foros culturales, que abarca universidades, bibliotecas, museos y galerías de arte.
La historia de Ricardo Parra con la música comenzó cuando era muy chico. Según reconoce, su mamá, que era cantante y tocaba la guitarra, lo motivó desde los cinco años. Y desde ese entonces, sigue ligado a esta disciplina artística.
“Ella me instó a cantar desde niño. Las primeras composiciones las realicé como a los 19 años, aunque ya desde antes escribía poesía y narrativa, lo que me sirvió en mi desarrollo como letrista”, comentó.
Sobre su estilo musical, indicó que “hay influencia de varios estilos como el folk, el jazz, la trova y el bossanova. Igual, hay canciones que se acercan más a uno u otro de los te menciono. Me gusta que mi música se influencie y transite por todos esos géneros, pues con todos me identifico, y todos me han ayudado en mi desarrollo artístico”.
De la evolución de su trayectoria, desde sus inicios hasta hoy, señaló que “en principio, realizaba presentaciones ocasionalmente en Concepción, aunque paralelamente iba desarrollando mi trabajo como compositor e intérprete. Eso, con el tiempo, derivó en dos discos: el primero editado de manera independiente el 2009, que incluye clásicos del bossanova, y otro de canciones originales titulado ‘La primavera es de los dos’, publicado en 2013. Luego de esta etapa en Concepción me mudé a México, desde donde también viajo a realizar conciertos a Estados Unidos”.
Bien posicionado
Ya van casi cuatro años desde que el cantante tomó la determinación de irse a vivir a México. Y por cómo ha evolucionado su trayectoria, deja en claro que fue una decisión muy positiva, pues ha tenido las oportunidades para seguir progresando en su carrera. Además, contó la manera en que creó los nexos que le permitieron ir a radicarse al país norteamericano.
“Mientras estaba en Chile comencé difundiendo mis canciones en algunos programas de radio de México. Más tarde, contacté algunos foros y ahí me invitaron a realizar conciertos, de modo que organicé una gira y emprendí el viaje a México en octubre de 2013. Ya llevo cuatro años viviendo allá, intercalando con algunos periodos en Estados Unidos”, comentó.
Parra también se refirió a cómo ha desarrollado su carrera en México, en cuanto a las actividades y lugares donde ha podido llevar su labor artística. “Mi trabajo lo he hecho principalmente en un circuito de foros culturales, que abarca universidades, bibliotecas, museos y galerías de arte. Allá he tenido el honor de ser invitado a realizar conciertos para el Instituto Nacional de Bellas Artes (Inba), que es la institución de cultura más importante del país”.
En ese sentido, agregó que “también realizo conciertos para universidades, como la Universidad Autónoma Metropolitana o la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Además, he presentado conciertos en Estados Unidos en varias sucursales de la Biblioteca Pública de Austin (Texas), y en galerías de arte como La Peña Art Gallery, Galería de Arte EVA de San Antonio (Texas) y el Mexican American Cultural Center, entre otros foros”.
El cantante también se refirió a sus planes para el próximo año, donde el principal objetivo en el corto será poder concretar una nueva producción. Además, piensa seguir llevando su música por los países donde ha vivido en el extranjero.
“A comienzos de 2018 publicaré mi nuevo disco de canciones originales, en el que ya me encuentro trabajando. Luego, iniciaré una gira por Estados Unidos y México, donde incluiré los nuevos temas”.
Por otra parte, Parra también manifestó su visión del movimiento musical penquista. “Concepción es una ciudad más bien pequeña, que a pesar de tener fama de producir buenos músicos, proporciona muy pocos lugares para los artistas en general. Algunas casas de estudio y espacios no destinan a la cultura un presupuesto que permita financiar conciertos y eventos culturales, en donde se contraten artistas profesionales mes a mes, por medio de una remuneración adecuada”.
Al respecto, agregó que “esto afecta mucho al desarrollo cultural de la Región. Eso no ocurre, por ejemplo, en México, donde sí es habitual que instituciones de educación y de otro tipo tengan una cartelera mensual de eventos, de buen nivel y con presupuestos importantes. Los mismo en Estados Unidos, donde noto mucho entusiasmo en consumir cultura de calidad y buenas políticas culturales de parte de sus organizaciones”.