El hacer leyes que beneficien de mejor forma a los artistas y que apoye a quienes son un real aporte, son algunas de las cosas que se esperan del naciente organismo.
Fue un proceso largo, que aparte de conllevar harto tiempo de discusión, ya era una idea que se había gestado hace varios años atrás. La institucionalidad del Consejo de la Cultura y las Artes -creada el 2003 mediante la ley 19.891- se había quedado, ciertamente, “chica” respecto a todas las materias en que estaba y está involucrada.
Una larga espera que llegó a su fin, el pasado 13 de octubre con la firma y promulgación -por parte de la Presidenta Michelle Bachelet– la ley que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Motivo de celebración que tuvo su réplica local el pasado 20 de octubre en las oficinas penquistas del Consejo de la Cultura, congregando a diversos artistas, autoridades y gente del mundo cultural local.
Precisamente, son los creadores culturales quienes tienen diversas expectativas frente a la materialización de esta nueva cartera. “Sin duda es un avance en el compromiso del Estado con la cultura. Diría que lo que esperamos nosotros, realmente, que este ministerio genere un aporte a la descentralización, esperamos que se fortalezca el trabajo de regiones”, apuntó Pablo Gaete, director de Balmaceda Arte Joven sede Bío Bío.
Añadiendo que “el patrimonio, que incluirá esta nueva cartera, es un gran tema y desafío, al cual habrá que inyectarle más recursos. Un concepto que también está inserto en las comunidades, que es algo que va más allá de sólo las infraestructuras”.
Para Camila Contreras, bailarina y uno de los pilares del colectivo de danza contemporánea Escénica en Movimiento, esta nueva institución es un hito bastante importante y necesario, ya que tendría la capacidad de generar leyes que protejan a los artistas como también el generar un mayor aprecie entre la gente el trabajo que se realiza en el ámbito cultural. “Esto permitirá que se puedan generar leyes que permitan mayor seguridad laboral a los artistas, por un lado, que es uno de los temas que más preocupan y aquejan a los creadores. Y por otro lado, está todo lo relacionado con proyectos que puedan perdurar durante el tiempo. Creo que la conformación de un ministerio también hace a nivel cívico que las personas le tomen el peso y una mayor relevancia al desarrollo cultural y social”, dijo.
Mientras que para el vocalista de Julius Popper, Alejandro Venegas, que por fin se haya dado curso a esta nueva cartera, es sinónimo de buenas noticias y beneficios para todo el mundo cultural, algo que se debe aprovechar, pero a la vez cuidar y no caer en peleas sin sentido. “Era algo que se estaba esperando desde hace tiempo, una institucionalidad que estuviera siempre ahí para velar por los derechos de los artistas y creadores, es un gran paso en pos de aquello. Seguramente, a medida que se vaya implementando se tendrá más claridad en las cosas que le competen e ir afinando detalles que en un principio están medios difusos. Es algo para cuidarlo entre nosotros mismo, debemos aprovecharlo y que sin duda será beneficioso para todos”, señaló.
A los creadores de verdad
Por su parte, para Igor Concha, músico y actual director de extensión de la UBB, este nuevo organismo era “una instancia necesaria, que como toda cosa nueva se tienen variadas expectativas. Creo que es algo primordial que se plantee como una cartera con fuerte énfasis en la descentralización, como gran ciudad debemos igual colaborar en este sentido y no centrar y hacer el hincapié en sólo lo que se genera en Concepción es importante”, destacó.
Positivo, pero con una inclinación más crítica es la postura de Mauricio Melo, emblemático guitarrista e icono de la cultura penquista, quien manifestó que “desde mi perspectiva se esperan iniciativas más concretas, es decir, más ‘valientes’, de atreverse con proyectos sin ningún tipo de miedos. Debería seguirse en el camino que se ha trazado -por el Consejo de la Cultura-, pero perfeccionado, que beneficie de verdad a la gente que está trabajando en serio en la cultura. Ideal es que se pongan más recursos en este sentido, pues las buenas ideas hay de sobras, hay tantos buenos proyectos que se han quedado en el camino por falta de financiamiento, de igual modo, sería bueno el perfeccionar el sistema que otorga recursos, que con el tiempo se ha vuelto más engorroso que cercano y de fácil acceso”.