Su primer EP es homónimo, claro. No anticipa o antepone un nombre que pretenda acaparar el sonido que justamente sostiene la grabación: un cúmulo de sensaciones, ideas, estímulos que viajan al son de guitarras limpias y voces difuminadas por una atmósfera melódica cargada al dream pop, new wave y shoegaze.
Adolescentes sin Edad es el nombre del proyecto de los penquistas Marcelo Francois (voz y guitarra), Marcelo Arredondo (batería), Pablo Vargas (guitarras) e Italo Polizzi (bajo), quienes luego de un festival en Santiago, hace unos años, iniciaron su actividad como cuarteto.
“Vimos a unas bandas que nos gustaron harto y nos quisimos meter en ese rollo. Luego, en un principio, ensayamos sólo con el baterista y luego se sumaron los demás”, contó el compositor e instrumentista Marcelo Francois.
Anteriormente ya venían de otros proyectos musicales, pero todo cargado a un sonido más rockero. “Era indie rock, como más guitarrero, más como las bandas que se escuchaban en los 2000, The Strokes y cosas así”, apuntó Francois.
Son cinco las canciones que componen su primer EP, trabajo que fue grabado en Concepción por Esteban Garrido y masterizado en Santiago, en Clio Mastering. La producción salió en julio de este año y ha tenido una rápida recepción, principalmente en la capital.
“El año pasado, en octubre más o menos, ya estábamos grabando y terminamos de hacer todo en febrero”, comentó el músico, que además integra en las letras de la banda los conceptos de mar, naturaleza, animales, sensaciones de placer, espíritu juvenil, melancolía y sueños.
Así, al escuchar por primera vez el trabajo de los penquistas, es posible encontrar una rápida similitud con sonidos vintage. En ese sentido, la voz de la banda aseguró que “las influencias más cercanas son como The Cure, New Order, y ahora, de lo más contemporáneo, nos gusta harto DIIV o Beach Fossils”.
El sonido que plasman los Adolescentes no deja de sorprender, no tanto por su estilo, sino más bien por su origen, ya que se unen a esta nueva camada que busca ampliar el espectro sonoro de Concepción.
De esta forma, para la banda no es casualidad que en otras ciudades, como Santiago, se estén gestando agrupaciones de un estilo semejante. “A veces nos pasa que cuando tocamos en vivo acá (Concepción), la gente está esperando como rock, como Los Bunkers, no sé, o que toques funk o metal”, apuntó Francois, a lo que agregó que “lo que tratamos de hacer es explorar con las guitarras limpias, efectos suaves y una voz con harto reverb para generar una atmósfera, más allá de un ruido”.
Sin embargo, la apuesta por el recambio sonoro ha traído buenos resultados. Con pocos meses, sus canciones acumulan seguidores en Spotify y Youtube. Asimismo, medios online ya han reseñado su trabajo, incluso alcanzando hasta una publicación en Europa (Obscure Sound, Inglaterra).
Hace poco más de una semana se presentaron en el auditorio de Balmaceda Arte Joven, en el marco del lanzamiento del sello Balmarecords, del cual son parte. Oportunidad donde compartieron escenario con las agrupaciones penquistas Polerones, Giyil, La Negra Ácida y Tantos otros Todavía.
De esta nueva alianza, Marcelo comentó que “nos contactaron y nos preguntaron si teníamos copias físicas (del EP) y, por un tema económico no era así. Se ofrecieron a sacarnos las copias y nos quedamos en su sello”.
Adolescentes sin Edad apunta por continuar sacando material y dando a conocer su propuesta. Así, desde la banda aseguran ya tener varias canciones para próximamente entrar a grabar. “Tenemos hartos temas y queremos lanzar un nuevo EP y que yo creo que de aquí al verano va a estar listo”, aseguró su vocalista.
Además, ya mantienen conversaciones para sacar adelante un videoclip de una canción de su actual homónimo, que saldría en diciembre. Y, por otro lado, de a poco confirman fechas con presentaciones que apuntan a estrechar lazos con bandas a nivel nacional.
Adolescentes se insertan en un espacio sonoro que hace rato viene en ascenso, tanto a nivel nacional como internacional. Los penquistas vienen a refrescar y apropiarse de un recambio musical que, de a poco, comienza a madurar.