Tal como ocurrió a fines de septiembre pasado, Paolo Bortolameolli nuevamente estará a la cabeza de la Orquesta UdeC, para guiar el programa del noveno concierto sinfónico de la temporada.
La presentación, pactada para mañana a las 19.00 horas en el Teatro UdeC, tendrá como pieza principal la “Sinfonía N°5” del ruso Dmitri Shostakovich.
“Es una obra que requiere una orquesta grande en todas sus filas, muchos metales, mucha madera y percusión. Así la concibió Shostakovich, una pieza impactante y con un mensaje muy potente, que fue compuesta en una época muy compleja y conflictiva. Años -mediados de los 30’- en que él comenzó a incursionar, como todo artista, en la vanguardia, en la búsqueda de un sonido propio, y a la vez de asimilar las corrientes de la música moderna de ese entonces”, señaló el director.
A lo que completó que “esta obra es la respuesta a las críticas hechas por el gobierno de Stalin sobre la música que hacía en ese momento, tanto así que en el subtítulo de la sinfonía dice ‘esta es la respuesta creativa de un compositor soviético a la crítica justificada’. Es decir, se está haciendo cargo de esta crítica y está dando una sinfonía, que en primera instancia, pareciera ser una música que está apelando a un público que la va a entender de forma directa. Entre comillas, es una obra que llega de forma fácil, directa, pero en realidad la genialidad de la pieza es que Shostakovich está dando un mensaje doble a través de una música que pareciera ser accesible, aunque esconde un sinfín de mensajes de aún más crítica”.
Más allá de esta grandiosa pieza, el programa también contempla la interpretación de la obra “Clamores”, del compositor chileno Rodrigo Herrera, ganador el año 2012 de la Segunda Convocatoria para el Estreno de Obras de Compositores Chilenos, instancia creada el 2011 por Corcudec.
“Siempre para mí es un tremendo placer poder hacer música nueva, que se está escribiendo hoy en día, porque es la manera de completar el círculo del arte en general, el arte es creación permanente. Me parece tremendamente necesaria y valiosa esa labor que esta y otras orquestas hacen, que entiendan esa mirada del arte, que parte desde la creación y no sólo de la recreación”, destacó Bortolameolli.
Mozart y su “Sinfonía N° 23” también será parte de la velada de mañana. “Es una pieza muy poco conocida de él, que se toca muy poco en general. Con su genialidad y chispa, tiene la particularidad de que es una sinfonía bastante breve y que están conectados todos los movimientos -primero, segundo y tercero-, algo que es bastante inusual.Esto la transforma en una especie de sinfonía obertura, ya que hay como un tríptico de contrastes, pero al no ser interrumpido, hay un discurso que va de principio a fin”, señaló el director.
El alemán Félix Mendelssohn, con la obertura “La gruta de Fingal”, completan el diverso repertorio para la presentación. “Es una obra emblemática de las orquestas sinfónicas del mundo, una pieza muy querida y que lo identifica mucho a él en su sonido prístino y transparente. También con un cierto ‘olor’ a Mozart, una especie de compositor romántico, pero que todavía está enraizado en el clasicismo. Una música que nace desde lo descriptivo, es la descripción por los mares y por este lugar geográfico”, añadió el director.
Para Bortolameolli, siempre es grato venir a las temporadas como invitado de la Sinfónica UdeC, rescatando “el gran compromiso con el trabajo de cada presentación. Tengo la suerte de venir bien seguido, sobre todo estos últimos años, siempre es un gran placer el volver a dirigirlos, me encanta volver en cada temporada. Hay una actitud muy positiva de hacer música, de ganas de tocar, evidentemente, es un incentivo los repertorios que tocamos y siempre muy variados. Mucha variedad de repertorios, pero que siempre representan interesantes desafíos, se logra un gran trabajo de grupo”.