Blade Runner 2049 es el indiscutido evento cinematográfico de 2017. Es por ello que fueron realizados tres cortometrajes, estrenados en YouTube, que describen lo que aconteció después de Blade Runner (1982) y antes del reciente filme de Denis Villeneuve, para promocionar este último de una manera original.
Dirigido por Luke Scott, hijo de Ridley Scott, director de la original Blade Runner), 2036: Nexus Dawn el corto trata sobre una reunión entre las autoridades de Los Ángeles, California en el año 2036, y Niander Wallace, el CEO de Wallace Corp., especializada en la fabricación de replicantes.
Wallace es interpretado por el ganador del Óscar Jared Leto, y es el villano de la historia. El personaje es gélido, un empresario implacable, a quien nada lo amedrenta con tal de convencer a los legisladores que están frente a él, de que su producto, los replicantes, no serán como los que solía fabricar Tyrell Corp. en el primer filme; sino que los suyos sólo obedecerán y vivirán según lo que desee y pague el cliente, por lo que no habría problema en autorizar su producción, cuya finalidad sería realizar labores forzadas para restablecer el ecosistema de la Tierra.
Es durante este curioso pitch que Wallace demuestra su maldad, acariciando la idea de que incluso su propia vida vale menos que su idea de negocios; y es atentando contra la vida misma que persuade a sus clientes. Esto nos lleva a preguntarnos si los replicantes están realmente vivos o no, pues son androides; pero eso mejor se lo dejamos al largometraje de Villeneuve.
El corto guarda una directa relación con los filmes a los que sirve como puente: está escrito por Hampton Fancher y Michael Green, guionistas de 2049, y siendo el primero escritor de la original. Mas es la dirección lo que no me convence del todo.
Ciertamente, el corto es intrigante y luce muy bien, y cuenta con una actuación impecable de Leto, pero Luke Scott no sabe utilizar la música. Hay un piano que se entromete en momentos dramáticos que no lo necesitan, porque entendemos el punto. Y los primeros momentos de Leto en pantalla son raros: sólo lo vemos de espaldas, lo cual es forzado, ya que todos sabemos que se trata de Leto y, como el corto dura 6 minutos, ¿no debería el director aprovechar al máximo el rostro de la estrella que protagoniza su pequeño filme?
El estilo del corto es de un spot de Blade Runner 2049 (aunque no un tráiler), lo cual no se adapta bien a sus pretensiones dramáticas. Pero triunfa en generar la expectación que necesita un filme como 2049, y en establecer a Niander Wallace como un villano temible.
Blade Runner 2049 comienza presentándonos al replicante Sapper Morton, un granjero que vende gusanos. El corto 2048: Nowhere to Run, también dirigido por Luke Scott, nos lleva un año antes, cuando un triste evento levantó sospechas en su contra.
No explica nada necesario respecto de la historia de 2049. Existe, meramente, para venderle el filme de Villeneuve a los fans de Dave Bautista, quien interpreta a Morton, dándole en tan sólo 5 minutos suficiente espacio al actor para despliegue su talento histriónico.
El corto (que se siente como una historia y no un spot de nada) logra causar tensión, lo que se debe al carisma de Bautista, y a la nostalgia evidente en cada cuadro, cuyo diseño de producción y paleta de colores son más reminiscentes del Blade Runner de Ridley Scott que el de Villeneuve. Hay aquí, además, una efectiva escena de acción, que quizá no sea pertinente a la violencia de 2049, pero que sí lo es para Bautista, cuyo personaje, aunque no lo veamos mucho, es indispensable para la secuela.
Hay un evento específico en Blade Runner 2049 que se menciona en varias ocasiones, y cuyo misterio en el largometraje funciona, en cuanto uno entiende lo que tiene que entender sin distraerse de la trama principal, y porque su inherente vaguedad alimenta los misterios existenciales del filme, lo que siempre será una virtud.
Sin embargo, Blade Runner Black Out 2022 nos explica ese evento en detalle: el Apagón del año 2022, cuando la energía fue apagada deliberadamente en Los Ángeles, fue un plan de los replicantes de Tyrell para cesar la caza a la que fueron sometidos por los humanos, y así pudieran huir y sobrevivir en la clandestinidad.
Aunque sea el último corto de estos tres, es el primero en orden cronológico: toma lugar justo tres años después de Blade Runner, y, encima, es el único de los cortometrajes realizado en animación japonesa o anime; después de todo, la visión de Los Ángeles en la película del ’82 era de una ciudad bien influenciada por la cultura japonesa, algo que conserva 2049.
Escrito y dirigido por Shinichiro Watanabe (famoso director de series de anime), Black Out 2022 es como la precuela de las precuelas, y el cambio de la imagen real a la animación se siente natural y refrescante. Los personajes de este anime están bien desarrollados, generan empatía y vuelven a plantear los dilemas filosóficos que enfrentó Rick Deckard y que atormentan a “K” en 2049.
El corto satisface un verdadero propósito narrativo en una historia más grande. Mientras que las miniprecuelas anteriores eran atisbos frívolos del tono y el look de Blade Runner 2049, ésta es la única cuyo visionado es necesario, pues nos ayuda a entender bastante lo que acontece en la película, y nos conecta a un nivel más emocional con la trama. Es una eficiente preparación para una visionaria secuela.