Roberto Meléndez siempre estuvo seguro que su libro resultaría un éxito -más de 15 mil copias en tres meses- esto dado el persistente interés de los seguidores de su sitio web para que plasmara sus historias en papel. “Tenía altas expectativas en virtud de la página que tengo, de la solicitud de los lectores de ella en cuanto a hacer el libro. Cuando mostré la portada tuvo 10 mil likes, había mucho apoyo a la idea”, comenta el joven escritor.
Invitado ayer a la UBB, en una actividad organizada por su Departamento de Arte, Cultura y Comunicaciones, el autor de “Barrio Bravo, ¿Por qué amamos la pelota?”, conversó con la audiencia sobre el proceso de escritura del texto, sobre su sitio web, el efecto e importancia de las redes sociales y más.
“Es un libro bien logrado que trata de ser un resumen de la versatilidad que expongo en la página. Tratar de mostrar el fútbol internacional, local, el de barrio y colegial incorporado a diferentes temáticas como el tiempo, la identidad, el fútbol en sí mismo, existencialismo, situaciones románticas, incluso hay una rebelión política. Hay distintas cosas”, dijo Meléndez.
Si bien pareciera ser un libro de nicho y enfocado a un público especializado en el tema del balompié, el escritor recalcó que es un texto totalmente accesible y de fácil comprensión para toda la gente, de ahí también reside su éxito.
“En primer momento en sí está enfocado a las personas que les gusta el fútbol. Sentirán una afinidad inmediata, trato de envolver al lector con un relato como si un amigo lo estuviera contando, simple y sencillo. Pero es un libro que toca más temas que el fútbol, en muchos aspectos es una excusa para contar una historia. Muchas personas que siguen la página y han leído el libro no le tienen ningún cariño al fútbol, pero les gusta la manera en que está narrado el texto”, dijo.
Quedan muchas historias por contar, por lo que Meléndez ya está pensando en dos libros más -acordados con la editorial Penguin Random House- los cuales abordarían los mundiales y el barrio. “El fútbol tiene para escribir siempre”, concluyó el autor.