Más allá de venir a visitar familiares, Eingell Baltra llegó a Concepción desde Arica movida por la curiosidad que despierta en los músicos el tema de cuna del rock nacional. “De aquí han salido la mayoría de las bandas que me gustan”, acota la joven de 28 años.
Empuñando su guitarra, Baltra quiere expandir la difusión de su trabajo, ya que ciertamente el norte le quedó “chico” y ahora quiere saltar al resto del país desde la capital penquista.
“Este es el primer paso fuera del norte, donde ya he tocado en Iquique, Calama, Antofagasta, entre otras ciudades norteñas. Acá es la ‘cuna del rock’, de donde han salido destacados exponentes. Vengo a tantear terreno y programar futuras presentaciones, quiero volver y tener fechas concretas de conciertos. Más que comenzar a difundir mi trabajo desde Santiago, aquí es de donde han surgido los artistas que me gustan y me interesa saber mucho el por qué, cómo es el ambiente y su gente, y por el momento me ha sorprendido gratamente, ya que hay harto movimiento. Creo que el paso posterior lógico sería la capital y el resto del país”, detalló la también guitarrista.
Desde hace más de 15 años coquetea con la música, y desde el 2010 ha emprendido su camino solista. En ese momento se fue a Bolivia -La Paz- a estudiar Licenciatura en Música y a componer sus propias canciones. Ahí surgió “Superflua”, su primer larga duración, el cual vio la luz el 2014 -contó con financiamiento Fondart-, y que hasta ahora continúa difundiendo.
“Cuando estuve en Bolivia mis compañeros me decían que los chilenos no teníamos mucha música que mostrar, que no llegaba mucho más allá, sólo Los Prisioneros y Los Jaivas. Esto mismo me impulsó a tomar en mi música más elementos de aquí, de Chile, por ejemplo, la cueca más sureña. Traté de potenciar y tomar todos esos elementos, pero también muchos elementos rockeros. Me gusta mucho el rock, trato de mezclar aquello con el folclor, el folk en el fondo, lo podría resumir como fusión latinoamericana, dentro del folk rock, con aires de blues y jazz. Como que le ‘meto’ de todo. Tengo mucha influencia de Congreso y Los Jaivas más que a Violeta Parra o Víctor Jara”, explicó.
Respecto al título de su disco, señaló que “se refiere a lo trivial, a lo que no le importa a mucha gente. Lejos de las canciones de amor, me atreví a ahondar y tocar temas distintos, diferentes”. En este sentido, agregó que “abordan el comportamiento humano, habla del amor, pero a la naturaleza, a lugares, más a la conciencia social. Es mi manera de decir que no estoy de acuerdo con las cosas”.
Más allá de promocionar “Superflua” y de sus planes de extender su sonido por estos lados, Baltra se hizo con un cupo en el festival Rockódromo 2018, el cual se realizará a comienzos del próximo año en Valparaíso.
“Gané la convocatoria 2017 de las Escuelas de Rock del Consejo de la Cultura y las Artes. Me quedé con el primer lugar entre 18 a 20 grupos, lo que me dará la posibilidad de representar a Arica en el Festival Rockódromo en Valparaíso. Oportunidad en que me presentaré junto a los músicos Giancarlo Natino y Hugo Vargas, quienes también me ayudarán a grabar el EP”, dijo.
Precisamente, sobre su siguiente paso discográfico, la cantante manifestó que “ahora estoy trabajando en un segundo disco, un EP de 5 canciones. Creo que a fines de año, lo más probable, es que salga el nuevo material. Las maquetas y el proyecto en general están listos, los músicos siguen muy motivados en que trabajemos”.
Si bien la línea musical seguirá el mismo pulso de su álbum debut -un poco más rockero quizás- las letras “serán más inspiradas en el amor, un poco dándole un giro a lo mostrado anteriormente”, concluyó.
En Youtube y las principales plataformas digitales se encuentra disponible “Superflua” de manera gratuita.