Cultura y Espectáculos

El difícil y complejo arte de entretener a los más pequeños del hogar

Por: Mauricio Maldonado 09 de Julio 2017
Fotografía: Archivo

Mal llamado un “arte menor”, las obras dirigidas a los menores de edad representan un área fértil y amplia por explorar, siendo pocas las compañías que se atreven a ahondar en sus terrenos. A nivel local existen buenos ejemplos en que lo lúdico y educativo son una buena forma de entretener.

De paso por la ciudad, en el contexto del ciclo invernal del programa Activa tu Presente con Memoria -que contó con el apoyo del Consejo de la Cultura y las Artes y de la UdeC- Teatro de Ocasión demostró el por qué son un referente en cuanto a teatro dirigido a la primera infancia (de 0 a 6 años).

“Empezamos con esto hace muchos años, cuando no existía en el país trabajo teatral enfocado en la primera infancia. Nos iniciamos en esto, primero por una necesidad y una urgencia de que al no existir, este público estaba sin oferta artística de calidad y nosotros tenemos una postura de teatro que tiene que ver con el teatro popular, la juglaría, y en general, una gama de posibilidades (…) No es una cosa infantilizante, nos distanciamos del concepto teatro infantil, ya que hacemos espectáculos para la infancia, y por otro lado,  con una clara intención de llegar al adulto que acompaña a los menores”, contó María Fernanda Carrasco, actriz integrante de la compañía.

No cabe duda que el teatro dirigido a los más pequeños de la casa no es fácil de abordar, ya sea por las temáticas a tratar como por los elementos que llamen la atención de los pequeños, con la idea de hacer sintonía con ellos y que se enganchen con el montaje.

“Lo más complejo al pensar un espectáculo de esta índole es ser precisos y llegar a la síntesis, o sea, a lo más simple. Para llegar a eso, uno se da ‘golpes’ en la cabeza por cerca de un año. Nuestros procesos creativos son largos, ya que siempre partimos con una premisa muy básica, un tema o concepto que nos llame la atención (…) al escribir los textos hay que ser súper pulcros, ya que no tienen que ser tan extensos, además de ser muy cuidados. Fuera de esta precisión ahora nos interesa abrir todos los temas que son como tabúes para el adulto con respecto a los menores, ya que para ellos no hay temas tabúes”, añadió la actriz, que además es intérprete musical.

A nivel local, Lizardo Gutiérrez, director y actor de la compañía local Santobordell -quienes hace más de una década organizan el Festín: Encuentro de teatro para niños y niñas- lo más difícil al momento de pensar una obra de este tipo es el público en sí, es decir, “el público infantil es bastante difícil, ya que a ellos no se les puede mentir, a un público adulto sí. Los adultos entran en la convención de que es teatro y que la trama la realizan actores, en cambio los niños están viendo una historia que para ellos es real. Hay que ser bastante prolijos al momento de montar una obra de este tipo”.

A lo que agregó que “los menores de hoy en día son hiperactivos, por lo que hay que mantenerlos concentrados en algo por lo menos 40 minutos, algo súper difícil. Y también, las temáticas  tienen que ser de alguna manera constructiva para ellos, con una buena moraleja. Ciertamente, el teatro igual educa y los niños de hoy serán nuestros futuros espectadores, con nuestros espectáculos estamos formando audiencias”.

Un nicho que ciertamente está poco explotado en la zona y que da mucho terreno por explorar y en donde experimentar. “Faltan compañías penquistas que se dediquen de forma exclusiva al teatro para los menores, no está explotada esta forma de teatro, ya que siempre ha sido visto como el pariente ‘pobre’ del teatro. Sin embrago, con esta rama de las artes escénicas se cumplen los roles de educar y formar al público, a quienes en el futuro acudirán a los teatros, y creo que por eso a nuestro Festín le ha ido tan bien”, sentenció Gutiérrez.

Otros ejemplos locales

Un trabajo de largo aliento y que va en esta línea hacia los menores, es lo que realiza la compañía local Teatro El Rostro, quienes todas las semanas despliegan sus montajes basados en clásicos cuentos infantiles.

“Nuestra experiencia de 40 años en las tablas penquistas nos ha demostrado que existe un gran interés por espectáculos para niños y tenemos la satisfacción de haber creado un público creciente, en temporadas anuales permanentes. Tanto es así que abuelos y padres que fueron espectadores nuestros, llevan ahora a sus nietos e hijos para compartir en familia el encuentro con el arte teatral. Actualmente se ha comprobado que el teatro es importantísimo en el desarrollo del ser humano desde la primera infancia. Por ello en Europa hay compañías que especialmente se dedican a ese sector de público y es satisfactorio que en Chile comienzan a aparecer grupos dedicados a ello”, manifestó Gustavo Sáez, actor y uno de los fundadores de esta histórica compañía.

Completando que “lo más complejo de una obra dirigida a menores es crear o adaptar un buen texto con temas apropiados a sus edades. Creo que nosotros lo hemos hecho de buena forma, de ahí igual que llevemos tanto tiempo en el circuito”.

Otro buen ejemplo de la zona, y también de larga data, es lo hecho por la compañía Pirimpilo, Teatro de Muñecos y Títeres, quienes pese a la cierta dificultad de cranear un montaje de esta naturaleza, se destaca las virtudes de poder llevarlo a escena. “El teatro infantil debe ser con y sin grandes conflictos, la tensión debe ser un elemento que sorprenda constantemente, los personajes por su parte deben ser reconocibles  por el niño, que el texto fluya directamente y sin retruécanos, además de que la acción sea constante. En definitiva, el teatro infantil debe ser dinámico atrayente, pleno de   colorido y  fantasía”, afirmó Lientur Rojas, director teatral de Pirimpilo.

Añadiendo que “lo más difícil de este género teatral es ser capaz de volverte niño también, aprender a crear sin olvidar la esencia del teatro, es decir, ‘teatro es juego’, debes ser capaz de entregarte al juego creador sin prejuicios, poner verdad en lo que haces y entrar en la convención teatral  que te dice que la verdad escénica  no. Sin duda que resulta un muy buen nicho para desarrollar de manera constante y una extraordinaria  herramienta de formación de audiencias”.

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