Cantar con sentido, una biografía de Violeta Parra
Este cortometraje de 2016, animado con plasticina y en stop motion, nos cuenta la vida de la cantautora y folclorista más importante de Chile, de quien, además, se celebra el centenario de su natalicio este año. Su legado es invaluable e ingente.
El corto está animado de una forma preciosista en sus composiciones austeras y meticulosas, y posee una distribución exquisita del color, predominante en colores pastel. Mi único reparo es la narración en off. Es afectada, el narrador trata de incorporar de una forma bien incómoda el lenguaje y el sonido del campo a su voz, para representar con más fidelidad la esencia de Violeta.
Si bien al principio pensé que la narración era excesiva, fue durante los créditos finales que leí que el cortometraje será exhibido de forma permanente en el Museo Violeta Parra en Santiago, por lo que entendí que el corto estuviese profusamente narrado: está orientado a un público infantil, y en ese sentido, es una gran introducción a la obra de esta tremenda mujer. Y me enorgullece que esté tan bien animado, lo cual es muestra de una de las especialidades de los realizadores audiovisuales de nuestro país.
Y a todo esto, ¿por qué el narrador es un hombre? Creo que debió ser una mujer quien contara la historia de la folclorista. La biografía de Violeta Parra ha sido contada por puros hombres. No es que hayan hecho un mal trabajo, pero las mujeres deben hacerse cargo de su legado y perpetuar la voz de una mujer única con las voces de sus hermanas.
I Am Thor
Jon Mikl Thor tenía la fantasía de ser un superhéroe como los de los cómics desde que era niño. Así que se convirtió en fisicoculturista. Además, soñaba con ser una estrella de rock. Su estilo era el heavy metal, lo que combinado con una puesta en escena teatral, llena de motivos de la mitología nórdica, lo llevó a nombrar a su propuesta <>. Sí, THOR, la banda que él lideraba y que llevaba su propio nombre, era una propuesta musical única en los años 70. Sin embargo, una mala administración los llevó a casi desaparecer de la escena musical norteamericana en los 80.
En cuanto al legado de la banda y de su vocalista homónimos, éste es I Am Thor (2015), un documental dirigido por Ryan Wise sobre la desdichada vida del vocalista, un carismático y excéntrico músico canadiense.
Conocemos los orígenes de su personaje y su banda, marcados por un sinfín de cortapisas que Jon tuvo que enfrentar para alcanzar la fama y el prestigio de bandas afines de la época, como KISS. Lo que el filme hace es capturar casi cada intento de Jon a lo largo de los últimos años, para reencontrar la senda en la que una vez se perdió su estrella.
Thor, el personaje y el hombre detrás de él, es graciosísimo. Su historia de vida pareciera estar sacada de una gran comedia hollywoodense de los años 80, que ni el guionista más hábil en comedia podría haber inventado. Y todo se vuelve mucho más hilarante, trágico e inspirador porque es la vida real.
I Am Thor es un deleite absoluto acerca de un hombre simple, quizá muy simple, con grandes aspiraciones y que sabe que es talentoso, pero dueño de un destino extraño que, al parecer, lo ha acercado más a la excelencia cinematográfica que a la gloria musical.
Es un documental lleno de sorpresas, que te hará reír a carcajadas y que te hará sentir mejor respecto de ti mismo. Tal vez inflar guateros hasta que exploten libere más estrés que un martillo.
Strike a Pose
La vida diaria de Madonna y sus bailarines durante la gira Blond Ambition de 1990, fue registrada en el documental En la cama con Madonna (1991). Tomando su título de uno del primer verso de <>, Strike a Pose (2016), dirigido por Ester Gould y Reijer Zwaan, es el documental que nos actualiza sobre el devenir de estos bailarines. ¿Cómo cambiaron sus vidas? Luego del documental del 91, algunos se volvieron drogadictos, empobrecieron, hasta que pudieron recuperar sus vidas, aunque no la fama que les diera el escenario de la Ambición Rubia. Tres enfermaron de sida, muriendo uno de ellos cuatro años después de la gira.
En 1990, el mundo aún estaba aterrorizado por la epidemia del sida, algo que ensombreció la lucha por los derechos de los homosexuales entonces. A medida que la comunidad gay conquistaba la aceptación social, un virus mortal cobraba víctimas entre ellos, principalmente. He aquí la dualidad del filme, que es inherente a la generación de hombres homosexuales a la que pertenecen los bailarines.
Mezclando fragmentos del filme del 91 y material actual, preparado para este documental, nos adentramos en las vidas de los bailarines y participamos fascinados, conmovidos, por sus remecedoras introspecciones. Vemos cómo viven, trabajan, aman, recuerdan. Han hecho de sus vidas lo mejor que han podido.
Un documental elegíaco y celebrador como Strike a Pose es un complemento inesperado para En la cama con Madonna, cuyo visionado de ahora en adelante será muy diferente. Nos hace reflexionar en profundidad sobre cuánto de nuestra identidad proyectamos a aquellos a quienes admiramos, y cómo esa interacción mística nos mueve a cambiar el mundo que nos rodea, incluyéndonos a nosotros mismos. Es un filme importante sobre una época en que todavía la música popular era poderosa para transformar y hacerse responsable de la sociedad.