El director de fotografía y director de arte, respectivamente, son la cabeza de la Academia de Arte y Oficio Cinematográfico de Concepción, una idea que surgió luego de la filmación de la película “Nublado, cubierto y lluvia”, en donde se vio la falencia técnica de los profesionales locales involucrados en la realización de la cinta. Un proyecto piloto que contempla la realización de seis talleres intensivos en las áreas que más se utilizan al momento de realizar una producción cinematográfica. Cursos que apuntan a fortalecer la naciente industria fílmica local y que van enfocados en especializar a quienes están estudiando o se dediquen a hacer películas. Una iniciativa pionera que se llevará a cabo del 8 al 14 de mayo en el Centro de Creación de Concepción (C3) y que pretende proyectarse en el tiempo con talleres de formación permanente.
El director de fotografía y director de arte, respectivamente, son la cabeza de la Academia de Arte y Oficio Cinematográfico de Concepción, una idea que surgió luego de la filmación de la película “Nublado, cubierto y lluvia”, en donde se vio la falencia técnica de los profesionales locales involucrados en la realización de la cinta. Un proyecto piloto que contempla la realización de seis talleres intensivos en las áreas que más se utilizan al momento de realizar una producción cinematográfica. Cursos que apuntan a fortalecer la naciente industria fílmica local y que van enfocados en especializar a quienes están estudiando o se dediquen a hacer películas. Una iniciativa pionera que se llevará a cabo del 8 al 14 de mayo en el Centro de Creación de Concepción (C3) y que pretende proyectarse en el tiempo con talleres de formación permanente.
Por mauricio maldonado
Fotografía carolina echagüe maureira
Tras la realización de la película "Nublado, cubierto y lluvia", de Fernando Solís, el director de arte Gustavo Arredondo y el director de fotografía José Luis Arredondo notaron que si bien existía entusiasmo y la cantidad necesaria de profesionales para armar una producción fílmica, éstos carecían de las herramientas técnicas y específicas para un mejor desempeño profesional.
"Si bien conocían varios aspectos que sus respectivas casas de estudios les dieron, el manejo de equipos y temas más prácticos les resultaba complejo. Por eso nosotros, después de esta experiencia, nos planteamos la idea de desarrollar aún más la industria audiovisual penquista", comentó Daza.
Es así como surge la Academia de Arte y Oficio Cinematográfico de Concepción, proyecto piloto que del 8 al 14 de mayo realizará -en el Centro de Creación de Concepción C3- los talleres de dirección de fotografía (Iluminación y cámara), gaffer (Oficio del iluminador), jefe de producción (Producción en terreno), dirección de arte (Diseño y producción), sonido (Captura y diseño sonoro) y post producción (Flujo de trabajo y graduación de color).
"La idea es partir con un taller intensivo, el cual dura una semana con las áreas que más suenan en la producción fílmica. Nosotros les entregamos un guión listo, que es un ejercicio de escuela, nos enfocamos en la parte que no se enseña en la universidad o instituto, como el lado más práctico y en terreno de una producción cinematográfica. Es tratar de ponerlos en las condiciones lo más similar a una producción real, lo más cercano a cómo se realiza una película", puntualizó Arredondo.
En detalle, los cursos contemplan tres días de clases teóricas y dos días de pre producción, los que terminarán en un rodaje de un corto, el cual será exhibido una vez terminado los talleres.
Ambos profesionales, cuyo equipo lo completan Anita Lira, Pepe de la Vega y Nicolás Martínez, vieron en la capital penquista y en sus comunas aledañas un potencial enorme.
"Aquí está todo como para hacer películas, el tema que más nos llama la atención es que habiendo tres instituciones grandes, que imparten la carrera audiovisual, las tres son bastante genéricas, o sea, más audiovisual e institucional que cine. Lo que nos atrae de esta idea es que la posibilidad de generar producción desde acá de la zona, pero para aquello se tienen que tener, y formar, los profesionales adecuados e idóneos, que sean capaces de manejar equipos de última generación, ya que no se saca nada con sólo tener bonitos paisajes. Podría venir a filmar una película aquí , pero si tengo que traer todo de afuera, los costos se van a las nubes y no sale rentable el hacerlo", señalaron.
Proyecto a largo plazo
De acuerdo a los resultados que obtengan de los talleres -los cuales van dirigidos a personas que han estudiado o que se dedican al cine y desean especializarse- la iniciativa se repetiría, pero como algo más permanente y no como un acontecimiento puntual.
"La idea general y en un futuro próximo si es que esto funciona bien, es crear una academia como tal, con talleres y cursos permanentes, no solamente talleres intensivos y esporádicos, talleres específicos y con residencias. Talleres que duren un mes, un mes y medio, el mismo esquema que se hace en Cuba o en otras partes del mundo", dijo el director de fotografía.
A lo que añadió que "si los resultados no son tan óptimos, continuaremos insistiendo igual. La verdad es que a nosotros nos interesa descentralizar esto, he realizado toda mi carrera en Santiago -he filmado más de 25 películas-, pero creo que Santiago no es Chile, hay varios lugares del país donde uno podría hacer esta experiencia".
Otra de las falencias que notaron ambos especialistas en el tema fílmico, es la carencia de una empresa dedicada al arriendo de equipos profesionales y de última generación, lo cual "es totalmente necesario si se quiere generar una industria cinematográfica local. El tema del rental igual funcionaría bien acá", acotó Daza.
Para mayor información de los talleres, cupos, valores y más escribir al mail info@aaocc.cl