Cultura y Espectáculos

Ghost in the Shell: mucho más que anime

Este revolucionario clásico de los "90, que rompió paradigmas por su erotismo y densidad, fue recientemente exhibido en Cinemark para preparar los ánimos para el remake con actores reales, en un largometraje protagonizado por Scarlett Johansson.

Por: Diario Concepción 01 de Abril 2017
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Este revolucionario clásico de los '90, que rompió paradigmas por su erotismo y densidad, fue recientemente exhibido en Cinemark para preparar los ánimos para el remake con actores reales, en un largometraje protagonizado por Scarlett Johansson.

 

Esteban Andaur
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El anime de ciencia ficción Ghost in the Shell (1995) es uno de los filmes de su género más influyentes de todos los tiempos, estrenado en plena masificación del género en EE.UU, que después se extendió al resto del mundo. Hay que ver un filme como The Matrix (1999) para notar la filtración de temas filosóficos, relaciones entre personajes y estilo visual entre ambas películas, dos de las fundamentales de los '90.

Pero Ghost in the Shell, a diferencia del taquillazo americano, ha conseguido conservar su encanto e influencia a 22 años desde su estreno. Es un filme adulto, complejo, que exige ser visto varias veces para comprender bien de lo que trata y, todavía más importante, lo que sugiere sobre el futuro de la humanidad. Está bellamente animado, con trazos intrincados, y una mezcla irresistible entre animación tradicional y CG; una tendencia novedosa para la época, cuyos pioneros habían sido los animadores de Disney (en el ‘95 Disney estrenó Toy Story en asociación con Pixar, y el resto es historia).

La música contiene letras cantadas en japonés clásico. Ominosa y trágica, su evidente cualidad ancestral genera un contraste complementario, y no disonante, con el relato futurista de la película, creando un universo de una lírica desbordante entre tanto la tecnología propia de la historia, como la que se utilizó en la realización del filme.

Es el año 2029 en Ghost in the Shell. Un escuadrón de policías de un gobierno cibernético, donde las personas son todas cíborgs, tiene la misión de rastrear a un hacker, denominado Puppet Master, que tiene la habilidad de infestar a los cíborgs y eliminar sus identidades previas. En medio de la búsqueda, la Mayor, miembro de la policía y protagonista de la historia, cuestionará su propia existencia, y su propósito personal de encontrar al Puppet Master será utilizarlo para saber si su verdadera identidad le corresponde por derecho propio, o si es de un humano anterior a ella. Además, está la cuestión de si éste es o no el mismo propósito de las acciones criminales del Puppet Master.

Ghost in the Shell nos hace predecir un oscuro futuro para la humanidad. ¿Es allá adónde queremos llegar? ¿Estaremos dispuestos a ceder nuestra integridad humana en favor del progreso tecnológico? ¿Seguiremos siendo humanos después?

La película cuenta una historia intrincada en cuanto a los sucesos que nos relata, que están sujetos a la lógica del mundo futurista que los personajes habitan, y cuyos mecanismos sociales, morales y políticos nos son explicados a medida que la historia avanza, y no mediante escenas de transición convencionales.

Lo anterior se vuelve todavía más complejo a causa de los diálogos, llenos de terminología tecnológica, política, en fin, abstracta, que expresa la creatividad profusa del director, guionistas y autor del manga del mismo nombre en que el filme está basado. Además, el final depende más de las resoluciones que toman los personajes, en lugar de un clímax estridente y resolutivo.

También es interesante como Ghost in the Shell juega con las convenciones de género. Los personajes, luego de ciertos eventos en la historia, comienzan a hablar como hombres, siendo mujeres, y viceversa. Aunque, en realidad, lo perturbador es que no pueden ser considerados ni hombres ni mujeres, pues no son del todo humanos, y, al parecer, no poseen sexo tampoco; su reproducción no depende del tipo sexual, ya que ellos son construidos por varias fábricas, y luego tienen que ir a mantención de por vida, por ejemplo. En ese caso, ¿es importante si el género asignado no define el comportamiento de estos personajes? En este mundo no; ¿tendrían que ser importantes también estas <> en el nuestro? ¿Y qué efecto tiene esto en las almas de los personajes de Ghost in the Shell?

Todo en la película sucede a un nivel más intelectual que emocional. Es un filme glorioso en ideas provocadoras y embrolladas, totalmente realizado en sus ambiciones artísticas. Sin embargo, a pesar de la percepción inicial de una historia brillante pero fría, el filme consigue suscitar emociones profundas, aunque, en mi caso, al tiempo después de verlo. Y es que Ghost in the Shell permanece fresca en la memoria, construyéndose y deconstruyéndose en tu cabeza como un puzle autónomo, bello, lúdico. Las ideas comienzan a moldearse en tu imaginación y a cobrar un significado más poderoso y alarmante con el tiempo. Su mensaje se proyecta en el futuro, y para una película que es sobre el futuro y transcurre en él, es en aquel tiempo exacto donde tiene su mayor impacto, tanto en la mente como en el corazón. Es una gran película.

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