Cultura y Espectáculos

Día del Cine Chileno: La fiesta de nuestras películas del 2016

Es una iniciativa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, para promover (y celebrar) los filmes estrenados este año, los que serán exhibidos por todo el país, entre otras actividades. Analizaremos tres de las películas que participan.

Por: Diario Concepción 11 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-556.jpg

Es una iniciativa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, para promover (y celebrar) los filmes estrenados este año, los que serán exhibidos por todo el país, entre otras actividades. Analizaremos tres de las películas que participan.
 

Esteban Andaur
Contacto@diarioconcepcion.cl

Argentino QL, la peliculiá

Lo que rescato de este filme, es que contiene la última actuación de un actor argentino que falleció en trágicas circunstancias antes de su estreno: chocó tratando de impedir que lo asaltaran. Jorge Alberto Magni Barceló era conocido por pequeños papeles en televisión.

Argentino QL, la peliculiá (2016), primera película del comediante Jorge Alís, quien triunfara en el Festival de la Canción de Viña del Mar en 2014, nos ofrece la historia de su trayectoria en la comedia: cómo emigró a Chile tras la crisis financiera en Argentina, sólo para seguir en la incertidumbre económica por varios años más, resistir la discriminación <>, hasta conseguir su gran salto a la fama en el certamen musical. Bueno, hay algunos datos cambiados, pero nada importante.

El filme tendría algún propósito en contar la historia de Alís, si a lo menos generara un poco de curiosidad. Sin embargo, como aquella rutina ya era bien autobiográfica y pareciera que jamás se cansarán de repetirla por televisión, la película carece del elemento sorpresa, tan vital para la comedia. Si ya nos sabemos de memoria la historia de su vida, ¿para qué querríamos verla en el cine?

El concepto es errado. Los realizadores se confiaron del carisma de Alís y su popularidad. Pero los chilenismos vs. los argentinismos funcionaron en Viña puesto que, además, la rutina tenía fuertes dosis de crítica social, como siempre ausentes en la tele. No todo era puro garabato. Alís expresó parte del malestar de los compatriotas esa noche, y vuelve a hacerlo en su película, pero no es lo mismo, porque ya no es nuevo.

Y es lamentable para alguien de su talento. El <>, los garabatos, los chistes sexuales y racistas, están por doquier ahora.

Argentino QL fue dirigida por Pato Pimienta, exmiembro de la SCA junto con Alís. ¿Te acuerdas de la SCA, ese programa de stand-up comedy de Vía X? Ambos son excelentes en la comedia, mas sus esfuerzos aquí fueron desperdiciados. Lo que necesitaba Alís no era hacer una peli donde la pasara bien con sus amigos, sino crear material completamente nuevo, convertirse en otro personaje, desafiarse a sí mismo, y contarnos una historia, no un refrito de la rutina de Viña. El resultado es como lo que hizo dos veces Stefan Kramer en el cine, pero algo más soportable, aparte de las fallas técnicas.

En conclusión, este QL a veces nos hace reír, eso se lo concedo. A veces, lo cual no basta para salvar esto.

Rara 

El mundo se le viene encima a la adolescente Sara, de 13 años. Le gusta un compañero de curso, aunque no esté muy segura de sus sentimientos por él. Se siente como la única integrante sensata de su singular familia: su hermana menor es caprichosa y le encantan los animales, y tras el divorcio de sus padres, su madre ha convivido con una mujer. Sara tiene que aceptar a las mujeres en su vida, y cómo el mundo, empezando por su propio padre, las percibe; esto es, no de la mejor forma.

Inspirada en el polémico caso de la jueza Karen Atala, Rara (2016), el premiado debut de la realizadora nacional Pepa San Martín, aborda las relaciones lésbicas desde el punto de vista de una niña, cuya parentalidad la ejercen dos mujeres enamoradas.

Sin embargo, Rara no se trata sólo de dos mujeres enamoradas, sino de algo mucho más amplio, universal: las mujeres. Es sobre el amor entre mujeres, al mismo tiempo que es sobre la hermandad entre mujeres, la amistad entre mujeres, bailar entre mujeres, las diferentes edades de las mujeres y las exigencias académicas, sociales y médicas que implican.

Es una película simple, muy inteligente y perceptiva. Es extraño que aunque no posea grandes sorpresas, sería un crimen revelar mucho de la <>: casi toda ésta depende de las personalidades de los personajes y lo que les toca enfrentar, y hablar al respecto sería como romper la ilusión de conocer a gente maravillosa en la vida real.

Los personajes son tan entretenidos y realistas, que la cotidianidad que viven nunca se torna aburrida: el filme consigue sin mayor esfuerzo que los personajes y los espectadores compartamos sensibilidades, rencillas, recuerdos. Es por esto mismo que Rara tampoco comete el terrible error de volverse panfletaria, porque su verdad se gana nuestros corazones.

De los personajes, los principales en este caso son los mejores del filme: las dos niñas interpretadas por Julia Lübbert y Emilia Ossandón, Sara y su hermana Catalina, respectivamente. Su talento es natural, elevado por un buen guion y una excelente directora. Sus diálogos, los más ingeniosos de Rara, son entregados con el candor de unas niñas que están empezando a descubrir el mundo juntas.

Y creí en su hermandad. El filme las hace cómplices, a ratos enemigas, críticas la una de la otra, y siempre protectoras de su vínculo. Creo que Rara tendrá una mayor resonancia no sólo en las mujeres, sino también en hijos de padres divorciados.

Hubo dos escenas que me causaron ruido, la inicial y la final. La primera es un plano continuo de Sara caminando sola por su colegio, de espaldas a la cámara. No creo que comunique nada importante excepto, quizá, la soledad a la que a veces se ve sometida por venir de una familia original. Y la segunda termina de forma muy abrupta; habría sido mejor cerrar el filme con un momento tranquilo entre las hermanas. Aunque puede ser también que el propósito era empezar y terminar la película de forma <>.

Nunca vas a estar solo

El debut cinematográfico del cantautor pop Álex Anwandter, Nunca vas a estar solo (2015), inspirado en el asesinato de Daniel Zamudio, no es una película perfecta, pero es lo que un buen debut debe ser: audaz, estético, urgente, entretenido.

Pablo es un joven homosexual que trabaja como cantante de una disco gay, y debe resistir día a día el acoso que sufre de sus vecinos homófobos, uno de los cuales es su amante. Hasta que un día es atacado brutalmente por ellos, y queda en coma.

La película está ambientada en los barrios populares de Santiago y representa, creo, con fidelidad las relaciones interpersonales de éstos, donde los vecinos sienten que tienen el derecho de meterse en los asuntos de los demás.

A la vez, da cuenta de la también realista tolerancia que existe hacia las minorías sexuales. El padre de Pablo, Juan, es un fabricante de maniquíes con serios problemas económicos, y acepta a su hijo porque es todo lo que tiene en el mundo. Pero lo más intrigante es que no piensa que la homosexualidad de su hijo sea algo malo que sólo tenga que aguantar. Él lo apoya, aunque su hijo intente no ser tan <> e incomodar a su padre.

Un vínculo tan sano entre estos dos personajes, tan alejado de los estereotipos, es vital para la película y es lo que la hace meritoria.

El estilo visual influye en nuestra percepción de los personajes, cuando algunos colores de neón se apoderan del cuadro, y cuando algunos cortes rápidos de la segunda mitad del filme, impiden un cierre emocional convencional en ciertas escenas. Y está bien: Anwandter está conociendo el lenguaje narrativo del cine y tiene derecho a divertirse con su estilo.

Nunca vas a estar solo se beneficia de un elenco excelente y sugiere un buen futuro en el cine para Anwandter, y me atreveré a decir que, junto con Rara, forman parte de una nueva corriente en el cine nacional, que bautizaré como el Nuevo Cine Gay Chileno.

 

Etiquetas

Notas Relacionadas