Con una nueva alineación y propuesta, el cuarteto local liderado por Miguelo Pereira está próximo a entrar al estudio para grabar su primer EP, el cual se alejaría del sonido clásico y popular del rock penquista, coqueteando con melodías más cercanas al electro pop. El material estará compuesto por cinco temas y llevará por nombre “Laberintos”.

 

Por Mauricio Maldonado Quilodrán
Fotografía facebook opereiras.

Tras una larga pausa de tres años, en que parecía que no habría vuelta atrás, la banda local Opereiras volvió casi a mediados del año pasado totalmente renovada.

"Todo nuevo, con una nueva formación y un nuevo sonido, como que sólo rescatamos el nombre. Nos reinventamos", acotó Miguelo Pereira, guitarrista, vocalista y compositor del grupo.

Pereira, quien fundó la banda el 2008 en Quillón -con músicos de allá- hace hincapié en el cambio y giro en el sonido del grupo, el cual pasó del rock a una propuesta más bailable. 

"Ahora es más pop, con sintetizadores, de hecho antes no contábamos con esos elementos, le agregamos ingredientes. Es un sonido más para la pista de baile, con ritmos como los que suenan en la actualidad. Somos quizás más discotheque", dijo.

Agregando que "el tema del rock penquista, el estilo, es algo que está ciertamente muy ‘manoseado’, hay mucho de lo mismo. Además es por gustos personales, ya que antes como que yo decidía todo, ahora todos aportan, cada uno pone a disposición sus influencias. Al final como que pongo la canción, pero trabajamos entre todos los arreglos, la parte de la producción musical de las canciones".

La banda, que fuera de Pereira está conformada por el bajista Marco Urra, el tecladista Gonzalo Carriel y el baterista Rodrigo Torres, está próxima a grabar su primer trabajo de estudio con esta nueva alineación. 

"En diciembre, específicamente para la época de verano, realizaremos la grabación de nuestro primer EP, el cual ya partimos trabajando con Francisco González -ex Lucybell- hace un tiempo atrás en Santiago, aunque no es lo que queremos proyectar como banda, no quedó como queríamos. Es decir, como que cambió mucho la onda de la banda con esta grabación. Eso sí, nos sirvió de aprendizaje, ya que lo moldeamos de nuevo para trabajarlo dentro de los próximos meses de otra manera", explicó el guitarrista.

El material estaría conformado por cinco canciones y llevaría por título "Laberintos".

"En la web -YouTube- está circulando una sesión de ensayo con un tema titulado ‘Me fui’. Aparte de eso se conocen un par de canciones de la etapa antigua, formación con la que sacamos un disco, pero esos temas ya no los tocamos", señaló Pereira.

Escena emergente

En línea con el espíritu emergente y reformado del grupo, Opereiras organiza todos los meses un festival de bandas nuevas, con la idea de dar a conocer nuevos sonidos y solidarizar con la escena de la música penquista.

"Como banda organizamos una especie de festival llamado ‘Roll Over’ en el bar El Calabozo, en que invitamos a otros grupos para mostrar sus propuestas. Juntamos en total entre tres a cuatro bandas, y lo realizamos una vez al mes", relató el también cantante.

A lo que completó que "el fin de esto más que nada es formar una comunidad musical, ya que entre todos debemos ayudarnos. No tocamos con bandas amigas, es unir a los músicos ciertamente desconocidos. Ayudarnos entre todos y crear movimiento ese es el gran fin. El sentido es mostrar bandas emergentes, que se dé a conocer su sonido y lo que proponen, grupos que no se han mostrado mucho todavía".

El futuro del grupo se siente de algún modo promisorio, ya que tras la grabación del material, el cual "llegado marzo, y con el disco grabado, poder girar por la Región y en lo posible por distintos puntos del país. Ahora, por el momento, tenemos una fecha en octubre para tocar en el Bar Callejón, también en Casa de Salud y en noviembre vamos a Valparaíso y Chillán, es lo que tenemos para lo que queda de año", apuntó el músico.

El fin del guitarrista es "poder ir a todos lados, que no sólo el público local conozca nuestra música sino que igual la gente de otras regiones. Si bien, las redes sociales ayudan un montón, el tocar en vivo es otra cosa, se generan nexos con grupos de otros lugares, te vas nutriendo de la experiencia de otros músicos, de cómo se mueve el ambiente en sus respectivos lugares. A veces uno está muy encerrado en lo propio, en lo más mediato, y no conoces la realidad de otras personas que están en lo mismo que uno".