En la Región, hace tiempo que se viene desarrollando un interesante movimiento, donde una de sus principales características es la transversalidad de generaciones que se dedican a cultivar la música nacional. Una escena potente, que se mantiene activa durante todo el año y no solo en septiembre.

 

Por Ricardo Cárcamo ulloa / Fotografía Facebook La canarito y su bandada

on la llegada de septiembre, en buena parte de la población nace un interés por acercarse a la cueca y a la música chilena tradicional. Y en la Región, este público cuenta con varias alternativas para conocer de los ritmos criollos, pues existe un interesante movimiento con diversidad de exponentes.

Una de ellas es Carolina Aguilera, más conocida como La Canarito. Con una fuerte herencia musical familiar, comenzó en el grupo folclórico de sus padres, y en 2008 fue parte de Los Parroquianos de Urbina. Una carrera en permanente ascenso, llevando su trabajo incluso al extranjero.

Para ella, el actual movimiento local "cada día tiene más interesados en compartir el gusto por la cueca más allá de sus diversas formas de expresión y eso siempre será positivo. En cuanto a los exponentes, hay trabajos que me parecen atractivos como el de Los Pelagatos y espero pronto escuchar el trabajo de Los Pat’e Cueca".

En cuanto a los lugares para mostrar su trabajo, indicó que "los espacios que acompañan la cueca en Concepción no son muchos. La Bodeguita de Nicanor y la Casona del Cinzano son los principales. En algún momento El Averno y Casa de la Música funcionaron, pero al parecer no se generó lo esperado en cuanto a público, siempre somos los mismos. Bueno, gracias a la rueda penquista existe un día a la semana en La Legión, ese espacio espero perdure por varios años más".

Gabriel Oliveros es parte de Los Parroquianos de Urbina y Los Pelagatos, dos de las agrupaciones más importantes de la escena actual. El primero nació en Penco el 2008, al alero del restaurante Donde Urbina, mientras el segundo comenzó en 2011, en el antiguo Barrio Hualpencillo.

Con un estilo ligado a la cueca brava, se han posicionado en un movimiento que para Oliveros cada vez es más prolífico. "Con mucha alegría veo cómo cada vez existen más interesados por aprender y sumarse a este movimiento cuequero de identidad regional. Aún recuerdo los tiempos en que esto recién tomaba fuerza, por el año 2004, aproximadamente, donde en Concepción se realizaron los primeros "Conciertos de cueca" en lugares como El Strómboli, La Escalera, La Tita, La Cocina, Las Peñas de Barrio Sur, entre otros espacios", dijo.

De esa evolución y crecimiento, agregó que "antes existían las peñas folclóricas, pero no estaba posicionada la cueca como expresión artística del tipo concierto. Ahí tomó vida ‘El Lote Cuequero’, integrado por Fabiola González ‘La Chinganera’, Boris Pandero, Panchote Bascur, Enrique de Penco y yo, grupo que prácticamente fue el precursor del movimiento que puso sobre el tapete el canto en rueda y el repertorio de los antiguos maestros de la cueca centrina, hoy conocida como cueca brava".

Oliveros señaló del presente que "es muy destacable el trabajo que hoy están realizando los muchachos de La Legión, ubicados en calle Maipú entre Orompello y Tucapel, donde todos los jueves desde las 19 horas, y de manera impostergable, se juntan a cantar cueca. Esto se ha transformado en una especie de escuela, pues está llegando constantemente gente nueva con deseos de aprender letras y melodías, además de bailar y pasar un buen rato con músicos en vivo y canto en rueda".

Por su parte, La Canarito habló de sus proyectos. "Hay un hijo por ahí, hace varios años gestándose: un disco. Siempre que hablamos del tema, lo ansiamos y anunciamos a corto plazo, pero ha demorado más de lo esperado. Habrá de llegar a su tiempo. La realidad es que se está grabando. A mediano plazo, seguir vibrando con La Bandada y en la medida que eso ocurra, todas nuestras visualizaciones de viajar por el mundo se concretarán".

Oliveros también indicó lo que se viene para sus grupos. "Con Los Parroquianos tenemos en agenda una pequeña obra teatro musical, en homenaje a mi abuelo Raúl Oliveros Díaz (Q.E.P.D), reconocido cultor de la zona y exponente del acordeón de botones. Con Los Pelagatos vivimos una nueva etapa, con la vuelta de Ricardo Jeldres, antiguo miembro. Terminando septiembre nos dedicaremos de lleno a la composición y arreglos de algunos escritos a la espera de ser intervenidos, lo que se traduciría en nuestra tercera producción discográfica".