Cultura y Espectáculos

La poca valorización del público frente al trabajo de los creadores culturales

Tras la polémica por la composición de Carlos Cabezas y su millonario cobro, quedó abierta la discusión sobre el precio de la labor artística a nivel general, escenario que a nivel local no es de los mejores: mientras los espectáculos sean gratis, todo bien.

Por: Diario Concepción 04 de Septiembre 2016
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Tras la polémica por la composición de Carlos Cabezas y su millonario cobro, quedó abierta la discusión sobre el precio de la labor artística a nivel general, escenario que a nivel local no es de los mejores: mientras los espectáculos sean gratis, todo bien.

 

"Yo prácticamente no he vendido mi obra, porque a la gente le ha parecido que los precios que les colocaba eran demasiado altos, lo que en la actualidad serían relativamente bajos", señala Eduardo Meissner, destacado artista visual y docente local.

Palabras a las que añadió que "cuando uno no tiene un nombre de alguna forma consagrado -nacional o internacional- todo precio que se coloque parece exagerado, excesivo e indebido, y la gente quiere comprar obra a precio de huevo. Es una costumbre, porque uno quiere obtener las cosas que a uno le gustan o desean a bajo precio".

Una opinión que grafica la concepción que se tiene del arte y las expresiones culturales en general. Algo que también se puede ejemplificar con la situación dada a conocer hace un poco más de una semana, sobre la canción compuesta por Carlos Cabezas para el proceso constituyente -interpretada por Manuel García- por la cual cobró $24 millones.

"No es para nada barato el hacer una canción, ya que no es sólo llegar y grabar el tema, hay que contratar un estudio, además hay que considerar los valores por los derechos de autor, que no son menores. Hay todo un desconocimiento de lo que hay detrás de una producción musical, además tiene que ver un poco con lo denostada que está la música a partir de la Dictadura. Este tipo de cosas, por ejemplo, no pasan en México, ya que la música es más valorizada y también el trabajo de los músicos en general", enfatizó Mauricio Melo, músico y guitarrista de los Santos Dumont.

A lo que añadió que "ese hecho produjo un quiebre en la cultura nacional, que si bien en la actualidad se han recuperado muchos espacios, pero por muchos años el ser artista era -y sigue siendo para algunas personas- como sinónimo de ser un paria, marginal, hay poco respeto. Hay un enorme desconocimiento de todo lo que conlleva la actividad artística". 

Para el artista visual y performista Álvaro Pereda (Alperoa), la cierta desvalorización de la cultura -tanto local como a nivel general- tiene que ver más que nada con la priorización de las necesidades y también por el desconocimiento de la gente. "No es una necesidad básica y pasa igual por la ignorancia de la gente, me ha pasado que hay personas que van a un taller y preguntan por el precio de una de mis pinturas, respondiéndome que creían que valían la mitad. Ignorancia en el sentido de que si es gente que está acostumbrada a ir a galerías, saben más o menos el valor en lo que se transa una obra".

La novedad de lo foráneo

Mario Soto, experimentado productor musical, cree que la gente se ha mal acostumbrado a los espectáculos gratuitos, los cuales los asocian con artistas o creadores culturales de bajo nivel.

"Soy enemigo de los eventos gratuitos, porque la gente mal entiende el fin de los espectáculos, o sea, no valora a quienes llevan adelante dicho evento, gratis es como sinónimo de más o menos. Por lo menos, siempre he pensado que se debe cobrar de $3 mil a $5 mil, de ahí para arriba, para -primero que todo-, pagarle de buena forma al músico o artistas en general", manifestó.

Opinión que hace eco en las palabras de Melo, quien recalcó que "hay toda una mala costumbre en Concepción de quejarse por pagar entradas para los espectáculos, está acostumbrada a todo gratis".

Otro factor relevante al momento de valorizar o sopesar el trabajo artístico que se hace a nivel local, es la especie de "maldición provinciana, es como pensar que los artistas regionales tienen menos valor creativo o menos trayectoria que los provenientes de la capital. Creo que tiene que ver con nuestra cultura centralista, estamos como acostumbrados a eso por años", afirmó Pablo Gaete, director de Balmaceda Arte Joven sede Bío Bío.

En esta línea pasa lo mismo que cuando se presenta algún espectáculo u obra proveniente del extranjero, el producto regional toma menos relevancia. "Lo que viene de afuera es a otro nivel, se les abren las puertas más fáciles por el sólo hecho de ser foráneo. Pasa también porque las personas no se informan mucho, cuando son tus pares y están al lado tuyo, no tienen mucho valor, pero basta con que venga alguien de afuera para que la gente se encandile, y que quizás en cuanto a calidad es menor a lo que se produce acá, pero tiene ese plus de ser extranjero. Como que sería la razón por la que sí se puede desembolsar una suma importante de dinero por una entrada", recalcó Alperoa.

 

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