Asimismo, trascendió desde la empresa que el reciente fallo del Tribunal Ambiental quita presión al directorio para decidir, finalmente, construir el esperado proyecto de inversión.
A lo menos, hay tres historias luchando por un espacio en esta película, y las tres son mediocres. ¿Qué valores intenta entregarles a los niños este filme? ¿Y cómo se propone siquiera divertirlos, cuando los chistes son fomes y carentes de ingenio?
Esteban Andaur
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Todo empieza una vez que Scrat y su bellota ingresan por error a una nave espacial, contenida en un bloque de hielo gigante. Viajan al espacio y chocan con varios cuerpos celestes, uno de los cuales posee una extraña luz violeta en su interior, y el choque impulsa sus pedazos a la Tierra. Manny, Diego, Sid y cía. deben, entonces, impedir que éstos choquen con la Tierra y la destruyan… ¡para siempre!
Bien, las rocas o meteoritos o lo que sean, son imanes, y ya estaban presentes en nuestro planeta. Ya está, lo dije. Yo me preguntaba: ¿cómo habrán llegado hasta acá? La nave de Scrat es lo primero que nos sugiere que la película responderá esa interrogante, sobre todo porque, si el filme se llama Choque de mundos, uno debe suponer que uno lo forman los habitantes de la Tierra, y el otro, aquellos que dejaron la nave abandonada en el hielo. Ah, ya sé. Fueron los realizadores los que, arbitrariamente, pusieron la nave aquí, para justificar la cuarta secuela. Pues todo está mal, empezando por el título.
Se supone que en la Tierra, el mamut y su esposa viven una crisis existencial, porque su hija se quiere casar e irse con su marido a viajar por ahí. Después una comadreja emerge del centro de la Tierra, donde viven los dinosaurios, y les advierte de los peligros del inminente choque, y es perseguido por <> (parece que los realizadores no revisaron el diccionario de especies de animales prehistóricos, así que inventaron esa estupidez). Y justo antes del choque, el grupo llega a una de las rocas (que ha estado en el planeta durante años), en cuyo interior viven más especies que se conservan jóvenes y viven una vida shúer jipi.
A lo menos, hay tres historias luchando por un espacio en esta película, y las tres son mediocres. ¿Qué me está tratando de decir este filme? ¿Qué valores intenta entregarles a los niños? ¿Y cómo se propone siquiera divertirlos, cuando los chistes son fomes y carentes de ingenio? O sea, hasta la animación parece simplona, floja, más adecuada para la televisión que el cine.
Esto último me hace pensar en tiempos pasados en que las secuelas de cintas animadas exitosas, eran lanzadas directo a video. Ahora son adaptadas a series de Netflix. Este es el espacio al que esta franquicia debería apuntar, si quiere recuperar el prestigio que ya perdió por completo.
Ahora bien, el trabajo de doblaje de celebridades chilenas en una animación norteamericana, era razón suficiente para verlo en la pantalla grande.
El reparto de voces nacionales incluye a Rodrigo Salinas (Buck), Tonka Tomicic (Brook), Fernando Godoy (Shangri Llama), Martín Cárcamo (Teddy) y Augusto Schuster (Roger). El primero es la comadreja, la segunda el interés romántico de Sid, el mejor personaje de la franquicia. El tercero es un gurú espiritual, el cuarto es un conejo que sirve como el interés romántico del único personaje gracioso aquí, la abuelita de Sid; y el último es un <> debilucho que se redime ante su familia al final. Sólo Germán Garmendia (sí, ése Germán), como el mamut Julián, está en el doblaje latinoamericano.
Tonka habla intentando mo-du-lar mu-y bi-en para que se entienda lo que dice, sacrificando la entonación de las palabras. Su Brook exige una voz más o menos musical, y cuando debe entregar notas altas se nota que no puede, y escucharla es como un profesor de escuela malvado con garras por uñas, arañando un pizarrón. Además, siempre pensé en ese gurú espiritual que vive con Brook dentro de la roca. Digamos que es su Parived.
Respecto al YouTuber, Germán pareciera no enfatizar bien los diálogos. Hay veces en que su personaje hace pausas, y él cierra las líneas en lugar de acentuar las pausas. YouTube ha robotizado a este chiquillo, haciéndolo hablar como el doblaje latino de un personaje de Disney. Debe aprender a mimetizarse con su personaje; no hablar como él mismo tratando de hablar como un mamut. Por mi parte, habría pagado por escucharlo hablar como un ser humano real. Ésa habría sido una sorpresa.
Oh, y esos personajes insufribles, Crash y Eddie… Sus diálogos eran imbéciles, comentaban sin necesidad los eventos de la trama, y sin humor. Sólo esperaba que el dientes de sable se los comiera luego. ¿Quién fue el genio en el estudio que tuvo la brillante idea de crear a estos odiosos personajes?, porque deberían despedir su trasero.
La era de hielo: Choque de mundos (que debería retitularse como La era de hielo: Choque de meteoritos violeta con la Tierra) es un desperdicio de dinero y buena disposición por parte del público, como es obvio, pero también por parte del estudio detrás de esta bazofia, Blue Sky Studios. Y si cada filme consiste en un enfrentamiento entre los protagonistas y una amenaza natural que los haría desaparecer, entonces ya tengo el título para la sexta entrega: La era de hielo: Extinción, finalmente.