Quilaco, San Rosendo y Antuco también se encuentran en los primeros lugares del listado, de acuerdo al Censo 2017. Especialistas abordan situación.
Por Lucía Vásquez Roa
Las comunas de Alto Biobío, Quilaco, San Rosendo y Antuco son las comunas de la Región con la menor cantidad de personas con educación superior cursada, de acuerdo al Censo 2017.
En Alto Biobío, de una población de 5 mil 769 habitantes, solo 331 han cursado estudios técnicos o universitarios. En Quilaco, esta cifra es de 388 de un total de 3 mil 927 habitantes. San Rosendo reporta 436 personas con educación superior de un total de 3 mil 372,y Antuco 463 dentro de 3 mil 975 habitantes. Estos datos excluyen postgrados, donde la representación es aún más limitada.
Esto también da cuenta de una brecha de acceso entre sectores rurales y urbanos de la Región.
Desde la Municipalidad de Alto Biobío, a través del DAEM, indicaron que han liderado una política educacional local, plasmada en el PADEM. Este plan incluye un preuniversitario enfocado a estudiantes del Liceo Ralco, becas de matrícula y cupos en un hogar de estudiantes en Los Ángeles. Además, informaron un trabajo con la Fundación MC para reforzar aprendizajes.
Si bien las políticas estatales avanzan, su implementación enfrenta desafíos en el territorio. “Las directrices estatales siguen su rumbo y plazos de implementación, sin embargo, la falta de una mirada aterrizada de las comunas hace que se alejen de la realidad social y económica”, señalaron desde la casa edilicia, ejemplificando con la escasa locomoción pública que dificulta el acceso a la gratuidad para muchas familias.
“La comuna de Alto Biobío ha buscado políticas locales que permitan articular los beneficios estatales y locales, de acuerdo a las capacidades de gestión y recursos disponibles”, agregaron.
El municipio sostuvo que la conectividad sigue siendo un desafío. “Existen sectores en la comuna que aún no cuentan con este servicio ‘Básico’ del siglo en que nos encontramos, lo cual se complejiza al considerar que no todas las familias cuentan con dispositivos tecnológicos”. Para abordar este problema, la Municipalidad está trabajando con el Ministerio de Telecomunicaciones para ampliar la red.
Desde la Subsecretaría de Educación indicaron que “en https://rural.mineduc.cl se puede revisar la Política Nacional de Educación Rural y los distintos apoyos técnico-pedagógico que ofrecen a las comunidades y docentes rurales”,
Además, explicaron que el Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) busca abrir puertas a estudiantes de liceos, incluyendo los de sectores rurales. En 2024, el 12.4% de los establecimientos PACE eran rurales.
Jorge Roa, profesor de filosofía y magíster en gestión y dirección escolar, reconoció una mejora en la educación rural en comparación con años anteriores. Sin embargo, enfatizó la necesidad de fortalecer la conexión entre la educación y las oportunidades postsecundarias disponibles para los estudiantes.
Roa, quien es parte del programa PACE de la Universidad de Concepción en establecimientos de Quilaco, Alto Biobío y Antuco, indicó que las carreras más demandadas son las del área agronómica.
Según su experiencia en el programa PACE, “trabajar en la exploración y orientación vocacional con estudiantes de tercero y cuarto medio es una estrategia valiosa, así como desarrollar habilidades para el siglo XXI, como el pensamiento crítico y la metacognición””.
El profesor sugirió un mayor vínculo entre los centros de educación superior en la provincia de Biobío y “un trabajo temprano con los estudiantes, idealmente en los últimos años de la enseñanza básica, para facilitar una toma de decisiones más informada en la enseñanza media”.
Educación en sector rural
En línea con la educación en sectores rurales Angélica Valenzuela, profesora de educación básica y magíster en dirección y liderazgo, y quien se desempeña en una escuela de Santa Juana destacó que gran parte de las labores implican afrontar desafíos geográficos y culturales únicos.
Subrayó la importancia de sensibilizar a los estudiantes sobre las oportunidades que ofrece la educación superior desde los primeros años, eliminando distinciones entre contextos urbanos y rurales. Valenzuela resaltó la implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) “es una estrategia efectiva para el cumplimiento del currículum nacional, permitiendo a los estudiantes aprender de manera activa y práctica”.
Yazmina Pleticosic, secretaria de estudios del departamento de educación Universidad San Sebastián y directora de la carrera de Educación Física de la universidad, señaló que la educación en zonas rurales enfrenta limitaciones en la implementación de programas educativos, acceso a tecnología, recursos didácticos, infraestructura y capacitación del profesorado, lo que restringe las opciones de los estudiantes al planificar sus estudios.
Paz Céspedes, jefa de la la Unidad de Inducción Universitaria de la Dirección de Acompañamiento Académico al Estudiante de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, atribuyó la brecha educacional a la menor oferta de oportunidades académicas y socioculturales en zonas rurales, señalando que muchos estudiantes rurales son la primera generación de sus familias en acceder a la educación superior.
Céspedes destacó que el desafío del programa de acompañamiento al proceso de transición radica en mostrar a los estudiantes las diversas alternativas disponibles al finalizar la enseñanza media, tanto en el subsistema universitario como en el técnico profesional.
Psicología, seguida de carreras del área de la salud como kinesiología y enfermería, son las carreras más populares entre los estudiantes de zonas rurales según Céspedes. En el ámbito pedagógico, Educación de Párvulos es la más solicitada, mientras que en ingenierías se observa una mayor matrícula en Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Comercial.
