El humo de los incendios forestales impacta y amenaza vías respiratorias de personas y también de mascotas. Por esto, la Seremi de Salud y veterinarios explican cómo prevenir y actuar ante esta emergencia.
Por Lucía Vásquez Roa
Los incendios, más allá de su devastación evidente, desatan una amenaza sigilosa y persistente: el humo, una nube tóxica que se cierne sobre la salud de humanos y animales. Este peligro, intensificado por el cambio climático y acciones negligentes, impacta a los más vulnerables.
“Un incendio forestal es un fuego, que cualquiera sea su origen, se propaga sin control en terrenos rurales o cerca de viviendas, a través de árboles, matorrales y pastizales”, explicó la Seremi de Salud y destacó que “constituyen la causa más importante de destrucción de vegetación, impactando muchas veces en viviendas, animales, fuentes de trabajo e incluso vidas”.
Desde la misma Seremi explicaron que el humo es un cóctel peligroso de partículas finas como PM2.5 y PM10, monóxido de carbono y diversos compuestos químicos que atacan las vías respiratorias y el sistema cardiovascular, niños, ancianos, embarazadas y personas con enfermedades respiratorias crónicas como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son especialmente susceptibles.
“El humo de los incendios en públicos de mayor riesgo por su condición biomédica, puede provocar mareos, vómitos, debilidad, dificultad para respirar, tos persistente, conjuntivitis y/o compromiso del estado de conciencia”, señalaron y agregaron que “en caso de que la exposición al humo sea directa, se debe consultar a un recinto asistencial”.
La exposición prolongada puede tener consecuencias aún más complejas, “agravar enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas, aumentar el riesgo de desarrollar asma y EPOC, aumentar el riesgo de infarto de miocardio, dificultar la concentración y reducir la capacidad del organismo para combatir infecciones”, por lo que “es importante evitar la exposición al humo”.
La prevención es la primera línea de defensa, “las recomendaciones básicas inmediatas ante la ocurrencia de incendios forestales dicen relación con alejarse de las fuentes de humo; cerrar puertas y ventanas, utilizando paños húmedos para asegurar su sellado; evitar otras fuentes de contaminación intradomiciliaria, no realizar actividades deportivas; y evitar fumar, usar estufas de leña o chimeneas, encender velas o incienso, etc”, detalló la Seremi.
“Los niños/as pueden presentar los mismos síntomas que los adultos mencionados anteriormente”, añadieron, insistiendo en que la protección de los más débiles es una prioridad.
La Seremi de Salud cuenta con planes de contingencia para personas, que incluyen la zonificación de áreas críticas y la coordinación interinstitucional, “contamos con la atención a la ley 21364 (Ley Senapred), la cual cuenta con un plan de emergencias y variables de riesgo contamos con un Plan de incendios forestales”, afirman.
Insistiendo en que la protección de los más débiles es una prioridad, los animales domésticos también sufren los efectos nocivos del humo, experimentando irritación ocular, inflamación respiratoria e incluso intoxicación por monóxido de carbono.
“Los perros/gatos braquicéfalos suelen en su mayoría tener el síndrome braquiocefálico, el cual está conformada por estenosis de las narinas, paladar blando elongado, entre otros. El problema es que al no ser operado o al ser operado demasiado tarde esas estructuras generan una obstrucción en el ingreso del aire, por lo que, al ya tener una dificultad respiratoria, el humo los limita mucho más”, explicó la Dra. Marcela San Martín, veterinaria y diplomada en medicina y cirugía de animales pequeños.
La Dra. San Martín explicó que los signos más frecuentes en intoxicación por humo son: cambio de voz, acompañado algunas veces con ronquera o estridor, tos, quemadura en la cara, dificultad respiratoria, alteración de la conciencia y mucosas cianóticas.
San Martín advierte que el humo puede causar lesiones térmicas el cual contribuye a quemadura de las vías aéreas superiores, el cual dependiendo del caso puede generar un edema. Además, dijo que el humo puede causar una intoxicación por monóxido de carbono, el cual este compuesto se une a la hemoglobina para formar carboxihemoglobina, y eso genera que no se pueda captar el oxígeno por lo cual provoca hipoxia tisular.
Por esto, la atención veterinaria oportuna es crucial, “en animales cardiópatas y con problemas respiratorios al tener ya menor captación de oxígeno, suelen afectar más las lesiones causadas por el humo”, enfatizó.
Para proteger a las mascotas, se recomienda mantenerlas en espacios cerrados con acceso a agua limpia, limitar las salidas al exterior y buscar atención veterinaria ante síntomas graves, la Dra. Macarena Bascur, veterinaria y diplomada en Clínica Y cirugía de Pequeños Animales, USS & diploma de Tenencia Responsable de Mascotas y gonadectomía de la FAVET U de Chile, recomienda “mantener espacios completamente cerrados, ideal si existe aire acondicionado, siempre agua limpia a disposición”.
La Dra. Bascur señaló que “los signos clínicos específicos de la toxicosis por monóxido de carbono incluyen: letargo, depresión respiratoria, hipoxemia (bajo nivel de o2 en sangre), estupor, coma, secuelas neurológicas secundarias tardías y muerte”.
Además, Bascur advierte que “los signos de intoxicación no siempre son inmediatos, por ende, bajo estas circunstancias de contaminación continua, hay que mantenerse atento al comportamiento de nuestras mascotas y a los signos que pudieran presentar”.
Sobre el manejo del estrés en mascotas, la Dra. Bascur aconseja que durante y después de la exposición al humo, es fundamental manejar el estrés de las mascotas. “Podemos usar juegos interactivos para distraerlos, o si se estresan por la presencia de otras mascotas, guardarlos en un canil tapado con una manta. En casos más severos, existen suplementos y feromonas que pueden ayudar”, detalló.
También, es vital contar con un kit de emergencia, “en caso de tener ya una enfermedad de base, siempre tener los medicamentos a la mano. Además, es conveniente contar con suero, agua, paño/ toalla/ gasas, y saber dónde llevar a su mascota en caso de descompensación”, indico la Dra. San Martín.
En el mismo contexto, añadió que si los animales están cerca del foco siempre se recomienda evacuar, en caso de que estén más lejos se recomienda limitar lo máximo posible el exterior. “Si solo van a hacer sus necesidades no hay problemas, siempre y cuando eso signifique minutos, ahora salida más de 5-10 minutos solo está poniendo en riesgo a su mascota”, explicó.
San Martín subraya la importancia de manejar el estrés de las mascotas durante y después de la exposición al humo. En ese sentido, recomienda buscar juegos interactivos para distracción y, en el caso de estrés por la presencia de otra mascota, se sugiere resguardarlo en un canil y taparlo con una manta o, incluso, limitar el contacto, con personas u otros animales. También destacó la utilidad de suplementos para la ansiedad.
Finalmente, la Seremi de Salud enfatiza la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades competentes y mantenerse informado sobre la evolución de la situación y advirtió que “en lo posible, hay que alejarse de las fuentes de humo, y en caso de no poder hacerlo, utilizar un paño húmedo o mascarilla para cubrir nariz y boca”, y es que “la exposición prolongada al humo puede tener efectos graves para la salud, como: enfermedades cardiovasculares, cáncer, problemas pulmonares y otros”, indicó.
