Funciona a través de un dispositivo de electroestimulación, que es guiado a través de una plataforma, que cuenta con todos los protocolos y tratamientos específicos para cada patología. El paciente recibe la información de uso de cada sesión por celular y una vez a la semana recibe asistencia de un terapeuta.
Buscando resolver las brechas de acceso y resultados que existen en términos de neurorehabilitación, un grupo de profesionales, entre ellos, dos titulados de la Universidad de Concepción, crearon un dispositivo que permite que, a través de la electroestimulación funcional, el paciente vuelva a tener movilidad.
“Personas secueladas, por ejemplo, por un infarto cerebral, enfermedades neurodegenerativas, lesión de la médula espinal, accidente cerebro vascular, o bien, de niños que nacieron con una parálisis cerebral, entre otros, pueden ser beneficiadas con este modelo terapéutico, en el que desarrollamos una plataforma que contiene los protocolos de tratamiento específicos, validados para cada patología (…) al paciente le llega en su teléfono el paso a paso de lo que tiene que hacer todos los días”, dijo Moisés Campos, ingeniero biomédico, formado en la UdeC e integrante de la empresa TrainFES creadora del homónimo producto.
Campos destacó que el modelo de salud, que está patentado en 14 países (Estados Unidos, Unión Europea e Inglaterra) fue recientemente certificado por la Food and Drug Administration (FDA) -autoridad sanitaria norteamericana que se encarga de supervisar, revisar y aprobar los procesos de insumos médicos en ese país- lo que permitirá que la firma pueda expandirse con el producto en ese mercado, donde ya cuentan con oficina en Palo Alto, California.
“Es un orgullo porque la FDA reconoce la calidad del trabajo y, además, abre puertas (…) Teníamos muchos preacuerdos en Estados Unidos que estaban esperando los clientes, que obtuvieramos la FDA para partir con los pacientes. Nos abren las puertas del mercado norteamericano, que es el 43% del mercado global, es decir, es un mercado enorme”.
Además, según dijo, con la aprobación de la FDA, que es el principal ente regulador, se podrán abrir muchos mercados, distribuir la tecnología en otros, sobre todo en Sudamérica, para entrar a Argentina, a México y reducir los tiempos de proceso.
“Pero por otro lado, sentimos que estamos contribuyendo mucho (…) demostrando que desde Chile podemos crear alta tecnología en el área de la salud y con toda la disposición también a poder ayudar y orientar a otros emprendimientos”.
De hecho, recalcó que 7 trabajos de TrainFES fueron presentados en el Congreso Mundial de Rehabilitación realizado el año pasado en Canadá. “Eso demuestra lo relevante que es este trabajo y lo eficiente de este modelo de rehabilitación, que lo que quiere es acortar las brechas de rehabilitación. En el fondo, con el mismo presupuesto, se pueden atender 3 ó 5 veces más pacientes.Ese es un gran beneficio para el sistema de salud. Tener una eficiencia de 3 ó 5 veces más que con el modelo tradicional”.
Foto: Trainfes
Según explicó Campos el modelo de rehabilitación -realizado junto al kinesiólogo Luis Campos, el ingeniero eléctrico Matías Hosiasson y el ingeniero electrónico Sebastián Mardones- consiste en instalar un dispositivo, que emite pequeñas descargas eléctricas, en el músculo dañado de la persona, por ejemplo, en una pierna afectada por un accidente cerebro vascular.
Dicho dispositivo, agregó, está asociado directamente a una plataforma, que contiene todos los protocolos y tratamientos específicos que están validados para cada patología. Toda esa información la recibe el paciente en el celular para que realice su entrenamiento diario en su casa, le entrega avisos y muestra a través de videos qué hacer, en un diseño de medicina de precisión. Además, una vez a la semana recibe asistencia de un profesional en su domicilio.
“Los pacientes deberían estar en terapia todos los días, pero eso en el modelo tradicional podría costar entre $20 millones y $40 millones anuales (de incluir terapia ocupacional y fonoaudiología), lo que hace que el sistema de salud o las personas no puedan financiar. Entonces, al final tienen menos terapia y eso significa que hay una gran brecha en término de acceso”.
En Chile, sostuvo, sólo el 6% de los pacientes pueden acceder a una terapia completa y en Estados Unidos la cifra sólo alcanza el 12%.
Con el proyecto que están desarrollando desde 2013, según dijo, basado en evidencia científica, guías clínicas y estudios realizados con la Universidad Illinois en Chicago, además de otras instituciones norteamericanas y nacionales, los pacientes tienen una recuperación más rápida, siendo entre 3 y 5 veces más eficiente que el tradicional tratamiento y logran acortar las brechas.
“Nosotros resolvemos esta problemática con un modelo que permite que los pacientes se puedan rehabilitar a diario, guiados por una plataforma, una especie de terapeuta virtual y supervisado por el terapeuta, la rehabilitación a la propia casa del paciente, y eso permite que estén entrenando todos los días y esto a su vez va con un dispositivo”.
El sistema TrainFES que, actualmente, cuenta con un centro de rehabilitación en Santiago donde mensualmente tratan a 300 personas y está presente en los 14 centros Teletón a nivel país, hasta el momento, según explicaron desde la firma cuenta con resultados como la recuperación del 34% de la marcha de pacientes crónicos, su habilidad de caminar con un bastón, por ejemplo.
A su vez, el 99% mejora la contracción de los músculos, lo que supone un beneficio como es volver a dormir bien, disminuir el dolor y tomar la cuchara para poder comer, entre otros.
El programa, que cuesta cerca de $400 mil mensuales, sólo es financiado por Isapres o seguros complementarios, pero, según Campos, impulsarán la posibilidad de que sea incluido en Fonasa y más aún que sea financiado a través de la Ley Ricarte Soto, pues no entraría en las canastas tradicionales del sistema público de salud.
Dicho dispositivo, detalló, estimula la musculatura del paciente, que se recupere y que, incluso, que el enfermo que sufre invalidez logre pararse o quien, tiene imposibilidad de mover sus manos lo logre.
“Una de las secuelas más típicas con las que queda una persona con un accidente cerebrovascular es que no pueden levantar el pie y no pueden flectar la pierna (…) Y lo que hace este dispositivo en una persona que quedó con este tipo de secuelas es que, a través de un sensor inercial, que se pone en el fondo de un sensor de movimiento detecta la forma en que se mueve la pierna, detecta el déficit que tiene, y envía indicaciones al dispositivo de estimulación para que cada músculo se active en el momento preciso para conseguir un patrón de marcha natural”.
Detalló que cuando hay una lesión neurológica cierto grupo de neuronas que controlan la mano mueren, por ejemplo. Entonces la solución está en activar las neuronas circundantes, a través de la repetición, lo que en la terapia de electroestimulación es mucho más rápido. “Tras repetir, repetir y repetir esas neuronas, que están circundantes al daño que ocurrió, empiezan a darse cuenta cómo tienen que trabajar para lograr controlar esa mano y empezar a incorporar esas funciones que se habían perdido”.
Lo que hace, finalmente el dispositivo, puntualizó, es reentrenar al cerebro para recuperar la función perdida.
