Los actos administrativos a edificios corresponden a las fiscalizaciones propias de la Superintendencia. Bomberos y conserjes se refieren casos de emergencias por fuga.
Por Lucía Vásquez Roa
Desde la incorporación de instituciones de emergencias a las redes sociales, desde hace más de 10 años, es que uno de los reportes más comunes en estas plataformas son los llamados por fuga de gas, dando cuenta de lo común que puede ser este tipo de eventos en el espacio urbano.
De hecho, en el sector céntrico de Concepción, vecinos y oficinistas son testigos semanales del despliegue de bomberos, en casas y departamentos, a partir de fuertes olores.
Nelson, conserje de un edificio de calle Cochrane, compartió su experiencia con, a la que él cataloga “pequeña” fuga de gas en un departamento. “Este tipo de incidentes suele estar relacionado con factores como el desgaste del material o mangueras que colapsan con el tiempo. Después de un tiempo, eso colapsa y empieza a tener fuga, poquitito, pero tiene. Y como el gas no pasa desapercibido, la gente se asusta” señaló.
Sin embargo, admitió que no existe un protocolo específico en su edificio para manejar este tipo de elementos. Además, mencionó que no se realiza una inducción estructurada para los nuevos vecinos sobre cómo actuar ante estas situaciones. “Llevo bastante tiempo en este edificio, y la verdad, no sé si hay un protocolo en particular… como no es algo que pase constantemente, no es algo que se mencione mucho”, agregó.
Un caso reciente, donde se llamó a Bomberos por posibles fugas de gas, fue en un edificio ubicado en calle Bandera, donde su conserje quien pidió mantener el anonimato, relató que “hace menos de dos semanas tuvimos un incidente bastante polémico entre los vecinos, donde nos vimos en la obligación de llamar a Bomberos. Todo empezó porque un residente abrió el agua del calefón y se prendió el flexible”, explicó.
Aunque este edificio cuenta con algunos protocolos básicos para emergencias, el conserje lamentó la falta de capacitaciones específicas sobre gases. “Se han hecho capacitaciones aquí con respecto a rescates en ascensores y otros temas, pero así como específicos de gases ha sido bien poco”, comentó. Además, enfatizó la importancia de profundizar en estos programas: “El cuidado es para todos, para nosotros como trabajadores y para los residentes, por esto, entre los colegas hace mucho tiempo hemos pedido a la administración una capacitación”.
El director regional de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC), Manuel Cartagena, explicó que las inspecciones periódicas a edificios son fundamentales para garantizar la seguridad en las instalaciones de gas y electricidad. Estas pueden ser programadas o motivadas por denuncias o emergencias. “La frecuencia depende del riesgo asociado a cada instalación y los antecedentes del edificio en fiscalizaciones previas”, detalló.
La responsabilidad de mantener las instalaciones en buen estado recae sobre los propietarios o administraciones comunitarias. En caso de incumplimiento, la SEC está facultada para iniciar procedimientos administrativos.
Según Cartagena, si durante una inspección se detectan defectos críticos como fugas o presencia de monóxido de carbono, se informa a la empresa distribuidora para aplicar el corte del suministro. Esto busca evitar accidentes mayores.
Durante 2024, la SEC inició 20 sumarios administrativos contra edificios en Concepción por no tener su inspección periódica vigente. Las sanciones aplicables incluyen: multas económicas, exigencias de corrección de fallas en plazos determinados, clausura temporal o definitiva de instalaciones peligrosas.
Cartagena también destacó que los protocolos actuales incluyen pruebas de hermeticidad y uso de detectores electrónicos para identificar fugas visibles y medir gases como monóxido de carbono.
En el marco de la seguridad en edificios, el Sello Verde emerge como un estándar clave para las instalaciones de gas. Otorgado por la SEC, certifica el cumplimiento de requisitos específicos de diseño y funcionamiento seguro, con una validez inicial de dos años.
La renovación consecutiva permite extender las inspecciones hasta cuatro años.
Ante estos incidentes recurrentes, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Concepción y especialista en materiales peligrosos, Felipe Meneses, entregó detalles sobre cómo enfrentan hechos relacionados con gases peligrosos. Explicó que, actualmente, no existe una integración tecnológica que conecte los sistemas de detección de gases con la central de despacho del Cuerpo de Bomberos. Por ello, las comunidades organizadas deben reportar los incidentes llamando al número 132.
Según el comandante Meneses, el manual operativo establece el envío inmediato de unidades especializadas en materiales peligrosos junto con una unidad bomba del sector y una unidad portaescalas, si es necesario apoyo para evacuación o entrada forzada.
Los tiempos promedio de respuesta son cercanos a cinco minutos desde el despacho hasta la llegada al lugar del primer vehículo. Una vez identificado el tipo de gas involucrado, se coordina con la empresa distribuidora correspondiente para trabajar conjuntamente en la mitigación del riesgo.
Las acciones prioritarias incluyen: identificación del tipo y origen del gas, controlar la fuga, proteger a la población mediante evacuación, ventilación táctica y segregación del área afectada. Además de desplegar líneas de seguridad ante riesgos adicionales como incendios o explosiones.
Aunque las inspecciones no forman parte directa del rol de Bomberos, el comandante señaló dos riesgos frecuentes. “Normalmente, esta situación ocurre por, primero, trabajos interiores que perforan o rompen cañerías por desconocimientos del trazado. O segundo, el uso de componentes no certificados por el SEC, que fallan durante operaciones normales”, explicó.
Para emergencias con gases combustibles, los equipos voluntarios utilizan trajes completos contra incendios (botas, guantes, chaqueta y pantalón resistentes al fuego), esclavinas protectoras y equipos autónomos de respiración individual. También emplean detectores electrónicos para identificar gases combustibles y electricidad, cámaras térmicas y ventiladores a prueba de explosiones. “Estos implementos nos ayudan a cuidarnos y así, poder seguir cuidando a la comunidad”, comentó Meneses.
Por último, aconsejó a la comunidad a “mantener instalaciones aprobadas por el SEC, realizar mantenciones periódicas con tecnologías autorizadas, identificar el tipo de gas que los residentes están usando (GLP o gas natural), y en el caso de detectar una fuga, cortar el suministro inmediatamente, evacuar sin operar aparatos electrónicos y llamar a bomberos desde un lugar seguro”.
