
A 15 años de lo acontecido aquella madrugada del 2010, fueron distintas las iniciativas que se levantaron en la zona desde el área de las culturas. Más allá de la infraestructura afectada, surgieron variadas las propuestas que ayudaron a levantar el ánimo de la comunidad.
Si bien han pasado 15 años del terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero del 2010, son imborrables sus recuerdos y consecuencias que trajo en el corto mediano y largo plazo. Repercusiones y “réplicas”, que en una primera instancia, si bien afectaron de manera importante a la infraestructura patrimonial y cultural de la zona, también influyeron en el ánimo y en lo laboral de la comunidad artística.
Uno de los espacios culturales importantes y claves dentro de Concepción, que se vio afectado enormemente por el megaterremoto fue Artistas del Acero. La sede ubicada en O’Higgins 1255 sufrió el derrumbe de gran parte de su infraestructura, lo cual requirió una reparación profunda que se extendió por un largo tiempo.
“La casa que adquirimos en ese entonces, y que es la actual sede, era una casa antigua, a la cual se le construyó en su parte posterior una sala de teatro y de ensayos, que era lo nuevo. Mientras que la parte de adelante, con el terremoto, se cayó toda, pero logramos que el seguro nos financiara parte de su reconstrucción, la cual completamos con material donado por Huachipato y que quedó totalmente antisísmica”, detalló Arnoldo Weber, gerente de Artistas del Acero.
Completando que “estuvimos varios meses sin hacer actividades, cuando ocurrió el terremoto, nos juntamos como equipo, profesores incluidos, y nos cambiamos mientras a otro lugar. Y después de dos años, volvimos a la sede e hicimos una reinauguración”.
Más allá de lo material y estructural, igualmente surgieron diversas iniciativas que sirvieron para apoyar de forma directa a la comunidad artística local, como también para subir el ánimo de aquella época.
Ejemplo de esto fue lo realizado por el músico penquista Mauricio Melo, quien levantó en la ex Sala Dos el ciclo “Tras Bambalinas”. Espacio que reunió, por cerca de dos años, a un importante número de bandas y artistas locales, los que fuera de presentar sus proyectos en particular, vivieron una instancia de “catarsis” ante el complejo momento que se estaba viviendo. De ahí nacieron diversas bandas que marcaron el ritmo de la música penquista, y que varias de ellas perduran hasta el día de hoy.
También en la línea de la música, destacable es lo realizado por el grupo Emana, que aparte de crear la canción “Chile renacerá”, organizaron una serie de conciertos colectivos para reunir ayuda para los damnificados del 27/F.
“El tema lo hicimos pensando como una especie de himno y en la línea de ‘Whe are the world’, o sea, la habíamos imaginado en hacerla con varios cantantes, pero por cosa de tiempo no se pudo”, dijo Luis Herrera, frontman de Emana.
Añadiendo que “pero lo que sí resultó fue el organizar una serie de tocatas a beneficio. Juntamos a varias bandas de diversos estilos musicales, el cual el primero de estos llevó por nombre ‘Conce renace’, y replicamos en Hualpén y Lota. Nos unimos con la FEC de la UdeC, quienes juntaron en un camión todo lo que se recolectó. Fue algo bien entretenido y gratificante, se generó unión entre los músicos y la comunidad”.
Igualmente se estrenaron, un par de años después, los productos fílmicos “03:34. Terremoto en Chile”, “El renacer del bastión”, “El Morro: una década de conversión” y “Tsunami ladies”, estos últimos tres fueron documentales que se estrenaron en el aniversario número 10 del 27/F.
Un ícono de la zona, y que hasta el día de hoy se sigue escribiendo su historia, es lo que pasa con el Remolcador de Alta Mar “Ram Poderoso”, en Talcahuano.
Tras el terremoto y posterior tsunami, la embarcación sufrió graves daños quedando volcado sobre uno de sus costados, en terrenos de Bienes Nacionales en sector La Poza, con gran parte de su estructura destruida, situación que cumple hoy 15 años.
“Sobre opción de desafectación del RAM Poderoso, no lo consideramos como primera opción, ya que es necesario destacar el valor que su recuperación representaría para Talcahuano como Monumento Histórico (1990) considerando el aporte turístico que a la zona aportaría”, expresó Marcos Groetaers, vicepresidente de la Corporación Monumento al Trabajo Marítimo RAM Poderoso.
De igual forma, desde esta corporación se comentó que si bien se hace imposible su recuperación como era antes del tsunami -a modo de museo flotante-, se espera que se pueda salvar parte de su infraestructura y resguardar con aquello algo de su valor histórico.
Hasta el momento, la última iniciativa que consideraba salvar el “RAM Poderoso” data del 2022 -el Plan de Restauración Acuática de Talcahuano (PRAT), idea que finalmente no quedó en nada, dejando en duda su destino.