En el marco del cierre del Proyecto GEF Humedales Costeros se concretaron diversas medidas que fortalecen la vinculación social y ambiental.
Por Montserrat Serra Cárdenas.
El estudio, del Proyecto GEF Humedales Costeros, que dedicó cinco años de trabajo a la conservación, restauración y gestión sostenible de los humedales costeros, se concentró en el Sistema Humedal Rocuant-Andalién-Vasco da Gama-Chimalfe-Paicaví-Tucapel Bajo.
Y es que este sistema es el único ecosistema piloto ubicado en la Región del Biobío, abarcando las comunas de Talcahuano, Hualpén, Concepción y Penco, destacando su importancia ecológica.
“Tenía como objetivo fortalecer los marcos regulatorios institucionales, generar y difundir información clave e implementar las acciones piloto en todo el Sistema de Humedales Rocuant-Andalién”, declaró el seremi del Medio Ambiente del Biobío, Pablo Pinto.
Añadió que “este ecosistema piloto se convirtió en un modelo de referencia para futuras iniciativas de conservación, gracias a la integración de la ciencia, la gobernanza participativa y la educación ambiental”.
Si bien el Proyecto GEF dotó de documentos e información científica a las comunidades que se encargan de la protección del Sistema de Humedales Rocuant-Andalién, también entregó los elementos para compatibilizar el desarrollo urbano con el medioambiente.
Entre los resultados de los estudios está el Plan Maestro de Ordenamiento Territorial y Diseño Urbano para la Protección, Gestión y Resiliencia de este sistema de humedales. En él se detallan una serie de propuestas para transformar el humedal en un estructurador del territorio. Y es que este plan establece una carta de navegación con un programa que considera espacios para la recreación, protección, conservación y restauración de áreas de valor ecológico.
Y también para el desarrollo de economías dispuestas a dialogar para buscar avanzar en soluciones al conflicto ciudad-humedal. Así lo detalla el documento. Para ello se generaron alternativas para cuatro sectores emblemáticos: la visión de Santa Clara-Talcahuano, la visión de Brisa del Sol, Jaime Repullo-Talcahuano, la visión n de Vasco Da Gama – Chimalfe y Paicaví – Hualpén y Concepción y por último la visión de Playa Negra-Penco.
El Plan Maestro especifica que la visión de Santa Clara-Talcahuano se centra en un parque metropolitano que debe participar de un plan mayor para la mitigación del riesgo de tsunami.
La visión de Brisa del Sol, Jaime Repullo-Talcahuano se enfoca en guiar un desarrollo inmobiliario con criterios de desarrollo sostenible y sensible a las dinámicas del humedal protegiendo una de las áreas más importantes de descarga de agua dulce hacia la marisma.
La visión de Vasco Da Gama – Chimalfe y Paicaví – Hualpén y Concepción se basa en la búsqueda de alternativas que eviten la canalización del humedal como solución a las inundaciones, por lo que se establece el uso de los espacios públicos disponibles como lugares sensibles a las dinámicas hídricas de infiltración, reconducción, recolección y almacenamiento esporádico de agua.
Mientras tanto, la visión de Playa Negra-Penco propone trabajar en la valorización de la alta biodiversidad del sector y transformar la ciudad en un lugar que protege y valora esta situación mediante elementos de arquitectura del paisaje que doten de accesibilidad y delimitación del espacio abriendo una oportunidad a un nuevo tipo de turismo sostenible.
La propuesta para estos sectores recae en la creación de estructuras que permitan compatibilizar el crecimiento urbano con el desarrollo sostenible de la ciudad integrando las necesidades de los pobladores.
Diego Durán, biólogo y fundador de la Fundación Malvarrosa, explicó que “un producto súper potente del GEF es que se contrató a Fundación Cosmos para la creación de tres parques humedales en el Humedal Paicaví en Concepción, Rocuant-Andalién en Talcahuano y Chimalfe en Hualpén”.
La Fundación Cosmos, que se encarga de “generar espacios que potencien nuestro vínculo con los territorios donde habitamos” confeccionó modelos de parques naturales abiertos a la comunidad con el objetivo de fomentar la cohesión social y la conservación del ecosistema.
Para ello se realizaron diagnósticos sociales y territoriales del sector con el fin de recoger las percepciones y necesidades de organizaciones comunitarias, autoridades y vecinos de las comunas de Concepción y Hualpén.
Durán aseveró que “fueron levantados con información proveniente de jornadas de participación ciudadana, en los cuales fuimos de los actores más relevantes para el caso de Chimalfe. Ya que llevamos varios años defendiendo este espacio y conocemos sus características ecológicas y biodiversidad”.
La Fundación Cosmos señaló que “los vecinos del humedal Chimalfe ahondaron en el interés de que la futura infraestructura permita el acceso universal y seguro, refuerce la educación ambiental y el vínculo territorial, a través de la construcción de pasarelas y miradores, y la instalación de señaléticas que sirvan como espacios de aula viva”.
Teniendo todo esto en cuenta, se diseñó la construcción de un portal de acceso controlado, plaza con vegetación, senderos iluminados y pasarelas accesibles en altura con señaléticas interpretativas e informativas de flora, fauna y funga que se conectarán a un sombreadero que actúa como Aula Viva o anfiteatro.
Luego del anfiteatro, el recorrido continuaría sobre pasarelas hasta llegar al Mirador que toma su forma del abdomen de la libélula y que permite tener vistas panorámicas del ecosistema. En este punto se podrá acceder al “bosque mágico”, ícono del lugar.
Luisa Valenzuela, fundadora del Comité de Defensa para la Recuperación y Preservación del Humedal Vasco da Gama-Chimalfe, comentó que “a principios de año en una actividad que hubo en el Gobierno Regional, los dos municipios (Hualpén y Concepción) firmaron un acuerdo con la Fundación Cosmos para generar recursos y construir los miradores.
“En la ceremonia del cierre del Proyecto GEF, el municipio de Talcahuano firmó el acuerdo, que eran los que faltaban”, añadió Luisa.
“Este diseño le da un valor turístico, recreativo y educacional al entorno. Hoy estamos viendo las posibilidades de financiamiento. Los municipios están comprometidos en buscar la mejor vía, pero se han barajado varias opciones”, contó Pinto.
De acuerdo con Diego Durán, el proyecto abarcó distintas aristas. Sin embargo, el biólogo destacó su participación en el Humedal Vasco da Gama-Chimalfe y los insumos médicos que surgieron sobre el ecosistema.
A esto se agregan libros, estudios, guías de campo y libros de educación ambiental, entre otros. “También se desarrollaron muchas actividades con la comunidad, excursiones guiadas, murales, seminarios, construcción de invernaderos y más”, añadió Durán.
Luisa Valenzuela también valoró la información que se levantó gracias al estudio. Indicó que se publicaron manuales sobre cómo limpiar los canales de evacuación de agua, la guía de delimitación de polígonos para la declaratoria de humedales urbanos.
Para ella lo más importante fue el compromiso que firmaron los respectivos alcaldes para seguir trabajando y conservando el ecosistema. “Además, ellos se comprometen a que cuando se deban tomar decisiones sobre el territorio, tendrán que juntarse los cuatro para decidir”.
“Estos estudios que se hicieron van a servir para la defensa del humedal ante el Tribunal Ambiental por la reclamación que hizo el privado”, manifestó la defensora ambiental.
El seremi, Pablo Pinto, indicó que de igual forma se generó un Plan Estratégico que proporciona una hoja de ruta para la gestión sostenible del ecosistema.
Asimismo, destacó “la Ruta Patrimonial, un diseño en colaboración con el Ministerio de Bienes Nacionales; monitoreo de la biodiversidad y la planificación; datos de especies de aves, invertebrados, etc”.
Fundación Cosmos.