La próxima semana será retirada la pieza provisoria. El próximo viaducto contará con una longitud total de 47 metros, dividido en dos tramos, y una calzada de 8 metros de ancho.
por L.Vásquez/JC. Godoy
Han pasado poco más de cuatro años desde que el histórico puente Perales, ubicado a la entrada de Talcahuano, opera provisoriamente mediante una estructura mecano debido al accidente ocurrido en la mañana del 18 de noviembre del 2020, el cual dejó completamente irreparable el viaducto cuando un camión golpeó la estructura.
En el marco de la reposición de esta obra, se confirmó que se dará inicio al retiro del actual puente mecano para dar paso a la construcción de un viaducto definitivo. Debido a estos trabajos, se realizará un corte total de tránsito en todas las pistas bajo el Puente Perales, desde 23:00 horas del martes 28 hasta las 6:00 horas del miércoles 29 de enero.
Para ello se habilitará una vía alternativa para garantizar la circulación vehicular mientras avanzan las obras, entre los tramos de Jaime Repullo y Monseñor Alarcón, algo que deberá reponerse una vez concluida la maniobra.
La directora regional del Serviu, María Luz Gajardo, destacó que todos los permisos necesarios están en orden y que las condiciones técnicas han sido controladas. “Estamos tranquilos porque esta es una obra mayor muy necesaria”, afirmó.
“Estos trabajos que van a iniciar la noche del 28 de enero, con los desvíos correspondientes por Jaime Repullo y Monseñor Alarcón, en primer lugar no van a afectar a la el transporte público de pasajeros”, aseguró el seremi de Transportes, Patricio Fierro.
Óscar Montero, jefe del área de Conservación de la Dirección de Vialidad del MOP en la región del Biobío, explicó que una vez desmontado el Puente Perales será depositado a un costado de la ruta “y luego de eso, viene el desarme y el traslado posterior a la bodega de Provincia de Concepción que queda en el enlace Penco, en la ruta 150”. Montero agregó que el puente estará destinado a emergencias y que será la Dirección de Vialidad quien decidirá su utilización posterior.
Este proyecto está a cargo de la constructora Tapusa, y lleva un estado de avance del 4,5%. Representa una inversión del Minvu de más de $10 mil millones, teniendo una duración estimada de 610 días corridos.
El nuevo puente Perales contará con una longitud total de 47 metros, dividido en dos tramos, y una calzada de 8 metros de ancho. Además, se construirán veredas de 2,3 metros a ambos lados de la calle para uso peatonal. El viaducto tendrá una altura entre 5,9 a 6,5 metros de alto, superando al menos en 90 centímetros a su antigua versión, lo que permitirá un mejor paso para vehículos de mayor tamaño.
El proyecto también incluye la reposición de la actual calzada correspondiente a una pista por sentido, además de la construcción de un corredor exclusivo de transporte público que busca conectar la futura vía proveniente de la remodelación de avenida Colón con el tramo actual de la autopista Concepción – Talcahuano. También, se implementará una doble pista de ciclovías y una vereda peatonal que conectará con las ya existentes.
La reposición del puente es una obra que busca mejorar la conectividad entre Talcahuano, Hualpén y Concepción, optimizando el flujo vehicular en una zona en la que actualmente transitan hasta 600 vehículos en hora punta. La construcción no solo facilitará el desplazamiento vehicular, sino que también aumentará la seguridad vial tanto para los vehículos particulares como para el transporte público de la intercomuna.
Eugenia Castro, presidenta y representante legal de la junta de vecinos Villa Perales Oriente, comentó que “ya hemos visto el proyecto, las maquetas y vemos que realmente es un megaproyecto, que lo estábamos esperando hace mucho tiempo. Va a descongestionar bastante el tráfico, tanto por autopista como por Colón (…) esto fue realmente un acierto y una tremenda inversión que hizo -también- el Gobierno Regional para mejorar todo el ingreso y la salida de Talcahuano”.
Se espera que las obras del nuevo puente Perales finalicen en julio de 2026, marcando un hito importante en la historia de Talcahuano, al contribuir al desarrollo de la conectividad en la región del Biobío.