El aviso publicado por una corredora de propiedades penquista detalla que la estructura se vende por 11.900 UF. Especialistas reflexionan sobre el futuro del inmueble, destacando su rol para la cultura en la ciudad penquista.
Por Montserrat Serra Cárdenas
El Cine Plaza –antiguo “Cine Alcázar”- ubicado al interior de la Galería Ramos en Caupolicán 568, se encuentra actualmente en venta por $460 millones.
Justo en el centro de la ciudad, y a metros de la Plaza de Armas, las personas acudían a este espacio para ver películas españolas, mexicanas y hasta de categoría “para adultos” o mayores de 18 años.
Relatos de la época reflejan la variedad de filmes que se exponían diariamente en esa gran pantalla. Se proyectaban clásicos del cine, como “Indiana Jones”, “Cocodrilo Dundee II” y los más famosos musicales.
Así lo detalló Miriam Rocha, quien hace 55 años trabaja como estilista en un salón de belleza dentro de la Galería Ramos.
“Venía mucha gente. Familias completas para ver musicales de Joselito, Sandro y Rafael. Después se echó a perder, porque empezaron a pasar películas pornográficas. Venía otro tipo de gente, no era la familia con los hijos”, comentó.
La mujer comentó que el flujo de gente en esos tiempos era gigantesco y las filas llegaban hasta afuera de la galería. “Era todo un panorama venir al cine en esos años”, recordó.
Sin embargo, con la apertura del Cinemark en el Mall Plaza Trébol y el auge de los servicios de streaming provocaron que el Cine Plaza cerrara sus puertas. Hoy en día lleva sin funcionamiento casi 20 años, a la espera de un proyecto que revitalice el espacio.
Rocha lamenta la desaparición de cines en el centro y cómo ello ha cambiado las costumbres de los penquistas. “Ahora los cines están en los malls. Antes era un panorama venir a ver películas aquí mismo en el centro. Se ha perdido esa experiencia.”
“Dispone de 2 baños, una boletería funcional y espacios amplios que reflejan su carácter clásico y su potencial para diversos proyectos culturales o comerciales”, se agrega en la publicación en redes sociales de la Corredora Santa María.
Además, la misma corredora expresó que su ubicación céntrica lo convierte en una excelente oportunidad para inversionistas o emprendedores con ideas visionarias e innovadoras.
Sin embargo, el Cine Plaza representa más que solo un edificio en venta para la historia penquista. Representa un fragmento de la memoria cultural de la ciudad. Así lo destacan especialistas en historia y urbanismo local.
Inaugurado en el siglo XX, este recinto fue testigo de una era dorada en la que el cine era el epicentro del ocio y la entretención. Sin embargo, el paso del tiempo y los cambios en las dinámicas urbanas llevaron al cine a un lento declive, culminando en su cierre hace décadas.
Según Leonel Pérez, arquitecto y profesor titular de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción, el auge de los cines en el centro de la ciudad se vinculó a cambios sociales y tecnológicos de principios del siglo XX.
“A finales del siglo 19, las salas de teatro eran un gran evento social en Concepción. En ese momento estaba esta idea de ocio y entretenimiento familiar un poco de las élites. Es en las primeras tres décadas del siglo XX que pasa a ser más masivo”, explicó.
El arquitecto comentó que esas décadas se podrían cifrar como el auge del cine moderno en la ciudad. Y es que el diseño del Plaza tuvo toda una impronta arquitectónica, revitalizando el centro de Concepción, expresó Pérez.
La evolución del Cine Plaza también refleja cómo las transformaciones urbanas y tecnológicas impactaron las costumbres de los penquistas.
Desde sus inicios como un espacio familiar hasta su declive, marcado por su uso como sala para proyecciones para adultos, el Cine Plaza ha sido testigo de décadas de cambio.
De acuerdo con Leonel Pérez, la decadencia de este tipo de salas de cine en el centro histórico de la ciudad fue la creación de otras plataformas que están incluso desplazando a la televisión.
“Las plataformas de streaming y el tv cable fueron dejando de lado este tipo de eventos sociales. Llevado al ámbito de la arquitectura, este desplazamiento sucede por la creación de las primeras multisalas. Esto provoca que el centro de las ciudades vaya perdiendo relevancia”, indicó Pérez.
A su vez contó que hay muchos otros factores que han contribuido a la pérdida de relevancia y flujo comercial en el centro de Concepción. Desde la creación de centros comerciales, como el Mall Plaza Trébol hasta la construcción de subcentros y barrios periféricos.
El anuncio de la venta del Cine Plaza ha despertado un debate sobre su futuro. Para Fernando Venegas, profesor de Periodismo de la Universidad de Concepción y especialista en documentales, la sala de cine podría convertirse en un espacio cultural único en el centro.
“Concepción necesita mayor oferta de espacios culturales en el centro de la ciudad. La oferta cinematográfica se ha estrechado, con salas comerciales que principalmente ofrecen cine estadounidense”, señaló el docente.
“Sería de mucho valor que el Cine Plaza se convirtiera en un espacio de cine alternativo, complementado con oferta gastronómica o como centro de eventos culturales, que le dé sustentabilidad”, añadió.
Venegas también destacó el ejemplo del Teatro Dante en Talcahuano como un modelo a seguir. “Es una sala bien restaurada y equipada, que ofrece una oferta muy variada para los habitantes de Talcahuano”.
Sin embargo, el periodista recordó que fue un proceso que tomó más de una década. Una de sus sugerencias se basa en encontrar vías alternativas de ingresos para el Cine Plaza, “ya que mantenerlo exclusivamente como una sala de cine no será sostenible”.
El arquitecto Leonel Pérez complementó esta idea diciendo que cualquier estrategia debe integrar actores públicos como privados. “Mantener el uso cultural del cine o transformarlo en una sala de eventos podría atraer personas y servicios al centro, evitando su decadencia”, afirmó.
Pérez también enfatizó en la importancia de preservar el valor histórico del Cine Plaza, ya que cambiar su uso significaría una pérdida para la ciudad. “Experiencias como el proyecto Vermut han demostrado que es posible poner en valor estos espacios como patrimonio cultural y social”, destacó.
La venta del Cine Plaza abre interrogantes sobre qué tipo de inversión o intervención podría devolverle su antiguo esplendor y utilidad.
Si bien hay consenso en torno a la necesidad de preservar su valor histórico y cultural, los expertos coinciden en que esto no será posible sin un esfuerzo conjunto de actores públicos y privados.
Como concluye Fernando Venegas, “el Cine Plaza podría enriquecer un sector algo deprimido del centro. Sería importante que las autoridades consideren esta oportunidad como un proyecto a largo plazo, con miras a convertirlo en un espacio emblemático para los penquistas”.