Entre enero y diciembre del año pasado se registró un promedio de 10 postes chocados al día, siendo esta una de las principales causas de interrupciones de suministro eléctrico en la zona de concesión de la distribuidora.
La conducción descuidada y los accidentes de tránsito que involucran destrucción de infraestructura eléctrica siguen siendo una de las principales causas de interrupción del suministro eléctrico para los clientes de CGE, cuya zona de concesión abarca desde las regiones de Arica y Parinacota a La Araucanía.
Según datos de CGE, entre enero y diciembre del año 2024, se registraron un total de 3.575 accidentes de tránsito que involucraron daño o destrucción de infraestructura eléctrica, como postes, transformadores y cables, afectando el suministro eléctrico a millones de clientes a lo largo de la zona de concesión de CGE.
En promedio se registraron 10 accidentes al día, lo que provocó que cerca de 2,5 millones de clientes de CGE (2.476.704) quedaran sin energía. Estos accidentes, que en su gran mayoría involucraron daño o destrucción de infraestructura eléctrica, como postes de baja y media tensión, transformadores o cables, afectaron la calidad y continuidad del suministro eléctrico y dejaron interrupciones de suministro eléctrico por largas horas.
“Este es un problema muy grave y cada año se recrudece. Nos preocupa profundamente el alza que muestran estos accidentes en los últimos años, ya que esto impacta directamente en la calidad y continuidad del suministro eléctrico. Como Compañía hemos realizamos campañas de concientización de forma constante, pero para disminuir los accidentes necesitamos la colaboración de todos”, señaló Matías Hepp, director de operaciones de CGE.
En los últimos 3 años, CGE sumó más de 10.250 postes chocados a lo largo de su zona de concesión.
“Nuestro llamado es a que las personas realicen una conducción segura y a la defensiva, ya que esto permite resguardar en primer lugar su propia vida y la de sus acompañantes y a la vez evitar daños a la infraestructura eléctrica tan necesaria para todas las actividades que realizamos a diario. El trabajo para reconstruir la infraestructura eléctrica dañada por estos accidentes requiere muchos recursos técnicos y humanos y demora entre seis y ocho horas por evento. Esto incide directamente en la calidad y continuidad del suministro para los clientes”, señaló Hepp.
Por número de clientes afectados con las interrupciones de suministro producto de los postes chocados, la región que lidera las estadísticas es la Metropolitana, con 517.367 clientes afectados, principalmente, en las comunas de San Bernardo, Puente Alto, El Bosque, La Pintana, Melipilla.
En las 19 comunas en las que CGE presta servicio en la región Metropolitana se registraron el año pasado un total de 760 postes chocados, la mayor proporción de todas las regiones.
Le sigue la región de O´Higgins, con 407.308 clientes afectados; Antofagasta, con 280.746 clientes; Maule, con un total de 262.528 clientes sin energía producto de choques a poste; Coquimbo, con 256.780 clientes afectados y Biobío con 231.379 clientes con interrupciones de suministro por esta causa. Más atrás se ubican Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Valparaíso, Ñuble y Araucanía.
A nivel nacional, el “Top 5” de comunas con una mayor cantidad de accidentes en 2024 fueron Antofagasta (233 postes chocados, casi 20 al día); Puente Alto y el sector cordillerano (234 postes chocados); San Bernardo (206 postes chocados); Calama (183 postes chocados) y Rancagua (153 postes chocados).
“Estos accidentes no solamente dejan personas lesionadas, sino que también afectan el desarrollo de las actividades cotidianas y productivas de las ciudades. A esto, debemos sumar el impacto en el comercio, en los centros de salud, los colegios y universidades y en las personas que realizan teletrabajo o clases on line, donde la disponibilidad de energía eléctrica es esencial para realizar sus labores con normalidad”, puntualizó el ejecutivo.
Es importante mencionar que para evitar accidentes se debe evitar acercarse a conductores, cables dañados o que se encuentren en el suelo, ya que pueden estar energizados.