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Sonidos de pájaros y pirotecnia: Carriel Sur despliega serie de técnicas para evitar accidentes entre aviones y aves

El terminal aéreo usa varios sistemas de mitigación para las bandadas que recorren el sector. Especialista asegura que estos deben ir variando para evitar que las especies se acostumbren a los estímulos.

Por: Ximena Valenzuela 03 de Enero 2025
Fotografía: Cedida

La presencia de aves en aeropuertos puede ser fatal. De hecho, una de las principales hipótesis del accidente de Boeing de Jeju Air, proveniente de Bangkok, ocurrido en Corea del Sur, que cobró la vida de 179 personas, es que una bandada de pájaros se cruzó en la trayectoria del avión, dañando el tren de aterrizaje, lo que obligó al piloto a derrapar por la pista, maniobra que culminó con el choque en un muro perimetral del aeropuerto gatillando que la nave se partiera en dos y que luego explotara.

La doctora Paula Aravena, médico veterinario y directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, dijo que en términos prácticos la situación vivida en Corea del Sur en cuanto a la presencia de aves no es distinta a otras partes del mundo, pues los aeropuertos “se instalan alejados de las ciudades por términos prácticos de ruido y seguridad. Y es en esos sectores donde hay más aves por lo que el riesgo de que puedan entrar a las turbinas de un avión y producir un accidente fatal para muchas personas es más grande”.

La especialista aseveró que si bien en Carriel Sur de Talcahuano no se han visto situaciones mayores como la ocurrida recientemente en el país asiático, siempre un accidente con aves será problema latente, pues el terminal aéreo “se construyó sobre una zona de humedal a donde las aves migratorias viajan a ocupar esos espacios en los que antes no había un aeropuerto. Y eso es un riesgo mayor, pero Carriel Sur lo ha sabido sobrellevar hasta el momento”, dijo y agregó que la recomendación es siempre estar vigilando para evitar accidentes.

Medidas

De hecho, para evitar accidentes como el ocurrido en Corea del Sur, desde el Departamento Comunicacional de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) detallaron que en Carriel Sur se realizan una serie de actividades de mitigación por personal del recinto, tales como chequear la pista para verificar que no exista daño que puedan producir objetos extraños a las aeronaves, situados en su área de operaciones.

Evalúan la condición aviar para aplicar procedimientos según sea el riesgo asociado, tales como uso de tronadores, tiros de pirotecnia o munición, sonidos de aves en peligro. Actividades de mitigación que realizan periódicamente.

Entre las principales tácticas utilizadas, indicaron que se realizan constantes rondas en lugares estratégicos como los costados de las pistas, zonas de contacto y carrera de despegue.

“Instalación y rotación diaria de tronadores durante el día, dependiendo de la necesidad del momento; mitigación a través de caminos al interior de bandejones, entre pista y calle Alfa paralela; observaciones permanentes en sectores aledaños al aeródromo; corte de pasto a 30 centímetros, para evitar que las aves se posen y aniden en bandejones centrales, utilización de equipo puntero láser en periodos crepusculares y condiciones meteorológicas adversas”, detallaron.

A la fecha, aseguraron, Carriel Sur cuenta con el camino terminado en los bandejones centrales lo que permite la circulación del vehículo de función de control aviar más cerca de las áreas de movimiento de aeronaves.

Además, desde la DGAC afirmaron que con el objetivo de mitigar la fauna silvestre, para 2025 se mantendrá el camino interior entre pista y rodaje (en coordinación con MOP), en su carpeta de rodado – pavimento, como parte de una nueva etapa de normalización y mejoramiento de área de movimiento del aeródromo, que se suma a todo lo que significó el tratamiento de terreno aledaño a la pista en los últimos años.

Acostumbramiento

La especialista de la UdeC afirmó que existe una variedad de sistemas que se pueden usar para alejar a las aves de la trayectoria de los aviones, pero que ninguno se ha probado que funcione por sí solo porque en las aves se produce un fenómeno de acostumbramiento.

“Se ocupan sistemas que involucran los sentidos de las aves. Hay visuales que son a través de maquetas, globos o, incluso, simulación de aves de rapaces, que sean competencia de las rapaces que existen en el lugar o bien sean depredadores de aves que no son rapaces. Y lo que se estimula con esto es que las aves se vayan del lugar porque el lugar está ocupado por una rapaz más grande”.

Señaló que se utilizan globos mucho más grandes que el tamaño de una ave convencional. También se hace uso de drones y de bombas de sonido, que emiten una alarma, un sonido estridente en determinadas horas del día y destellos luminosos con distintos colores.

“La más utilizada o la que ha dado mayor efectividad a nivel mundial es el uso de cetrería, aves rapaces verdaderas, guiadas por una persona como un entrenador, que las hace sobrevolar el área para que todas las aves que estén presentes se vayan justo antes de la partida de los aviones”.

“En Chile se ocupa mucho, pero no hay ningún elemento que sea 100% utilizable por sí solo, siempre hay que ocupar varios al mismo tiempo e irlos mezclando a lo largo de los meses sino las aves se acostumbran y no funciona”, explicó la especialista.

Además, la médico veterinario recalcó que no se debe escatimar en investigación para saber si las poblaciones de aves están aumentando, o bien, disminuyendo, cómo les está afectando la aeronáutica y el cambio climático global. “Todas esas cosas hay que irlas investigando de manera recurrente y permanente para mantenerse al día y evitar algún riesgo, tanto para las personas como para las poblaciones de aves (…) Hay que considerar que cada construcción que se haga en lugares deshabitados por el ser humano tiene la concomitante necesidad de investigarse respecto a la fauna silvestre local, cuáles son las influencias para ello y para los proyectos que se están construyendo”, agregó.

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