La falta de traspaso de propiedad por parte de CAP ha impedido la ejecución de la intervención del sitio. Se ubica entre el Hospital Las Higueras y el Estadio Gaete. Sitio está lleno de maleza y basura.
Por Leonardo Carrera Zambrano
La Compañía de Acero del Pacífico (CAP), compone además de la recientemente cerrada Compañía Siderúrgica Huachipato, una serie de tierras y predios que son parte de la propiedad industrial, y que despiertan el interés público para ser un bien nacional.
En particular, el cerrillo de Puntilla de Perales, ubicado entre el Hospital Las Higueras y el Estadio Gaete, es una de las propiedades prediales de CAP que despiertan el mayor interés, al ser uno de los cuatro monumentos históricos de la ciudad puerto, junto con el fuerte El Morro, el RAM Poderoso y la ponchera de Alejandro III.
Pese a que existía un proyecto de intervención estatal en el sitio, que data de 2015, en la que se solicitó formalmente la entrega de cuatro hectáreas para la construcción del parque, a casi una década del hecho, las obras no se han concretado, y el cerro se mantiene en un estado de abandono, incluso dado su significado histórico.
Como parte de las campañas de la Patria Nueva, tras la derrota realista en la batalla de Chacabuco, las tropas españolas se repliegan hacia el sur, atrincherandose en la Península de Tumbes luego de una serie de reveses contra el ejército patriota, incluida la batalla de Cerro Gavilán (actual Cerro Amarillo de Concepción) que significó el repliegue de las fuerzas imperiales en el puerto a la espera de refuerzos.
Con estos detalles parte el relato Armando Cartes, doctor en historia de la Universidad de Concepción y director del Archivo Histórico. Narra que el libertador Bernardo O’Higgins llegó en mayo de 1817 y dispuso su campamento en Puntilla de Perales con la intención de atacar las fortificaciones españolas en la bahía tras el paso de la temporada invernal.
“Durante todo el invierno de ese año se estuvo preparando el ataque, y lo importante es que O’Higgins estuvo gobernando Chile en ese lugar (en Puntilla de Perales). Estableció relaciones diplomáticas con el ejército de Rusia, con los reyes de Holanda e Inglaterra, creó la legión al mérito, colaboraciones con Mapuches, habló con la nobleza; es decir, gobernó desde ahí”, relata Cartes.
Sin embargo, el ataque de O’Higgins en diciembre fracasó, y tras la imposibilidad de mantener el sitio, ordenó la retirada. Es en este punto de la historia cuando, según se relata en las crónicas de batalla, el libertador redactó una carta al coronel Ordoñez, afirmando que Chile no era una provincia rebelde, sino que una nación libre y soberana.
“Pareció importante declarar de inmediato la independencia de Chile, de manera tal de que los españoles llegaran no a un un país sublevado, sino a un estado soberano que lo fuera jurídicamente”, explica. “Era necesario la creación de independencia, que iba a significar que Chile iba a ser un país independiente en guerra con una patria extranjera”.
Este hecho, ocurrido un 1 de enero de 1818, es considerado la primera proclamación independentista del naciente país de Chile, acto que fue posteriormente replicado en la plaza de armas de Concepción ese mismo día, razón por la cual hoy al lugar se le llama Plaza de la Independencia.
Sin embargo, muy lejos de rememorar a Puntilla de Perales por tal significado para la institucionalidad nacional, actualmente el lugar ha sido entregado al abandono, con malezas secas, basura, y usado para hacer todo tipo de incivilidades.
En 2015, el entonces intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, hizo entrega de un expediente de recuperación del lugar, junto con una propuesta de diseño que intervenía el cerro y construía un parque que incluía áreas verdes, miradores, juegos infantiles y un monumento que conmemora la primera jura a la Independencia.
En la ocasión, se solicitó a la Compañía Siderúrgica de Huachipato la donación de 4 hectáreas para la incorporación de Puntilla de Perales como parte del “Circuito de la Independencia”. A la actividad, entre las autoridades públicas de la época, también asistió el entonces gerente general de la usina, Ernesto Escobar.
En la instancia, con fecha 5 de noviembre de 2015, Escobar declaró que el terreno en cuestión estaba “en un proceso para trabajar la formalización de la donación”, declarando además que “estamos muy comprometidos con el trabajo que ha iniciado el Gobierno Regional y la alcaldía (del entonces alcalde y actual senador, Gastón Saavedra) para poder hacer realidad este proyecto, de este hito histórico en este punto”.
Para Cartes, la relevancia de la construcción que rinda homenaje al sitio cabe en “recordar estos eventos, en sentido constructivo y sobre todo, para promover los valores de la democracia, la tolerancia, la república, el pueblo soberano, el respeto a los derechos fundamentales; todo lo que lleva a tener una república”.
“En Concepción, promovemos lo que significa esta etapa no solo como un recuerdo del pasado, sino también como un recordatorio de los valores permanentes que nos deben animar como sociedad”, declaró.
Bajo la perspectiva de la Compañía de Acero del Pacífico, con respecto al cerro de Puntilla de Perales, la empresa señaló que desde que el sitio fue declarado monumento histórico en 1980, ha dejado de manifiesto su voluntad para hacer entrega del predio.
Sin embargo, señalan que CAP no maneja antecedentes de haber recibido ningún expediente que solicite formalmente la entrega de las cuatro hectáreas solicitadas para la construcción del parque conmemorativo en Puntilla de Perales.
Pese a esto, la actual casa edilicia afirmó que buscarán involucrarse de una manera más activa en retomar la iniciativa dada en 2015 para ejecutar el proyecto del parque conmemorativo, aseverando de todas formas que para ello es necesario que se concrete el traspaso del terreno por parte de CAP.
Del mismo modo, declararon que el alcalde, Eduardo Saavedra, afirmó que la preservación del patrimonio era parte de su programa, y que buscará impulsar -en el caso particular de Puntilla de Perales- que el sitio sea reconocido como tal como un punto fundacional de la independencia de Chile.
Mientras el traspaso de propiedad por parte de CAP se concrete, el municipio ha enviado personal de aseo y ornato al lugar -pese a ser recinto privado y estar con alambrada en algunos tramos- realizando labores de corte de maleza y retiro de basura, labor que según afirman los trabajadores, Huachipato realiza durante la temporada de verano.