El ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana Fuentes, dejó el Poder Judicial tras 41 años de servicio, luego de cumplir la edad límite para permanecer en el cargo.
Por ello es que el organismo realizó una actividad de despedida en el Salón del Pleno del recinto penquista, de la cual participaron ministros titulares y subrogantes, funcionarios, jueces, exfuncionarios del 2° Juzgado del Crimen de Talcahuano y familiares del ministro Aldana.
“Me siento conforme con todo lo hecho, contento con el Poder Judicial, ha sido mi sueño toda la vida y estoy encantado como la primera vez que ingresé. Me voy tranquilo, en paz con mi conciencia, consciente de que quedaron muchas cosas por hacer, porque mi deseo era terminar todas las causas y hubo otras que tuvieron que reabrirse, lo que impidió que pudiera cumplir con mi meta autoimpuesta, pero me voy con un gran recuerdo de todos mis colegas, los funcionarios y de todos quienes integran este Poder Judicial”, destacó Aldana.
Respecto a su labor en el área de los derechos humanos, materia en la que se especializó durante su última etapa laboral, agregó que “me deja un poco impresionado el cariño que expresaron y eso me deja más tranquilo de que se entendió que uno como juez puede ser justo con ambas partes. Así es como siempre he pensado que tiene que ser el juez y eso tuvo reconocimiento de la gente”.
El presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, Mauricio Silva, sostuvo que “no hay que perder de vista lo complejo que es investigar estas causas, por los años que han pasado desde que ocurrieron estos crímenes de lesa humanidad, lo que ha dificultado la indagatoria pues mientras más tiempo pasa, más difícil es encontrar pruebas, relatos fidedignos y testigos”.
Asimismo, valoró la “calidad humana del ministro Aldana”, indicando que se demuestra en “que sus exfuncionarios estuvieran en su despedida e incluso algunas personas que fueron parte de los procesos que tuvo y todos coincidieron en lo respetuoso y afable que fue, y en el profesionalismo y transparencia en su trabajo”.
El Poder Judicial repasó la carrera de 41 años de Carlos Aldana, originario de Quirihue, quien estudió Derecho en la Universidad de Concepción.
Inició su carrera judicial el 5 de enero de 1983, como secretario del Juzgado de Letras de Cauquenes. El mismo año, a contar del 9 de noviembre, fue ascendido a juez de dicho tribunal.
El 25 de marzo de 1992, fue nombrado secretario de la Corte de Apelaciones de Talca, puesto en el que se desenvolvió solo por seis meses, ya que el 29 de septiembre, asumió funciones como magistrado del Segundo Juzgado del Crimen de Talcahuano.
En dicho tribunal laboró hasta el 7 de septiembre de 2004, cuando juró como ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, la que presidió en 2015. Desde mediados de 2005 tuvo a su cargo las investigaciones de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1989 en estos ilícitos en la jurisdicción Concepción. Posteriormente, en 2017, la Corte Suprema sumó a sus obligaciones las causas en la jurisdicción Chillán.
Durante su Presidencia del tribunal de alzada penquista se produjeron algunos hitos como la inauguración del Juzgado de Familia de Yumbel, el tribunal más moderno y sustentable de la región, y la itinerancia -el último viernes de cada mes- de una sala de la Corte de Apelaciones en la ciudad de Los Ángeles, iniciativa que reforzó el compromiso del PJUD con la descentralización y acercó la justicia a la gente.