Para que niños y niñas disfruten en completa libertad y además aprendan desde sus primeros años que las actividades, colores y tipos de juguetes no deben tener restricciones para su uso.
Hasta la Feria del Juguete en el centro de Concepción, se acercan por estos días numerosas personas pensando en regalos para sobrinos, hijos y, por, sobre todo, nietos, conclusión que se saca al dar un pequeño vistazo en el lugar.
Luis Henríquez es el dueño del local 25 de esta feria y comentó respecto de los estereotipos en los juguetes que “ya no está todo tan definido, de repente llegan abuelitas que son más de buscar lo rosado para las niñitas, pero ya es menos frecuente eso hoy”.
Henríquez comentó que ya no hay tanta diferencia, pero sí se nota que las generaciones mayores se mantienen un poco más encasilladas, sin embargo, en los padres más jóvenes no.
“Hoy día es frecuente que te compren una cocina para un niñito. Me dicen: Es que mi nieto quiere una cocina, o mi hijo quiere una cocina. Antes no, era algo que tú no lo veías. Ahora sí”, detalló Luis Henríquez.
Es el caso de Carolina Saavedra que junto a su hija de cinco años visitó la feria, y destacó que “me parece bien, porque no exactamente tiene que ser el azul para el hombre, el rosado de niña. Mi hija una vez quiso un dinosaurio y se le compró, porque ella quería tener un dinosaurio. Y eso nada tiene que ver con ser hombre o cosas así”.
La seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Camila Contreras, indicó al respecto que “hacemos un llamado a entregar regalos sin estereotipos, recordando que todos los colores, juguetes, destrezas y habilidades pueden ser usados y desarrollados entre niñas y niños por igual”.
Esta Navidad, la invitación de la Seremi es a las madres y los padres a aprovechar la oportunidad para promover el juego como un medio de aprendizaje. “En el caso hacer regalos, preferir los que despierten su creatividad, impulsen su curiosidad y desarrollen habilidades basadas en sus intereses sin sesgos, teniendo en cuenta sus opiniones y preferencias”, apuntó Contreras.
En tanto, Tammy Pustilnick, directora de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad Sexual de la Universidad de Concepción, señaló que “en el contexto de las festividades de fin de año la elección de regalos para la infancia suele realizarse rápidamente, influida por la urgencia de otras tareas propias de esta época. Sin embargo, resulta crucial tomarnos un momento para reflexionar sobre lo que obsequiamos y las razones detrás de esa decisión”.
“Cuando reforzamos constantemente un único tipo de juego mediante regalos que replican patrones con sesgos de género, estamos moldeando los intereses y perspectivas de la infancia de manera limitada. No se trata de prohibir que las niñas reciban muñecas o que los niños jueguen con autos, sino de propiciar que comprendan que estas preferencias no son exclusivas de un género y que pueden jugar con lo que quieran”, afirmó Pustilnick.
“Para fomentar una vida con múltiples oportunidades es vital que impulsemos experiencias que amplíen sus horizontes. Las niñas necesitan conocer referentes femeninos en campos como la ciencia, la política o el deporte, y el juego puede ser un poderoso vehículo para ello. Del mismo modo, los niños deben descubrir que los hombres también pueden ser cuidadores, sensibles o vestirse con una gama de colores que no se limite a lo tradicional”, estableció la directora de la unidad de Equidad de Género y Diversidad Sexual de la Universidad de Concepción.
Al diversificar los estímulos que se ofrece a los niños, se estará estableciendo las bases para una sociedad más equitativa, inclusiva y libre de estereotipos, donde las oportunidades en la vida no se vean limitadas porque una actividad, profesión u oficio es para hombres o para mujeres, indicó Pustilnick.