Inspirados en el concepto mapuche lafkenche de la vida y la muerte, los artistas visuales Cristian Rojas y Alberto Arias, realizaron un mural que desde hoy forma parte del camposanto de Concepción.
Bajo el nombre “Mongetun, mural colectivo en el Cementerio General de Concepción“, este proyecto fue seleccionado por el Fondo de Apoyo a Iniciativas Culturales Comunales (Faicc) 2024. “Está situado en Tirúa y tiene que ver con la muerte en la cosmovisión mapuche lafkenche”, indicó Rojas.
La obra se remite, por un lado, al concepto de los chemamules, que dan la espalda a la Isla Mocha, honrando a sus antepasados, mientras que al fondo, en representación de la etapa del tránsito del espíritu, a lomo de ballena los weichafes toman rumbo hacia la eternidad. El viento norte augura la tormenta venidera, regando la tierra y haciéndola germinar, nuevamente, en el ciclo de la vida.
Además de ese profundo significado y rescate cultural, el otro autor, Alberto Bustos, resaltó que “es muy gratificante dejar una obra en un lugar muy concurrido donde muchas personas van a contactarse con este contenido”.
Por su parte, el alcalde de la comuna penquista, Boris Negrete, señaló que este proyecto es un aporte al desarrollo del Cementerio General de Concepción, como un museo a cielo abierto. “Esto es un paso más en el trabajo que se ha venido desarrollando hace muchos años que dice relación con poner en valor la importancia cultural y patrimonial que tiene nuestro cementerio y hoy es una muestra de un trabajo coordinado de los artistas, de nuestra dirección de Cultura, que financió a través de nuestros FAICC, y obviamente la dirección de nuestro Cementerio General y la Corporación Semco”.
Entregado al público desde ahora el mural Mongetun, como expresión artística en un cementerio con tanta historia como el Cementerio General de Concepción, constituye una expresión de arte que va más allá de lo estético, convirtiéndose en un acto de consuelo, educación y comunidad, que no solo embellece el espacio, sino que también proporciona un lugar de reflexión y conexión espiritual, dejando un legado perdurable, que honra a los que ya no están, mientras enriquece las vidas de quienes los visitan.