El Instituto Forestal (Infor) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), están ejecutando un proyecto para la recuperación de áreas afectadas por los megaincendios de las regiones del Biobío y Ñuble. Esta iniciativa comenzó este año y se extenderá hasta 2026, beneficiando a cerca de 3o pequeños agricultores de las comunas de Tomé, Santa Juana y Nacimiento; además de Coelemu, Quillón y Ránquil.
En concreto, ya se han instalado sistemas agroforestales, los que combinan árboles, cultivos agrícolas y ganado en el mismo sitio. Su desarrollo no sólo ayuda a proteger los recursos naturales, sino también promueve la producción de alimentos y artículos madereros para las familias rurales.
En esta línea, se están desarrollando distintas intervenciones para mejorar la calidad de vida de las y los vecinos, donde destacan la plantación de árboles nativos como peumos, boldos, maitenes y robles; la instalación de cortinas cortavientos para proteger cultivos y animales; y la conservación de riberas de ríos, esteros y lagos.
Álvaro Sotomayor, encargado del convenio entre Indap e Infor, indicó: “Fueron 200 mil hectáreas quemadas durante 2022 y 2023 en Biobío y Ñuble. Por ende, el foco está puesto en recuperar ciertas zonas desde el punto de vista ambiental y productivo. Hemos tenido una gran aceptación de los propietarios, quienes también participan de las obras”.
En efecto, además de capacitar a 60 profesionales de Indap, el Instituto Forestal se encargó de traspasar conocimiento a todos los agricultores beneficiados para que puedan emplear las mismas técnicas tras la finalización del proyecto.
“El proyecto nos ha permitido reforestar nuestro terreno después de vernos abatidos por los incendios. En particular, hemos podido ayudar a nuestras colmenas de abejas con la plantación de árboles melíferos, así que estamos muy agradecidos”, comentó Ruth Cuevas, propietaria de Santa Juana.
Por su parte, Johan Ulloa, agricultor de Coelemu, agregó que “otro de los puntos importantes de esta iniciativa es la recuperación de aguas, porque es muy escasa en esta zona y hay que hacer todos los esfuerzos por proteger sus cursos”.
La instalación de los sistemas agroforestales se materializa en la obtención de cultivos agrícolas, producción animal, praderas para forraje, madera y productos no madereros. Además, existe una serie de otros beneficios al medioambiente. Uno de ellos es la mantención de la fertilidad del suelo y la reducción de la erosión. Esto se logra mediante la incorporación de materia orgánica y el reciclado de nutrientes.
Otra utilidad del proyecto del Instituto Forestal e Indap es la conservación del agua a través de una mayor infiltración y la reducción del escurrimiento superficial. Finalmente, se tienen otras ventajas como la mitigación de gases de efecto invernadero, la conservación de la biodiversidad biológica, el mejoramiento del paisaje y la disminución de la propagación de incendios forestales.