Biobío: identifican más de 3 mil medidas contra incendios forestales en último año
29 de Noviembre 2024 | Publicado por: Cecilia Bastías
Desde Cigiden se presentaron dos estudios relacionados con estos eventos, en un seminario. Dentro de los resultados destaca la importancia en la organización comunitaria, la educación y la construcción resiliente.
Esta semana se presentaron los resultados de dos de los primeros estudios sobre prevención de incendios, en el que se consideró el trabajo de la Red de Prevención Comunitaria, cuya labor se realiza en un 50% en el territorio de la Región del Biobío. En ambos se aplicó inteligencia artificial.
El título del proyecto es “Prevención Comunitaria de Incendios Forestales en Chile”, en el que participó la investigadora Carolina Ojeda, la investigadora asociada al Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden) y académica de la Escuela de Gobierno UC, Magdalena Gil, desarrollaron la investigación y Constanza Gonzalez-Mathiesen, investigadora Cigiden y académica de la Facultad de Arquitectura y Arte UDD.
Desde 2017 hasta la actualidad, la Red de Prevención Comunitaria han realizado un total de 36.938 medidas, acciones que contemplan las regiones: del Biobío, Maule, Ñuble, Araucanía y Los Ríos. En Biobío se han realizado , en todo ese periodo, 18.502 medidas las que significan el 50.65% de lo que se ha hecho en las cinco regiones. Y en el último año ha habido 3.086, siendo el 53.97% de medidas que se han realizado en el último año en las cinco regiones en que la Red tiene presencia.
La investigación, centró su observación en la Red de Prevención Comunitaria, debido a que “es un actor muy relevante para la prevención de incendios a nivel local que trabaja en más de 490 comités en siete regiones del país. Se destaca que tienen un modelo flexible y dinámico que se adapta al contexto de cada comunidad y territorio”, detalló Constanza Gonzalez-Mathiesen y agregó que esto permite que las actividades y medidas de prevención que realizan los vecinos y las instituciones con las que se vinculan vayan cambiando, adaptándose a las circunstancias y mejorando en el tiempo.
“Si bien la red tiene una presencia importante, puede ampliarse mucho más en los diversos territorios que enfrentan la amenazas creciente de los incendios”, expuso Gonzalez-Mathiesen.
La Red
Al respecto Myriam Mellado, coordinadora de vinculación de la Red de Prevención Comunitaria, comentó que “relacionarnos con la academia y que se haga estudios sobre prevención de incendio es súper importante”.
Dentro de los resultados que ha conocido del estudio, Mellado concluyó que lo más importante es que “tenemos que tener planes y programas de prevención que vayan a la conducta. Nosotros como Red de Prevención Comunitaria llevamos siete años trabajando en prevención, hoy día trabajamos en siete regiones, el 50% de nuestro trabajo se hace en la Región del Bío Bío. Trabajamos directamente con seis mil vecinos”.
Desde 2023 a 2024 en la Región se han realizado 3.806 medidas, las que son apoyadas a través de las patrocinantes de esta Red que nació desde las empresas Arauco, CMPC, Forestal Vista Hermosa y Comaco.
Respecto a lo que se denomina medida, Mellado explicó que “en la zona interfaz urbana rural, si una comunidad se une y comienza a mirar su entorno, dónde hay falencias. Ahí lo que hace es identificar sus riesgos. Después le aplicaron una medida para mitigar ese riesgo”.
“La mayoría de esas cifras son oportunidades de mejora, son riesgos que después se mitigan. La red trabaja en tres grandes ámbitos: las medidas físicas, mejoras como cortafuegos o la limpieza; la divulgación o educación, ir a la base, muchas veces son los niños, pero también como vecino le enseño a otro; el otro punto es reacción coordinada, o respuesta-recuperación, saber qué hacer si ocurre un incendio, se generan protocolos de emergencia”, describió detalladamente, Myriam Mellado.
La Red de Prevención Comunitaria, trabaja de forma permanente en el año, con la presencia de un gestor o profesional que acompaña a las comunidades y permite tanto flexibilidad como capacidad de reacción antes un nuevo riesgo. “Nosotros llevamos muchos años comunidades sin incendios. La mayoría de nuestras comunidades nacieron con mucha ocurrencia y hoy tenemos comunidades que no tienen que han ido aprendiendo”, detalló la coordinadora de vinculación de la Red de Prevención Comunitaria.
Cabe mencionar, los resultados de esta investigación fueron presentados durante el Seminario Reducción del Riesgo de Incendios Forestales: Chile y Australia, este 28 de noviembre, en la Universidad del Desarrollo en Concepción.
Entorno construido
El Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) en el estudio de la académica de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo, Constanza Gonzalez-Mathiesen, realizó el proyecto Fondecyt, denominado “Acciones de gestión del riesgo de incendios forestales en el entorno construido: barreras y facilitadores para su implementación y mantenimiento en Chile”.
El estudio consistió en un análisis de tres casos de estudios que destacan la importancia de la Reducción del Riesgo de Desastres en temas de incendios forestales y de incendios en la Interfaz Urbano-Rural: El Gran Incendio de Valparaíso en el 2014, la Tormenta de Fuego en la comuna de Santa Olga en 2017 y el Incendio Camilo Henríquez en la ciudad de Castro en 2021.
Una de las principales recomendaciones para la política pública, que emanaron de la investigación y que podría aplicarse principalmente en la Región del Biobío, según la investigadora Constanza Gonzalez-Mathiesen, es “considerar de manera integral la gestión del riesgo de los incendios forestales en asentamientos a lo largo del tiempo. En particular, los procesos de reconstrucción pueden ser una oportunidad para reconstruir mejor, incluyendo medidas de reducción y mitigación del riesgo”.
Y además, indicó que para que estas medidas sean más efectivas, es importante que se entiendan como un sistema integral y complementario de acciones y que se considere su mantención y mejora en el tiempo, definiendo responsables, presupuestos y plazos.
Las medidas física son mecionadas en gran parte de los resultados del análisis que se hizo de los tres grandes incendios para el estudio, al que la académica e investigadora explicó que “se denominan medidas físicas o estructurales a aquellas que implican elementos tangibles como construcciones, infraestructura, y manejo de combustible. Medidas no estructurales o sociales son aquellas asociadas a educación, simulacros. Que también son esenciales para la gestión del riesgo”.
“Las medidas mayoritariamente son físicas en el paisaje, reducen la exposición a los incendios forestales, por ejemplo los cortafuegos. Y de difusión, por ejemplo, las campañas puerta a puerta. Es importante que se realicen múltiples medidas complementarias ya que ninguna medida funciona por si sola. También es positivo que se adapten en el tiempo”, destacó.