El Guillermo Grant Benavente es el único centro de salud fuera de Santiago que realiza la intervención. En solo 4 años ha realizado 40 de estos procedimientos.
La obesidad, hígado graso y la diabetes son actualmente las principales causas del daño hepático en la población, patología que según afirmó Rodrigo Torres-Quevedo, cirujano y especialista en el área del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, está adquiriendo cada día una mayor prevalencia, ubicándose en el cuarto lugar tras las enfermedades neurológicas, accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares.
Si bien explicó el precursor del programa de trasplantes del recinto asistencial, antiguamente el daño hepático era, en general, causado por la cirrosis adquirida por consumo de alcohol, ahora existe un importante pool de pacientes que lo sufren por las patologías antes indicadas, las que se comportan de forma similar al daño hepático por alcohol, y que de no contar con un tratamiento oportuno podrían desarrollar un hepatocarcinoma, es decir, un cáncer de hígado, enfermedad que tiene indicación de trasplante del órgano.
Dicha prevalencia, que afecta por igual a hombres y mujeres, especialmente en la población cercana a los 60 años, también, según dijo, puede ser generada por el virus de la hepatitis A, B y C y por enfermedades autoinmunes que producen inflamación del hígado o de sus conductos biliares y evolucionan en cirrosis.
Todo lo anterior, detalló Torres-Quevedo, quien además es subdirector médico del recinto, ha llevado a un aumento significativo del volumen de pacientes que ingresan al Hospital Regional con daño hepático, situación que se refleja en que semanalmente la Unidad del Comité de Trasplantes discute entre 15 y 20 casos, de los que dependiendo de criterios como la gravedad y la sobrevivencia, 4 son candidatos a trasplante.
“Cuando empezamos este programa por el Ministerio de Salud a fines de 2017 -2018, cuando consolidamos la lista de espera, se veían 15 casos, pero sólo 2 necesitaban trasplante ahora claramente ese número ha aumentado”.
Detalló que actualmente el hospital tiene una lista de espera de 40 personas. “En 2022 eran 20, en 2023 subió a 30 y ahora son 40, la curva claramente es ascendente”.
El Regional, según recalcó, es el único centro del país, fuera de otros 3 públicos y de 7 clínicas que están ubicadas en Santiago, que realiza trasplantes de hígado, lo que es vital considerando la importante cifra de personas que requieren de la cirugía.
La primera intervención la efectuaron en plena pandemia, el 12 de agosto de 2020, a un paciente con una hepatitis fulminante que, según recordó Torres- Quevedo, tenía una sobrevida menor a un mes , enfermo que llegó a la Urgencia.
“Partimos absorbiendo sólo a los pacientes que debutaban con fallo hepático. Las cifras estaban un poco alteradas por la pandemia, pero gradualmente fuimos aumentando, en 2021 hicimos 4 trasplantes, en 2022 hicimos 5, en 2023 hicimos 15 y con los de este año ya completamos 40. El último fue el 15 de noviembre a un hombre de 62 años con falla hepática crónica cuya sobrevida era muy limitada. El completar 40, es un hito importante. Con esto ya nos vamos acercando a la meta de 20 trasplantes por año, para algún día llegar a 30 o 40”, sostuvo.
El especialista aseguró que el centro de salud, que es referente de Maule a Puerto Montt, no sólo tiene un impacto en la población local, sino también regional y nacional, pues ofrece una alternativa terapéutica validada y consolidada que entrega una posibilidad de sobrevida importante de entre 75 y 80% mayor a 5 años a la mayoría de las personas, pero que en muchos casos se puede extender, incluso, más allá de los 15 años.
El horizonte de los trasplantes de hígado es amplio, aseguró el especialista, pues tienen entre las proyecciones realizar de aquí a 5 años, con trasplantes hepáticos de donante vivo.
En dichos casos, comentó, se evaluarán condiciones como el consumo de drogas o alcohol, serología viral para descartar enfermedades potenciales que pueda tener el donante, se contemplará también evaluación clínica con parámetros de laboratorio, perfiles hepáticos, imágenes, principalmente, scanner, para evaluar que el estado del hígado.
Además, en un plazo de 6 a 8 años el especialista dijo que, según lo conversado con la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital, esperan poder realizar un trasplante pediátrico.
El amplio plazo, según dijo, se debe a la extensa formación que se requiere del personal.
Eso sí, el profesional destacó que para cumplir todos los objetivos es necesaria la donación de órganos.
“Nosotros como médicos sabemos quien es un potencial donante, por ley se notifica y se estudia. Por Ley en Chile todo paciente que fallece es un donante potencial, a menos que haya manifestado su negación, pero sin embargo para que esto sea válido se consulta y se respeta el consentimiento familiar, a pesar que yo en vida pude haber manifestado mi deseo. Hay que hacer un trabajo con las familias porque nos faltan donantes”, dijo y agregó que es necesario que el tema se converse en familia.
Agregó que Chile tiene que tener como modelo a España que tiene tasas de donantes de entre 40 y 45 por cada millón de habitantes, mientras que nuestro país sólo alcanza entre 8 y 9. “La de ellos es tan alta que prácticamente no usan el donante vivo”.