Más de 270 niños de pre kínder a octavo básico, la mayoría pacientes oncológicos, son beneficiarios del programa educacional, pero la matrícula podría aumentar en 100 si suma el ciclo de primero a cuarto medio. Actualmente el centro educacional está a la espera de la respuesta de la Seremi de Educación, entidad que aseguró estar analizando los antecedentes.
Buscando dar continuidad de estudios a niños que se encuentran enfermos, que por su estado de salud no pueden asistir a la educación regular, pues muchas veces, incluso, se encuentran internados, en 1960 se creó en Concepción la primera Escuela Hospitalaria de Chile dando atención, según afirmó su actual directora, Verónica Hernández, a sólo 58 niños.
Desde ese momento a la actualidad el establecimiento no sólo cambió su nombre a Escuela Común Hospital y su asentamiento desde el Hospital Leonor Mascayano al Guillermo Grant Benavente, sino también su matrícula, pues, según dijo Hernández, ahora imparte clases para cerca de 273 alumnos de pre kínder a octavo básico, con cursos fusionados “en prekínder y kínder, nivel uno de primero a tercero básico, nivel 2 de cuarto a sexto básico y nivel 3 de séptimo y octavo (…) cumpliendo con los planes y programas del ministerio de Educación”.
Pero además, explicó, la escuela, que pertenece al Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur, cuenta con las modalidades de aula y sala hospitalaria, siendo la primera para niños que están en tratamiento, generalmente, ambulatorio, que si bien, pueden desplazarse, no pueden incorporarse a un establecimiento regular.
Dichos estudiantes “asisten de forma presencial y están matriculados con nosotros. Se evalúan acá y se califican como si estuvieran en una escuela normal (…) se les hacen todas las asignaturas, pero hay una adecuación curricular de acuerdo a los objetivos que puedan desarrollar ”, dijo y agregó que en esta condición hay 14 menores.
El 50% de estos niños, detalló, corresponden a pacientes oncológicos, que son los que tienen tratamientos más largos, el resto provienen de cirugía infantil, pediatría, cirugía ambulatoria y de psiquiatría del Leonor Mascayano.
El otro tipo de enseñanza es a través de la sala hospitalaria, en la que actualmente atienden a 259 menores, internados por diferentes causas, casos en los que el docente debe trasladarse hasta la sala en la el niño está ingresado.
“Estos niños pertenecen a un establecimiento regular, pero producto de una enfermedad están hospitalizados, por lo que su matrícula es transitoria. Desde el día uno son atendidos y la escuela les entrega conocimientos de lenguaje y matemáticas y los apoya socioemocionalmente”, afirmó Hernández y agregó que, además, se mantiene coordinación continua con los establecimientos educacionales de origen para que tengan conocimiento de su avance.
La directora de la Escuela Común Hospital, que funciona en el pabellón de Bienestar del Regional, aseguró que la labor que cumplen 3 profesores de enseñanza básica, una educadora diferencial, un docente de inglés y una educadora de párvulos, es un verdadero reto, pues no sólo se encargan de instruir a los menores, sino también de contenerlos socioemocionalmente, ya que en muchos casos, cuando “por ejemplo vienen llegando de una punción lumbar no tienen ganas de estudiar, no tienen ánimo y ahí no queda más que simplemente acompañarlos”.
La directora de la Escuela Común Hospital aseveró que considerando el beneficios académicos y el apoyo emocional que entrega el establecimiento creen necesario que este crezca en niveles y que llegue hasta cuarto medio.
“Atendemos pacientes desde pre kínder a octavo básico, pero estamos en trámite ante la Seremi de Educación para obtener la resolución y así el próximo año poder impartir educación media en la escuela hospital, lo que ha sido un desafío por años”, aseveró.
De obtener la autorización de la cartera de Educación, según dijo, podrían aumentar la matrícula anual en al menos 100 menores , entre fijos y transitorios, teniendo asegurada una cobertura completa de al menos 15 menores de psiquiatría. “Creemos que es un sueño que se está acercando cada vez más y que es muy necesario para los niños que se atienden en el hospital”.
Johana Velásquez, madre de Ángel Cofré, 15 años, menor que sufrió cáncer de médula ósea, trasplantado en 2022, que sólo pudo asistir a la educación regular hasta los 11 años, afirmó que es absolutamente necesario que la escuela hospitalaria cuente con enseñanza media.
“Ángel ansía volver a su colegio, pero tuvo una recaída (…) el aula hospitalaria ha sido un aporte, socializa más, está más activo, hace sus tareas y se acuesta temprano para venir a clases, incluso, a veces se viene solo cuando yo no puedo acompañarlo. Ahora se va a graduar de octavo y sólo quedaría con la posibilidad de tener clases online. El que el aula hospitalaria tuviera enseñanza media le permitiría seguir socializando, educándose y mejorando su ánimo”.
En tanto, Ángel afirmó que está feliz de salir de octavo porque para él significa quemar una etapa muy importante en su vida, “pero no quiero pasar a primero medio con clases online. Me gusta venir (al aula hospitalaria), ver otros niños y me distraigo un rato. He venido aquí desde los cinco años, estuve unos años afuera, pero volví por la recaída que tuve, ha sido una buena experiencia”, afirmó y agregó que luego de salir de cuarto medio le gustaría estudiar para ser entrenador porque le gusta jugar fútbol.
Isabel Vivanco, madre de Poolette, una niña de 9 años, que fue operada de vesícula, pero que tuvo serias complicaciones y que requirió una serie de operaciones, además de un drenaje biliar para recuperarse, relevó la importancia de la escuela hospitalaria.
“Ha sido un nuevo mundo para ella, una recuperación que le hacía falta, en la casa estaba deprimida, no quería hacer nada, sólo quería dormir, estaba flaquita y cuando llegó aquí, el 24 de marzo, fue como una bomba de energía (…) con su enfermedad perdió un año y medio de clases, tuvo un retraso hacia la infancia, retrocedió mucho, aquí (en la escuela) aprendió a leer, se volvió activa, volvió a ser ella. Esta escuela le hace bien a los niños. Por eso es tan importante que tenga enseñanza media porque hay muchos niños que la necesitan”.
Su hija Poolette aseguró que le gusta asistir a la escuela y que ya se ha hecho dos amigos. “Me gusta venir porque aprendo más y cuando vuelva a la otra escuela podré saber más cosas. Lo que más me gusta estudiar es inglés y matemáticas (…) otros niños que están enfermos tienen que venir (a la escuela) para que aprendan igual que yo”, dijo y comentó que hace poco ganó un concurso de alimentación saludable, lo que la hace muy feliz.
El seremi de Educación, Carlos Benedetti, no confirmó ni descartó la posibilidad de que la escuela hospitalaria del Guillermo Grant Benavente pueda impartir enseñanza media el próximo año. Se limitó a señalar que, “efectivamente existe una solicitud que se encuentra en estado de análisis por parte de nuestras unidades técnicas. Una vez que dicho examen concluya se emitirá el correspondiente acto administrativo que será notificado a la entidad sostenedora”.