Las muertes por la enfermedad también han disminuido en la zona. La autoridad sanitaria actúa tanto en centros privados como públicos, y en estos últimos entrega atención gratuita al enfermo y sus contactos independiente del sistema de salud que tengan.
Según el último informe emitido por el programa de Tuberculosis de la Seremi de Salud, la enfermedad infecciosa que se transmite por el Mycobacterium Tuberculosis variedad humana, más conocido como bacilo de Koch, ha experimentado una baja importante al comparar los últimos años de un 21%.
María José Chandía, encargada regional del programa de Tuberculosis de la Seremi de Salud, detalló que en 2022 hubo 297 casos en la Región, cifra que en 2023 se redujo a 234 y, según las últimas mediciones de la cartera, que contemplan hasta fines del primer semestre, se han registrado sólo 131 infectados, de los que el 80% de los enfermos tienen una afección pulmonar.
En cuanto a la cantidad de personas que han fallecido producto de la enfermedad, que se transmite a través del aire, de persona a persona, también, según dijo, se ha reducido, “en 2022 se contabilizaron 27 casos, en 2023 fueron 20 y durante este año sólo son 7”.
La reducción de casos y de fallecimientos, según afirmó la jefa del subdepartamento de Protección de las Personas de la Seremi de Salud, Pamela Zambrano, se debería, principalmente, a la acción que realiza el Ministerio de Salud, a través del programa nacional de Control y Eliminación de Tuberculosis, “que actúa de forma descentralizada y simplificada desde el nivel local, contando con normas que se extienden a todos los establecimientos de salud públicos y privados para reducir significativamente la infección hasta obtener su eliminación”.
El programa, según dijo, focaliza el mayor número de pacientes con tuberculosis pulmonar positiva en los establecimientos del sistema; y trata a enfermos localizados en cualquier lugar, otorgándoles prestación gratuita, vale decir, diagnóstico y tratamiento, a quienes se atiendan en el sistema público, así como también exámenes para sus contactos, independiente del sistema de salud que tenga.
El tratamiento que se realiza con antibióticos específicos durante 6 meses, explicó María José Zambrano, es vital para controlar y cortar la cadena de transmisión al eliminar el bacilo de Koch.
“Los esquemas de tratamiento que se usan actualmente son de probada eficacia, están establecidos por norma ministerial (…) En la actual norma técnica, existen dos fases, una intensiva de inicio y una segunda de continuación, en ambas fases (los medicamentos) se administran en forma diaria de lunes a viernes”.
Complementó afirmando que cuando las personas enfermas no cumplen el tratamiento como se recomienda, los bacilos de la tuberculosis pueden hacerse resistentes a los medicamentos y la enfermedad se vuelve mucho más difícil de tratar.
Agregó que si la enfermedad no es tratada de manera oportuna y adecuada puede causar daños permanentes en los pulmones o incluso la muerte.
Cabe destacar que los síntomas más comunes de la enfermedad son tos y desgarro por 2 semanas o más, además, puede producir esputo con sangre, que es el principal síntoma. Lo anterior se puede acompañar de decaimiento, pérdida de apetito, fiebre en las tardes, baja de peso y sudores nocturnos.
Las personas más expuestas a riesgo, según la Seremi de Salud, corresponden quienes viven con un afectado de tuberculosis pulmonar que no está en tratamiento, también los adultos mayores y quienes presentan enfermedades como diabetes, alcoholismo, adicción a drogas, desnutrición y VIH.